Margallo reitera a Londres: en el diálogo sobre Gibraltar solo caben “dos banderas”

Un día después de que David Cameron diera calabazas en Londres a Mariano Rajoy, quien le pidió el reinicio de un “diálogo constructivo” sobre Gibraltar, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha vuelto a escribir hoy a su homólogo británico, William Hague. Lo ha hecho en respuesta a la carta que le remitió hace unos días el secretario del Foreing Office, quien a su vez acusaba recibo de la que le envió Margallo el 26 de enero.

En su nueva misiva, que Margallo retrasó para no interferir en la cita de Rajoy con Cameron, el ministro reitera los principios que ha expuesto esta tarde en su primera comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso: que “España y Reino Unido deben recuperar cuanto antes el diálogo sobre la soberanía del Peñón”, como se acordó en Bruselas en 1984; y que el Foro Tripartito debe pasar a Cuatripartito para incorporar a las autoridades del Campo de Gibraltar. En palabras de Margallo: “dos banderas y cuatro voces”.

No parece, sin embargo, que el intercambio epistolar vaya a tener el menor efecto. Cameron ha dejado claro que no hablará de Gibraltar sin el visto bueno de los llanitos, por lo que Margallo considera muerto el Foro Tripartito si no cambia su formato; mientras que el nuevo ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, da por enterrado el proceso de Bruselas. Por eso, la portavoz del PSOE, Elena Valenciano, tras expresar su apoyo a Margallo en la reivindicación de Gibraltar y negar que el anterior Gobierno hubiera desistido de la misma, le ha advertido del riesgo de acabar llevando el asunto a “un callejón sin salida”.

Respecto a Cuba, el ministro ha insistido en que “no se dan todavía las condiciones para modificar la Posición Común” de la UE, como pretendía el anterior Gobierno, pero se ha mostrado partidario de una “interpretación flexible” que permita graduarla en función de los cambios que se produzcan en la isla y que sería compatible a su juicio con la negociación de un acuerdo bilateral entre la UE y La Habana.

Margallo ha expresado su temor a que “la primavera árabe desemboque en un invierno integrista”, y no “en un verano de libertades”, ha abogado porque las nuevas perspectivas financieras de la UE incluyan “líneas de apoyo” a los países en transición, y ha subrayado que España será un socio fiable “ante las nuevas amenazas que comienzan a perfilarse en el horizonte. Me refiero,” ha aclarado, “a Irán y Siria, donde iremos de la mano con nuestros aliados. A todos ellos les he transmitido que España honrará sus compromisos aun cuando ello nos suponga un enorme esfuerzo”.

Además, ha revelado que ha ofrecido a las comunidades autónomas destacar un diplomático de enlace en sus servicios centrales. La Rioja y Galicia han aceptado incorporar funcionarios en las embajadas y Cataluña tendrá un agente en la representación española ante la UNESCO.