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Dívar defiende en el Congreso la "honestidad" de los jueces del Supremo

El presidente del Poder Judicial responde a las críticas de los diputados de izquierdas a la condena a Garzón y el PP dice que habría que castigarlas Dívar apuesta por limitar el tiempo de secreto de los sumarios para evitar filtraciones

Natalia Junquera

Al presidente del Tribunal Supremo,Carlos Dívar, no le ha quedado más remedio hoy en la comisión de justicia del Congreso -adonde acudió para presentar la memoria del Poder Judicial de 2010 - que contestar a las críticas por la condena a  Baltasar Garzón, "ese fantasma que planea la sala", en palabras del diputado de ERC Joan Tardá. Casi todos los grupos han criticado en mayor o medida la actuación del alto tribunal contra el juez ahora apartado de la judicatura, salvo el PP, cuyo portavoz, José Miguel Castillo, ha sugerido que dichas críticas podían ser incluso castigadas.

Para Dívar, las descalificaciones al Tribunal Supremo por la condena a Garzón son "interesadas", "una interpretación sesgada" y  "la deslegitimización constante de una institución clave" con "efectos sobre su credibilidad de costosa y difícil reparación".  “Yo no soy juez de jueces, pero yo sí acato y respeto las sentencias del Supremo”, ha dicho Dívar, de cuyos magistrados ha defendido “su honestidad”. A preguntas de los periodistas, el presidente del Consejo General del Poder Judicial ha confesado después estar "muy preocupado" por los medios extranjeros que han descalificado al tribunal y la justicia española por los procesos abiertos contra Garzón. “Las sentencias discutidas son mínimas. Recuerden que de nueve millones de resoluciones, sólo se discuten cinco o seis”.

El presidente del Supremo,no obstante, sí ha defendido su derecho a la crítica: "Si somos jueces encargados de aplicar las leyes que no hacemos nosotros,creo que es un derecho que podamos decir a la sociedad y a los parlamentarios que vemos este u otro problema", ha dicho. 

El más contundente durante la larga comisión de justicia en el Congreso -más de cuatro horas- ha sido Llamazares. "Tiene usted entre las manos un caso Dreyfus y porque diga que viene aquí únicamente en calidad de presidente del Consejo General del Poder Judicial no va a poder eludir su grave responsabilidad”, le dijo a Dívar. “No acato una sentencia injusta, que es una barbaridad y un escándalo”. “La condena a Garzón avergüenza a los ciudadanos”.

La justicia, la santísima trinidad, Balmoral y Navalmoral

Más tarde se han enredado en una discusión jurídico-teológica. “El señor Llamazares dice que no tiene fe en la justicia”, dijo Dívar. “En la santísima trinidad”, aclaró, entre risas, el diputado de IU. Y el presidente del Supremo: “Entiendo que si no tiene fe en la Santísima Trinidad tampoco tiene fe en una de sus consecuencias, porque la fe tiene tres virtudes teologales que son la esperanza, la fe y la caridad, e, independientemente de ello, no hay fe en la justicia”.

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La disertación religiosa ha provocado risas en la sala, así como el momento en el que el presidente del Consejo General del Poder Judicial ha confundido Balmoral con Navalmoral. Llamazares le había dicho: "Con su intervención de hoy me ha dado la misma impresión que me dio cuando vi la película La reina, sobre una de las crisis más importantes de la monarquía británica. ¿Se acuerda usted? Se marchó a Balmoral, no a reflexionar, sino fundamentalmente a pasarlo bien. En su intervención de hoy sobre la crisis y la situación de entredicho del Tribunal Supremo creo que usted se ha ido a Balmoral. Diríamos en términos castizos a Babia, pero es una zona de Castilla y León, cercana a Asturias, tan bonita que prefiero hablar de Balmoral".

Y durante la última intervención de Dívar se vio que había entendido mal: "Me ha dicho que estoy en Navalmoral o en Babia. Ya quisiera yo estar en Navalmoral y en Babia, donde iban los reyes de León a cazar, yo no cazo; a mí me cazan algunas veces, pero yo no cazo. No, yo estoy en un puesto verdaderamente difícil".

Joan Tardá, de ERC, también ha aprovechado la presencia de Dívar en el Congreso para criticar con dureza al Poder Judicial: "Estos últimos días se habla demasiado de ustedes en las cafeterías y en los bares. Quizás es bueno porque yo creo que la percepción general que tiene la ciudadanía respecto a ustedes, incluso respecto de la Administración de Justicia, es que es lejana, muy lejana; perversamente politizada; excesivamente endogámica y corporativa, e incluso muy jacobina y castellanista". "Creo que ustedes hoy por hoy todavía no han hecho la catarsis. Y ya toca porque llevamos treinta años de democracia".

Emilio Olabarria, del PNV, lamentó "las convulsiones" que recientes resoluciones judiciales -se refería a la condena a Garzón y la absolución de Francisco Camps-  "están provocando en la ciudadanía". "La justicia emana del pueblo y lo que no puede la Administración de Justicia es permitirse la licencia o el lujo de provocar que el pueblo -en cuyo nombre se imparte o se ejerce esta noble función, la jurisdiccional- sufra permanentes convulsiones". 

El portavoz de justicia del PSOE en el Congreso, Julio Villarrubia, también se ha referido al asunto, para decir que la responsabilidad de "fortalecer la legitimación" de las instituciones judiciales, como pedía Dívar, "es de todos, pero de unos más que otros".

“Ustedes también son justicia —se ha despedido el presidente del Supremo de los diputados— y estoy seguro de que sabrán hacer justicia a todo el mundo, también a los jueces”.

Secretos y filtraciones

El presidente del Consejo General del Poder Judicial también se ha referido en varias ocasiones a las filtraciones, "un atentado muy grave a la justicia",  y propuso reducir el tiempo del secreto de los sumarios a entre 15 y 30 días para que no se produzcan "esos procesos paralelos en los que se instruye, se procesa, se sentencia y se ejecuta".

Dívar también se ha visto obligado a matizar las declaraciones de la portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo, cuando dijo que no todos los ciudadanos eran iguales ante la ley."Todos somos iguales ante la ley, se nos aplican los mismos códigos,  y no existen privilegios. La portavoz del consejo lo que quiso decir es que aunque todos somos iguales ante la ley, las circunstancias que rodean son diferentes, ¿O es que la presión mediática que existe sobre algunos asuntos no puede influir en esa desigualdad?".

El mandingo y el catalán

Natalia Junquera

Una explicación del presidente del Supremo, Carlos Dívar, comparando el mandingo con el catalán durante la comisión de justicia del Congreso, ha provocado el enfado del diputado de ERC Joan Tardà, que le retó a retirar lo dicho o matizarlo.

Hablando del uso de las lenguas en los tribunales después de que ERC le hubiese reprochado que se utilizaba poco el catalán, Dívar dijo: "Aquí hay colaboradores míos que recuerdan el respeto absoluto que cuando yo era juez de instrucción tenía a las personas para recibirles la declaración en su propio idioma, hasta el punto de que es cierto que tuve una persona que solo hablaba en mandingo y me preocupé de encontrar un traductor de mandingo".

Tras poner el grito en el cielo Tardà por la comparación, Dívar, le ha pedido perdón: "Si en algún aspecto he podido confundirle o molestarle, le ruego que me disculpe porque no ha sido esa mi intención".

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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