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Profesores y padres se suman al paro

Los sindicatos cifran en el 70% en seguimiento de la huelga en Educación Los Gobiernos autónomos ofrecen cifras mucho más bajas

Manifestantes del movimiento estudiantil de las universidades públicas de Madrid "Tomalafacultad", en la marcha de este martes.
Manifestantes del movimiento estudiantil de las universidades públicas de Madrid "Tomalafacultad", en la marcha de este martes.Kiko Huesca (EFE)

Los sindicatos CCOO, UGT y STES aseguran que el 70% del profesorado de la enseñanza ha secundado hoy la huelga general , con lo que se han visto afectados el 90% de los centros escolares bien por el cierre, bien por los alumnos que finalmente no ha tenido clase. Las cifras sindicales por comunidades, una vez más, no concuerdan con las que ha ido ofreciendo las comunidades autónomas. Algunos ejemplos son las cuentas de Madrid (67% frente a 29%), Cantabria (95% frente a 38%) o Comunidad Valenciana (entre a un 60% y un 70% frente a 32%). También están distantes los datos de las patronales de la enseñanza concertada (FERE y CECE) que dan apenas un 3% de incidencia en la escuela privada, con los sindicales, que hablan del 45%.

En cualquier caso, es evidente que la huelga se ha dejado notar en gran medida en varios centros de muchos puntos de España. En Madrid, por ejemplo, esta mañana, un estudiante llamaba a la movilización frente al instituto Juan de la Cierva (Arganzuela). “Hay que protestar, no nos podemos quedar en casa”, decía Alejandro, de 16 años. Junto a él, una veintena de estudiantes se han reunido frente a la fachada del Juan de la Cierva, uno de los institutos más activos de la marea verde (la protesta de los profesores madrileños contra los recortes) y en el que el lunes pasado no pudieron hacer un encierro para preparar la huelga. Los alumnos de este centro han ido a clase menos que los profesores, explica una docente en los pasillos.

Uno de los distritos históricamente más activos es Vallecas, al sur de Madrid, que amanecía hoy con las aulas prácticamente vacías por la ausencia de la mayoría de sus alumnos y profesores. Los gritos de los niños han cambiado por el silencio más absoluto, solamente interrumpido por el pasacalles de un grupo de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio público Palomeras Bajas que a las diez se han manifestado en apoyo a la huelga.

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En Cataluña, donde según los sindicatos han secundado el paro entre un 70% y un 75% de los profesores de todo el sistema educativo, la universidad es un de los sectores más movilizados. La mayoría de los campus públicos de la comunidad se han quedado prácticamente paralizados este jueves. En dos meses han vivido dos paros generales (el pasado 29 de febrero las universidades celebraron su particular huelga general).

Según los sindicatos, en toda España el sector universitario ha sido el que mayor incidencia de paro ha tenido, con un respaldo del 85 %, de los 91.877 docentes de los campus públicos y 12.108 de los privados, y el 80% del personal de administración y servicios. Por lo demás, en los colegios e institutos públicos el respaldo, aseguran, ha sido del 70%.

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Por comunidades, las cifras que ofrecen son las siguientes: entre un 60% y un 70 % en Andalucía, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Murcia y País Valenciano; 73% en Aragón; 75% en Canarias y Cataluña el 75% y el 80% en Euskadi y Navarra.

“Esta reforma acaba con un montón de derechos laborales que fueron reconocidos tras años de lucha, poco a poco, como son la negociación colectiva y la jornada laboral de ocho horas”, afirmaba esta mañana Jose, estudiante de Química, junto a los manifestantes que llegaban a la avenida Blasco Ibáñez procedentes de los campus de la Universitat Politècnica de València, Tarongers y el de Burjassot. El movimiento estudiantil valenciano, tradicionalmente combativo, se personó ayer en los puntos calientes de la ciudad de Valencia donde tenían programados cortes de carreteras los piquetes de los sindicatos de la enseñanza no universitaria. Desde las 10.30 del jueves 28 en Mercavalencia hasta que llegó el relevo a las 3 de la mañana del 29-M, para finalizar en la avenida Blasco Ibáñez, donde se concentran buena parte de las facultades de la Universidad de Valencia.

En las puertas de la Facultad de Geografía e Historia, cuya verja estaba cerrada a cal y canto (solo se podía pasar por una pequeña puerta lateral), un grupo de profesores del instituto público IES Rascanya de Valencia aportaban la parte lúdica. Una versión musical muy reivindicativa del Resistiré del fallecido cantante valenciano Nino Bravo, en versión contra la reforma laboral y la especulación.

Pasillos vacíos

En la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid el seguimiento de la huelga general ha sido masivo. Los pasillos del centro, normalmente atestados de alumnos, se encontraban vacíos y a las nueve y media de la mañana solo habían acudido al trabajo dos profesores, que habían reclamado que se les abriera el despacho. Hasta ese momento no se había impartido ni una sola clase.

Los servicios de la facultad funcionaban al mínimo. La biblioteca se encuentra cerrada, al igual que el servicio de reprografía. Entre el personal administrativo la asistencia era menor que un día normal, aunque según algunos de los trabajadores presentes, se habían superado los servicios mínimos establecidos.

Los servicios externos a la facultad, como el bar y la limpieza, también se acogieron a los servicios mínimos. Las 23 personas de la empresa de limpieza que acuden cada día al centro se quedaron en 10. La cafetería se encontraba completamente vacía. Un solo alumno leía un periódico en medio de un mar de mesas vacías.

La gerente del centro y uno de los vicedecanos aseguran que el éxito de la protesta en la facultad también tiene que ver con la cercanía del fin de semana y la llegada de las vacaciones de Semana Santa.

Al igual que en Ciencias de la Información, el paro afecta de manera importante a la Facultad de Derecho, en la que la presencia de alumnos es más que escasa. A la puerta, una enorme pancarta recoge los "motivos para hacer la huelga". "Porque te podrán echar con 20 días de indemnización; porque el contrato de formación se alarga hasta los 30 años; porque durante el primer año de contrato el despido será libre; porque te podrán cambiar de ciudad sin tu consentimiento; porque te podrán bajar el sueldo cuando quieran". El letrero llama a los alumnos a unirse a un piquete informativo a las 10 de la mañana en la Puerta del Sol. "Trabajadores y estudiantes unidos y adelante; toma la facultad", dice el cartel.

En medio del enorme hall de entrada al centro, Arturo, un alumno de cuarto curso que acaba de llegar expresa su sorpresa nada más atravesar la puerta. "Nunca había visto la facultad así. No hay nadie por los pasillos y hasta las luces están apagadas". Arturo ha venido a la facultad porque cuatro de las seis clases que tenía hoy no se han suspendido. "Los profesores han dicho que iban a dar clase, pero no sé si finalmente lo harán", dice antes de acercarse a la cafetería.

Con información de Manuel Altozano, Pilar Álvarez, María Hervás, Ivanna Vallespín, Neus Caballer y J. A. Aunión

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