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Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Un gestor, más que político, como alcalde

Ángel Currás, edil de Cultura y Educación, dirigió la Fundación Cidade da Cultura

Gerardo Conde Roa (i), junto a Ángel Currás.
Gerardo Conde Roa (i), junto a Ángel Currás.Lavandeira jr (EFE)

La personalidad del que a partir de este martes será el nuevo alcalde de la capital política gallega no puede ser más opuesta a la del hombre al que sustituye. Ángel Currás, hasta ahora concejal de Cultura y Educación, ocupaba el cuarto puesto en la lista del PP al Ayuntamiento compostelano y su elección como alcalde evita males mayores a su partido, que podría haber tenido problemas para garantizar su mayoría absoluta en la Cámara gallega si la elegida hubiese sido la número dos de la lista, la parlamentaria autonómica Paula Prado.

Los numerosos cambios en el Parlamento autonómico a lo largo de la legislatura han llevado a agotar la lista de A Coruña y la elección de Prado como alcaldesa habría obligado a incluir como diputado a otro alcalde (que tendría que abandonar su puesto) o a una persona que mantiene divergencias con la dirección del PP gallego. La designación de Currás era la solución más cómoda y, además, no parece probable que a partir de ahora el nuevo alcalde sea protagonista permanente en los medios de comunicación por sus exabruptos o altercados, como le ha venido ocurriendo a Conde Roa a lo largo de los 10 meses en los que ha ocupado la alcaldía.

Currás, doctor en Ciencias Biológicas, no había ejercido cargo público alguno desde que abandonó el puesto de director de la Fundación Cidade da Cultura, que ocupó entre los años 2000 y 2005, cuando el polémico complejo todavía se encontraba en período de construcción. Hasta su incorporación a la lista del PP para las municipales del año pasado, Currás ejercía como catedrático de Enseñanza Secundaria en un instituto de Santiago. Aunque no nació en esta ciudad sino en Lugo, Currás lleva tiempo vinculado a la capital política gallega, donde fue director económico del proyecto de la capitalidad europea de Santiago del año 2000. Hasta finales de la semana pasada, cuando la dimisión de Conde Roa ya era una posibilidad evidente, Currás defendió a su jefe e incluso lanzó un mensaje contundente para que ningún compañero se postulase como sustituto del alcalde.

El único momento en que se ha visto algo alterado a un hombre al que todos describen como una persona muy tranquila fue la rueda de prensa en la que defendió con vehemencia la continuidad de Conde Roa. Su apellido es conocido en la política gallega por su hermano, Celso Currás, que fue conselleiro de Educación en la etapa de Fraga como presidente. Ambos hermanos comparten un perfil más de gestores que de políticos.

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