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Tres etarras se muestran ante el tribunal orgullosos de pertenecer a la banda

El fiscal pide entre 20 y 26 años para Idoia Mendizabal, Jon Kepa Preciado y Jon González Se les acusa de perpetrar un atentado con coche bomba en Santander en junio de 2002 Para la defensa, no se ha acreditado que los dos hombres pertenecieran al grupo de apoyo

Los presuntos miembros del 'comando Olaia' de ETA, Jon Kepa Preciado, Idoia Mendizabal y Jon González, durante el juicio de hoy.
Los presuntos miembros del 'comando Olaia' de ETA, Jon Kepa Preciado, Idoia Mendizabal y Jon González, durante el juicio de hoy.Chema Moya (EFE)

Idoia Mendizabal, Jon Kepa Preciado y Jon González se enfrentan a una pena de 20 años de cárcel por su presunta responsabilidad en la colocación de un coche bomba en Santander el 22 de junio de 2002. Para ella, el fiscal pide otros tres años por el robo del vehículo. En este atentado de ETA resultaron heridas seis personas. Durante la vista oral, que se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Nacional, los acusados han mostrado su orgullo de pertenecer a la organización terrorista. La defensa ha alegado que no ha quedado acreditado que Preciado y González fueran miembros del grupo de apoyo.

“Soy de ETA y estoy orgullosa”, ha reiterado Mendizabal en euskera, tal y como ya hizo en otro juicio contra ella celebrado en noviembre. “Jo ta ke independentzia lortu arte [dale duro hasta lograr la independencia]”, ha agregado Preciado, recordando así una de las consignas de la banda. González ha sido el único que ha hablado en castellano. Se ha limitado a decir que “como militante de ETA” no ha tenido nada que ver ni con el comando Olaia ni con el grupo de apoyo Jata, a los que se les atribuye el ataque.

De esta forma, mientras los presos etarras están analizando, aunque de manera incipiente, el acceso a beneficios penitenciarios a cambio de un rechazo a la violencia y del reconocimiento del daño causado, estos tres acusados no han mostrado signos de arrepentimiento. Han negado la legitimidad del tribunal y no han querido responder a las preguntas. A partir de ahí han prestado poca atención a lo que ocurría en la sala. Han hablado entre ellos, han hecho gestos a los familiares y amigos presentes en la vista y Mendizabal y González se han mostrado además en actitud cariñosa.

“Soy de ETA y estoy orgullosa”, ha reiterado Mendizabal en euskera

Durante tres horas han declarado policías y ertzainas, algunos de ellos por videoconferencia. Los datos que han aportado han llevado al fiscal a reafirmarse en su postura. También ha declarado Gorka Martínez Arkarazo. Condenado por colaborar con la banda, Martínez Arkarazo acudía en esta ocasión como testigo. El fiscal ha recordado que durante su declaración ante la Ertzaintza afirmó que Mendizabal era la responsable del comando Olaia y la autora de unas cartas explicando a la dirección de ETA la situación del comando y cada atentado, incluido el que se juzgaba esta mañana. Martínez Arkarazo ha reconocido que alquilaba a miembros de la banda un piso que tenía en Amorebieta (Bizkaia) pero ha asegurado que no conoció a los acusados hasta que coincidieron en el proceso. “Los que pasaban por mi casa no se presentaban”, ha afirmado, y ha dicho que intentaba saber lo menos posible sobre las actividades de la organización, limitándose a proporcionar alojamiento a sus miembros. Sobre su confesión anterior, ha apuntado que le torturaron y que le obligaron a declarar hechos que no eran ciertos.

El fiscal sin embargo ha dado por bueno lo dicho por Martínez Arkarazo en su primera confesión y  ha defendido que una de las pruebas principales que inculpan a Mendizabal es la cinta de una máquina de escribir en la que aparecen referencias a las actuaciones del comando Olaia y de Jata y en la que se describe el atentado de Santander. “Martínez Arkarazo la señala como la persona que usa la máquina, solo ella es su usuaria”, ha argumentado.

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En cuanto a los otros dos acusados, el fiscal ha apuntado que en los papeles incautados al jefe militar de ETA, Ibon Fernández de Iradi, Susper, tras su detención en Tarbes (Francia) en diciembre de 2002, se les señalaba como los dos miembros que componían Jata. Susper no los identificaba con nombres y apellidos pero un perito ha declarado que se refería a ellos.

Para la abogada de Jon González, sin embargo, durante el juicio “no se ha presentado ningún elemento” que acredite la pertenencia a Jata de su cliente ni su implicación en el atentado. El abogado de Idoia Mendizabal y Jon Kepa Preciado ha ratificado lo dicho por su compañera. "Nada ha acreditado que Jon Kepa Preciado perteneciese ni siquiera a ETA antes de mayo de 2003", ha destacado. Ha agregado no obstante que por expreso deseo de sus clientes no iba a hacer defensa alguna. Ambos letrados han solicitado la absolución de sus defendidos y el juicio ha quedado visto para sentencia.

El coche bomba que explotó en Santander en junio de 2002 formaba parte de una campaña de atentados que la organización terrorista perpetró durante aquel mes en varios puntos de España, coincidiendo con una cumbre, celebrada en Sevilla, al término de la presidencia española de la UE. En 48 horas estallaron coches en Fuengirola, Marbella, Zaragoza y Mijas, además de en la capital cántabra.

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