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EL DRAMA DE LAS CUENTAS PÚBLICAS

El Gobierno exime a las comunidades del nuevo recorte obligado por la UE

El ministro de Hacienda inyecta tranquilidad a las comunidades autónomas con su compromiso de no flexibilizar su objetivo de déficit, fijado en el 1,5% del PIB. Descarta subir impuestos

El Gobierno hizo aprobar este martes en el Congreso un cuadro macroeconómico que ha sido superado ya por las exigencias de la Unión Europea. Y anunció que asume los 5.000 millones de euros adicionales de recorte del déficit público ordenado por Bruselas y que, según explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recaerá sobre las cuentas estatales y no sobre las comunidades autónomas.

Montoro restó importancia al nuevo recorte y aseguró que se hará con “renuncias de proyectos de gastos” y con “instrumentos fiscales equilibrados” que permitan cumplir el 5,3% de déficit que exige Bruselas. Ninguna precisión de cómo se producirá esa disminución del gasto y el aumento del ingreso, porque todo está pendiente de que el día 25 los andaluces y los asturianos vayan a votar. Días después, el Gobierno aprobará el proyecto de Presupuestos para 2012 con recortes en todas las partidas y, previsiblemente, con nuevos ajustes tributarios, según insinuó Montoro.

El ministro intervino en el debate del llamado techo de gasto que, teóricamente, tiene un contenido solemne y que sirve para anticipar la discusión sobre los Presupuestos, pero que quedó desbordado por la realidad y, sobre todo, por las exigencias de la UE. Se votó un cuadro macroeconómico anticuado, porque prevé un déficit del 5,8%, el inicial del Gobierno pero que será finalmente del 5,3%, corregido por la Unión Europea. Se prevé un techo de gasto de 118.565 millones de euros para este ejercicio, lo que representa un descenso del 4,7% respecto a 2011, pero todas esas cifras ya han sido desbordadas por la realidad y el recorte tendrá que ser aún mayor.

Sin éxito, la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, pidió que fuera retirado el texto del Gobierno, por inservible y porque el resto de datos que incluye han sido corregidos a la fuerza. Pero, según Montoro, el texto solo incluye un máximo de gasto y, por tanto, sigue estando vigente a pesar de las nuevas previsiones.

Con ese argumento, el Ejecutivo hizo que el Pleno del Congreso y hoy el del Senado pasen por el trago de aprobar un texto desfasado, omitiendo que la UE ha cambiado una decisión aprobada en el Consejo de Ministros y remitida al Parlamento. Las peticiones de vuelta atrás con un texto nuevo no tuvieron ningún éxito, porque el PP tiene mayoría absoluta para no depender de nadie. Los 179 votos del PP y el de UPN fueron suficientes para sacar la primera votación sobre una medida económica en esta legislatura en la que el Gabinete no obtiene apoyo de ningún otro grupo. CiU, PNV, UPyD, Foro de Asturias y un diputado de Coalición Canaria se abstuvieron (27) y el resto, incluidos PSOE, IU y el otro diputado de CC, votaron en contra (133).

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Durante el debate, el ministro de Hacienda dejó en el aire una nueva subida de impuestos en los presupuestos, aunque lo envolvió en retórica. Aseguró que descarta “subidas de impuestos inequitativas e injustas”, pero anunció que utilizará “instrumentos fiscales de manera ponderada, equilibrada y justa socialmente y que no afecte a los más débiles”.

Montoro no habló expresamente del IVA, que él se resiste a subir pese a las recomendaciones de la UE. La modificación de este impuesto indirecto y no progresivo ha sido negada reiterada y expresamente por miembros del Gobierno en las últimas semanas. Por ejemplo, este lunes mismo lo hizo el titular de Economía, Luis de Guindos, pero el debate llegó precedido de una catarata de declaraciones en el Congreso de portavoces del PSOE, PNV y CiU en las que se apuntaba a una inminente subida del IVA.

Lo que sí hizo Montoro fue responder a esas palabras y a las que dan por hecho recortes como los del seguro de desempleo, acusando al PSOE de “meter miedo a la sociedad española”.

El argumento principal del ministro de Hacienda volvió a ser el de la gestión de la herencia recibida del anterior Ejecutivo socialista y la supuesta inacción ante la crisis y ante el déficit desbocado. “Los mismos responsables que han estado en el Gobierno hasta diciembre y son los culpables de la desviación del déficit advierten sobre las consecuencias del ajuste”, dijo. Y añadió que la reducción del déficit es un objetivo alcanzable, fiable y realista, para restar importancia a la rebaja adicional impuesta por Bruselas: “Supone adelantar el ajuste del gasto del Estado que habría que hacer en 2013 a 2012”.

Entre la pancarta, las elecciones y la huelga general

Cristóbal Montoro. "El discurso del miedo es el único argumento del PSOE en una circunstancia como la actual, pensando en las elecciones en Andalucía y Asturias del 25 de marzo. ¿Les preocupa de verdad el objetivo de déficit o la política del corto plazo, donde dicen que están dispuestos a dialogar y el único diálogo que les escucho es agarrarse a una pancarta?".

Joan Rangel (PSOE). "El Gobierno nos está aproximando a un precipicio al que puede arrastrar también a la economía española. Estamos ante un escenario dantesco, que pone de relieve la falta de un plan serio y creíble del Gobierno de España para revisar la senda de consolidación fiscal".

Cayo Lara (IU). "Defenderemos en las instituciones y con las pancartas nuestra idea de Europa social y no dependiente de los especuladores. Este techo de gasto se llama deterioro de los servicios públicos. Es tan bajo que va a obligar a los españoles a vivir encorvados".

Josep Sánchez Llibre (CiU). "Defendemos una abstención constructiva. Cuando hablamos de redistribuir los déficits del Estado pedimos sensibilidad con Cataluña".

Álvaro Anchuelo (UPyD). "El Gobierno debía haber aplazado el debate por el cambio imprevisto del objetivo de déficit. Un debate serio exige que se haga con las cifras definitivas y no con la documentación anterior. No es lógico que sea el Estado quien cargue sobre sus espaldas todo el peso del nuevo recorte. ¿Acaso es porque les resulta más fácil políticamente?".

Joan Coscubiela (ICV). "Si ya había razones para apoyar la huelga general, cuando acabe este pleno habrá una más".

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