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Rajoy media entre dos alas del Gobierno

El ministro de Economía salva su posición más dura para venderla fuera

Carlos E. Cué
La vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (2i), junto a los ministros de Economía, Luis de Guindos (i); de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y Hacienda, Cristóbal Montoro, al inicio de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (2i), junto a los ministros de Economía, Luis de Guindos (i); de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y Hacienda, Cristóbal Montoro, al inicio de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. EFE

Fiel a su estilo, Mariano Rajoy dejó a sus ministros que batallaran entre ellos hasta el último minuto por el contenido de la reforma laboral, el proyecto estrella del Gobierno, que se presenta hoy. Pero a última hora hubo que decidir. Y fue en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos donde muchos ministros tenían que atender preguntas parlamentarias. Rajoy medió finalmente entre las dos alas de su Gobierno, cada vez más claramente delimitadas: por un lado, Fátima Báñez (Empleo) y Cristóbal Montoro (Hacienda), por otra Luis de Guindos (Economía), que se suele apoyar en José Manuel Soria. Rajoy remató las últimas decisiones sobre la reforma para dar parte de satisfacción a cada uno de los sectores. Ambos parecían satisfechos al final de la cita, según diversas fuentes gubernamentales.

Guindos ha logrado endurecer la norma en los últimos días argumentando que la UE, y en especial Alemania, a quien Rajoy quiere acercarse, no aceptarían unas modificaciones suaves. Báñez, más en contacto con los sindicatos y muy vinculada a Javier Arenas, que se enfrenta a unas elecciones andaluzas en un mes y medio, trataba de suavizar para evitar una gran contestación social y una huelga general.

La reforma ha sufrido muchas modificaciones en las últimas semanas, en función de los debates políticos en el seno del Gobierno. La clave del choque estaba sobre todo en las formas de contratación —con sus costes de despido— y en el cambio radical de la negociación colectiva. En casi todos estos aspectos, Guindos ha querido ir mucho más allá que Báñez.

Los detalles se conocerán hoy, pero fuentes gubernamentales insistían en que Guindos, apoyado por otros ministros y sobre todo con el argumento de que Bruselas y Alemania esperaban más, logró endurecer al final la reforma, aunque no tanto como deseaba.

Por lo tanto, según las mismas fuentes, políticamente Rajoy ha dejado que Guindos salve su posición y pueda vender en Europa su influencia, mientras Báñez, y con ella su aliado Montoro, salva también el corazón de su reforma, que hoy presentará con la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.

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