_
_
_
_
_

Misma ciudad, mismo acto, distintas actitudes

Un grupo universitario que investiga los congresos estudia los comportamientos de los delegados políticos en sus reuniones

Atenea Chevillotte y un colaborador recogen encuestas de los compromisarios del PP en el congreso de Sevilla.
Atenea Chevillotte y un colaborador recogen encuestas de los compromisarios del PP en el congreso de Sevilla.JULIÁN ROJAS

Misma ciudad, mismo acto (un congreso), distintas actitudes. Lo han resaltado todos los dirigentes populares desde el viernes para marcar distancias con el encuentro celebrado hace dos semanas por el PSOE. Pero también hay constancia científica. Un grupo de tres universidades investiga desde hace años este tipo de encuentros políticos con encuestas sistemáticas. Una conclusión rápida es que ambos partidos se parecen en cuanto a composición social, pero el poder marca diferencias. En el PP, alegría; en el PSOE, tensión; entre los populares, más teléfonos inteligentes; entre los socialistas, más tabletas; mejor vestuario, el conservador. En 2008, las cosas eran diferentes. Misma gente, pero distintas actitudes.

Óscar Barberà es profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Valencia y lleva ya muchos congresos a sus espaldas. El proyecto comenzó en 1996 y se extendió diez años después. Desde entonces, todos los datos se han ido incorporando a la web Élites y Partidos. Su experiencia le permite observar diferencias entre los dos congresos más recientes. Pero también similitudes. Una de ellas cuestiona una percepción equivocada que hace ver a la derecha más uniforme en su composición social y a la izquierda, más heterogénea.

“No es así. El PP es más interclasista de lo que parece”, afirma Barberà, quien también destaca que compromisarios y delegados, a quienes define como las “élites intermedias de los partidos”, son “la misma gente, que cambia de perfil según el contexto”.

Así, observó a unos delegados socialistas preocupados y tensos, “muy pendientes de los problemas”, mientras los compromisarios populares se encuentran en Sevilla casi de fiesta. La clave en los cambios de actitud la da el poder y con este la unidad interna. De esta forma, la situación de los congresos de 2008 era totalmente diferente, pese a que los protagonistas eran los mismos.

A Óscar Barberà le ayudan Atenea Chevillotte y Anna Satorra. La primera destaca la mejor organización popular del encuentro mientras la segunda no ha percibido diferente trato de los asistentes ante las preguntas de la encuesta. Sí es más fácil obtener respuestas hoy que hace dos semanas.

Mientras este grupo continúa con la investigación, el congreso se ha vaciado a la espera de uno de los platos fuertes del día. Las tres cafeterías habilitadas están repletas mientras en el plenario llaman a guardar silencio para poder seguir con el detalle de las ponencias aprobadas casi sin debate. No hay fisuras y el ánimo es que continúe la fiesta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_