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ponencia de paz

La ponencia de paz en Euskadi echa a andar sin acuerdo sobre los radicales

El Parlamento vasco constituye el foro pedido por el 'lehendakari', Patxi López El PP vetará a la izquierda ‘abertzale’ ilegal frente a la posición favorable del PNV

La presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga (en el centro), con los miembros de la ponencia de paz.
La presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga (en el centro), con los miembros de la ponencia de paz.

Las diferencias sobre la presencia de representantes de la izquierda abertzale ilegalizada en la ponencia para la paz y la convivencia en Euskadi no se han borrado desde que el Parlamento vasco decidió por amplísima mayoría constituirla. Este lunes quedaron de manifiesto de nuevo con la nítida advertencia del PP, tras la reunión constitutiva, de que se opondrá a cualquier comparecencia de grupos o representantes institucionales que no condenen el terrorismo de ETA.

Pareció una clara alusión de su portavoz, Antón Damborenea, al previsible intento de otros grupos para que los radicales puedan expresarse en este grupo de trabajo como invitados a través de los representantes que tienen en la Diputación de Gipuzkoa, sus numerosos alcaldes o sus siete diputados en el Congreso. “Por supuesto que nos opondríamos”, dijo Damborenea sobre una posible propuesta en ese sentido. Su argumento fue que quien no condena atentados y actos violentos “no aporta absolutamente nada” en un foro cuyo objetivo es la consolidación de la paz y la convivencia.

Esta posición del PP, que puede entenderse como un veto, no es compartida de modo explícito ni por los proponentes de Aralar ni por el PNV. El portavoz de esta formación, Joseba Egibar, aseguró que la posibilidad de que la izquierda abertzale ilegalizada acuda está “abierta” y ha deseado que el trabajo se realice con un “guion libre”. “No habrá vetos”, afirmó en los pasillos de la Cámara. A su juicio, lo único que se debe dilucidar son “las modalidades de presencia” de cada cual. En todo caso, el peneuvista adelantó su opinión de que la ponencia no debe convertirse “en una pasarela” de políticos que impartan “conferencias”. “Se trata de ser eficaces”.

No habrá presidencia para procurar el mayor consenso posible

Todo indica, en cualquier caso, que estas diferencias entre los grupos no impedirán su trabajo ni eventuales avances. Los problemas que pudieran surgir entre ellos respecto de esa cuestión puede que ni siquiera se presenten: la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu dijo, el mismo día que el lehendakari Patxi López pidió la constitución de este foro, que solo acudiría a él en idénticas condiciones que el resto de sus integrantes. Esto es reglamentariamente imposible al carecer de representación parlamentaria.

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La ponencia, posibilitada por una iniciativa de Aralar y que echa a andar seis meses después de que ETA anunciase el cese definitivo del terrorismo, estará integrada por los parlamentarios Joseba Egibar (PNV), José Antonio Pastor (PSE-EE), Antón Damborenea (PP), Aintzane Ezenarro (Aralar) y Mikel Arana (Grupo Mixto, Ezker Anitza). Se autoexcluyeron UPyD —convencida de que la ponencia servirá a la agenda de ETA y los radicales— y EA, socio de los ilegalizados en la coalición Amaiur, por motivos diametralmente opuestos. Ambos fueron también los únicos grupos que quedaron fuera del acuerdo firmado en el Congreso de los Diputados sobre la ilegalización de Bildu.

El grupo de trabajo funcionará de modo colegiado y sin presidencia, con el objeto de salvaguardar “el mayor consenso posible”, indicó el portavoz socialista, José Antonio Pastor. El PP aspiraba al puesto, pero finalmente se ha optado por evitar protagonismos y, junto a ellos, problemas que puedan distorsionar las relaciones de confianza. En la primera de sus reuniones, que serán semanales, se fijarán calendario, procedimientos y objetivos. El principal es “afianzar definitivamente la paz y poner en marcha actuaciones para recuperar la convivencia”. “Hay buenos mimbres para coser consensos, porque en ese suelo coincidimos todos”, dijo.

Egibar se muestra persuadido de que el diálogo “va a acercar posturas”

La ponencia nace con el ánimo de trascender a esta legislatura y de continuar su labor en la próxima. Todos los integrantes son conscientes de las limitaciones de tiempo (menos de un año hasta la disolución de la Cámara) para que se vean resultados. Egibar se mostró contrario a establecer “tiempos” y “objetivos” al trabajo de este foro. A su juicio, se trata de “aprovechar lo que queda de legislatura para que el camino recorrido sirva para la siguiente”. El peneuvista se mostró convencido de que el diálogo discreto que posibilita el nuevo foro facilitará “acercar posturas”.

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