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Industria congela la tarifa eléctrica y sube un 0,5% el gas mientras analiza el sector

Se mantiene la tarifa eléctrica que pagan más de 20 millones de hogares gracias al descenso en los precios de la materia prima

El Gobierno decidió ayer congelar el recibo de la luz y subir ligeramente (0,5% de media) el gas natural. Se cumplió lo que había anunciado el nuevo ministro de Industria, José Manuel Soria, quien, al menos hasta marzo —cuando volverá a revisarse el recibo— ha decidido ignorar las peticiones de las grandes empresas del sector.

En el caso del gas, la subida para los clientes acogidos a la tarifa de último recurso (TUR), que son alrededor de tres millones —de un total de 7,3 millones— supondrá un incremento del 0,5% de media en la factura. Según las cuentas de Industria, la subida del gas para una familia media será de 2,3 euros al año.

Industria ha podido mantener la tarifa eléctrica que pagan más de 20 millones de hogares y tocar mínimamente la del gas, gracias al descenso en los precios de la materia prima. Porque en ambos casos, luz y gas, el Gobierno ha aprobado subidas de los llamados peajes (que cubren los costes fijos del sistema eléctrico y gasista), que han sido compensadas por la caída de los precios del kilovatio y del gas natural. Según detalló ayer Industria, la decisión adoptada con la TUR eléctrica tiene ya en cuenta el auto del Tribunal Supremo que suspendió la bajada de los peajes eléctricos en octubre, lo que a su vez permitió no subir la luz en el último trimestre del año.

Con la congelación de tarifas, Soria se da al menos tres meses para examinar la situación del sector energético y tomar medidas para hacer frente al principal problema: un déficit acumulado en la última década —especialmente desde 2002— que supera ya los 22.000 millones de euros, el 3% del PIB, y que amenaza con engullir todo el andamiaje energético.

Para la tarea, Soria cuenta con Fernando Martí Scharfhausen, exvicepresidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), nombrado ayer secretario de Estado de Energía en sustitución de Fabrizio Hernández.

El nuevo ministro de Industria, José Manuel Soria, en cualquier caso, ha hecho oídos sordos, al menos en esta primera ocasión, a las reclamaciones voceadas a todo trapo por las empresas eléctricas y por la asociación que las agrupa, Unesa.

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Desde el poderoso lobby eléctrico se había reclamado una subida mínima de los peajes del 30% en 2012. Como esos peajes suponen en torno a la mitad del recibo eléctrico —la otra mitad corresponde al precio de la energía—, la reclamación de Unesa supone aumentos mínimos de la tarifa del 15% el próximo año. Y ello sin contar la evolución de los precios del kilovatio que, según los expertos, será claramente alcista. Para las empresas, la gran incógnita es qué decisiones tomará Soria sobre ingresos de hidroeléctricas y nucleares y sobre la contención del déficit eléctrico.

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