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El PSOE de Sevilla logra pactar una única lista tras una dura negociación

La lista única obtuvo 328 votos a favor, el 90,8% Aún así Andalucía, la federación más numerosa, acudirá dividida al congreso Los bandos de los dos aspirantes se otorgan una ligera ventaja

Lourdes Lucio
La número dos del PSOE andaluz, Susana Díaz, (de chaqueta beige) esta mañana en el congresillo.
La número dos del PSOE andaluz, Susana Díaz, (de chaqueta beige) esta mañana en el congresillo.PÉREZ CABO

El PSOE de Sevilla ha llegado a un acuerdo para votar una única lista de delegados al 38º congreso federal que se celebrará en la capital andaluza el primer fin de semana de febrero. El acuerdo ha sido posible tras duras negociaciones de los dos sectores enfrentados, divididos entre los partidarios del secretario general provincial, José Antonio Viera, y la número dos del PSOE andaluz, Susana Díaz. La lista de consenso obtuvo 328 votos a favor, el 90,8%. Según fuentes socialistas ha sido Griñán el que ha forzado el acuerdo de una candidatura que encabezará él. Todavía no están cerrados los nombres que integran la lista. Sevilla aporta 55 compromisarios al cónclave federal y es la provincia de más peso de toda Andalucía. El debate no se ha centrado tanto entre los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón como en el control futuro del partido.

La federación andaluza, aunque aún queda por celebrar el congreso de Málaga, acudirá dividida en dos al congreso federal. Tanto partidarios de Rubalcaba como los de Carme Chacón en Andalucía se otorgan una ligera ventaja.  La delegación andaluza es la más numerosa, ya que aporta el 24% de los 956 delegados.

El congreso ha comenzado una hora de retraso sobre lo previsto, después de que durante toda la noche dirigentes de uno y otro sector hubiesen mantenido negociaciones para lograr una lista única de delegados. Los delegados han votado a favor de la gestión de los órganos federales que han sido apoyadas por el 81% de los delegados (337 votos a favor, 62 en contra y 16 abstenciones). En este proceso intervino el propio secretario general de los socialistas andaluces y presidente de la junta, José Antonio Griñán, quien mantuvo una reunión con Viera ayer por la tarde, antes de comenzar los contactos formales.

“Quiero que alguien me explique qué es lo que está pasando en esta agrupación”, decía Carmen Hemosín, dirigente histórica del PSOE de Sevilla. Muchos de los asistentes al congreso compartían esta opinión de desconcierto porque en los últimos siete años, con Viera al frente de la secretaría general, no se habían producido tensiones destacadas entre la actual mayoría. De haber ido todo bien, el congreso debería haber terminado antes de la hora de comer, pero en lo que en estos momentos muchos confían es que termine antes del partido a las diez de esta noche entre el Real Betis y el Sevilla.

La celebración del congreso ha estado precedida de una escalada verbal sin precedentes entre partidarios de Viera y de la número dos del PSOE andaluz y de la ex secretaria de Organización del PSOE de Sevilla, Susana Díaz, a la que han acusado de ejercer presiones para decantar el resultado de la lista y de “utilizar” a Griñán. Este entiende esa acusación, formulada por el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, como una operación contra él. De hecho, afirmó a este periódico que “atacar” a su número dos en el partido era atacarlo a él.

La actual mayoría de Sevilla se rompió tras el acto de Carme Chacón en Sevilla el pasado día 12, dos días después del que celebró Alfredo Pérez Rubalcaba. El debú de Chacón en la agrupación de Sevilla, que aporta el 23% de los delegados de la federación andaluza al 38º congreso federal, estuvo mejor organizado y acudió más gente, algo que Viera atribuyó a las llamadas a cuadros medios del partido que se habían realizado desde la Diputación provincial, presidida por el también presidente del PSOE sevillano, Fernando Rodríguez Villalobos, y al poderío de Díaz como secretaria de Organización del PSOE andaluz.

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En una ejecutiva convocada el pasado día 16, Viera aseguró que no iba a permitir “injerencias” de Díaz a la hora de elaborar la lista de delegados, que pretendía pactar hablando con todas las sensibilidades del partido, es decir, con el hasta ahora sector crítico. Por el contrario, Griñán le ordenó que la lista de delegados debía responder a la mayoría que integra la comisión ejecutiva provincial.

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