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'CASO MINUTAS'

Las minutas abusivas condenan a José María del Nido

El presidente del Sevilla recibe una pena de siete años y medio de cárcel

Fernando J. Pérez

Carlos Prieto, de 71 años y presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga, tiene fama de magistrado duro. En su última sentencia antes de jubilarse —la del llamado caso Minutas de Marbella— no se ha molestado en desmentir esta reputación. En 480 folios devastadores, Prieto detalla la trama que sirvió al exalcalde marbellí Julián Muñoz y al abogado y presidente del Sevilla, José María del Nido, para malversar 2,86 millones de euros de las arcas municipales mediante la contratación de servicios jurídicos “innecesarios”, de forma verbal y sin mediar expediente alguno.

Muñoz y Del Nido han sido condenados a siete años y medio de prisión y 15 de inhabilitación absoluta para cargo público por delitos continuados de fraude, malversación y prevaricación. El primero es considerado “autor” y el segundo “cooperador necesario”, aunque ambos tienen el mismo grado de participación en los hechos.

El fallo, recurrible ante el Tribunal Supremo, es un triunfo incuestionable del fiscal anticorrupción Francisco Jiménez Villarejo. Aunque la sentencia se aleja de las enormes penas solicitadas por él para Del Nido (30 años de prisión) y Muñoz (28 años), sí se alinea con su principal tesis durante el macrojuicio, que se celebró entre el 6 de abril de 2010 y el pasado 24 de junio. El tribunal considera acreditado que el exregidor y el abogado “empobrecieron el erario municipal con el pretexto de efectuar encargos de servicios de asistencia jurídica con omisión de los más elementales principios de toda actuación administrativa”. Según los magistrados, “los importes pagados eran exorbitantes incluso si fueran ciertos los conceptos por los que se cobraron”.

Del Nido fue contratado inicialmente de forma verbal por el fallecido alcalde Jesús Gil, a quien conocía por los negocios futbolísticos. Gil buscaba sustituir a su consigliere de toda la vida, el abogado Eusebio Sierra, encarcelado por el llamado caso Camisetas. El papel que le dio Gil fue representar al Ayuntamiento ante los inspectores del Tribunal de Cuentas que investigaban las arcas marbellíes. Según la sentencia, Del Nido “pronto se convirtió en el jefe de una anómala asesoría jurídica municipal, que no existía en el organigrama, pero que de hecho funcionaba como tal en el Club Financiero Inmobiliario [la sede privada de Gil en Marbella]”. Aunque Del Nido ha tratado de presentarse como mero asesor, el tribunal lo integra“en el núcleo de gestión de las decisiones”.

Pese a que fue fichado —sin concurso público ni contrato escrito— para representar al Ayuntamiento ante el Tribunal de Cuentas, Del Nido “se centró en defender los intereses” de las personas que debían rendir cuentas por los agujeros contables. Todo ello, recoge la sentencia, “en perjuicio de lo que convenía al Ayuntamiento, entidad que para más inri era la que pagaba”.

Del Nido cobró minutas por servicios que perfectamente podrían haber realizado funcionarios municipales y otras en las que no está acreditada su participación. En total, la sentencia recoge 79 minutas y cuatro pagos fraudulentos por valor de 2,86 millones de euros. En atención a esta enorme cantidad, el tribunal aplica un tipo de malversación agravada. El mandatario sevillista deberá indemnizar al Ayuntamiento marbellí con 2,78 millones y Muñoz con 3,05.

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Pese al protagonismo de Del Nido y Julián Muñoz, en el caso Minutas había más acusados. Modesto Perodia y Esteban Guzmán, directivos de las sociedades que abonaron las minutas fraudulentas, han sido condenados a penas de seis años y cuatro meses y seis años y un día respectivamente. Por su parte, Víctor Cohen, Ángeles Carrasco (exesposa de Del Nido y abogada), Alfredo Chica y Manuel Vázquez, todos asesores ajenos al Ayuntamiento, han recibido penas de dos años de prisión.

El resto de los procesados —siete exconcejales gilistas y el exsecretario municipal Leopoldo Barrantes— han quedado absueltos. Para ellos, el magistrado Carlos Prieto no fue tan severo.

Los principales accionistas del Sevilla se mueven

RAFAEL PINEDA, Sevilla

Lo primero que hizo José María del Nido, conocido en España e internacionalmente por ser presidente del Sevilla, fue reunirse con los pesos pesados de la entidad deportiva sevillana nada más conocerse la sentencia del caso Minutas. Hoy, previsiblemente, ofrecerá una rueda de prensa para desvelar cuál será su futuro en el club, al que llegó como presidente en 2002 y bajo cuyo mandato el Sevilla ha logrado los mayores éxitos deportivos de su historia.

La extensa sentencia no inhabilita a Del Nido para ejercer la presidencia del Sevilla y en la hoja de ruta del presidente no está previsto presentar su dimisión. A Del Nido lo respalda su actual consejo, pero otra cosa es lo que puedan pensar los máximos accionistas de la entidad.

Uno de ellos, Rafael Carrión, que es el accionista particular con mayor peso en la entidad (el 14% de los títulos), solicitó de forma pública la dimisión de Del Nido. “Si yo fuera él dimitiría, ya que el Sevilla no puede tener a un presidente condenado. Eso daña a la entidad”, señaló Carrión en declaraciones a Canal Sur radio. Carrión descartó su regreso a la presidencia del Sevilla, cargo que ocupó entre 1997 y 2000.

La mayoría de las acciones del Sevilla se encuentra en manos del grupo Sevillistas de Nervión, del que forma parte el propio Nido. Aglutina en torno al 34% de los títulos y se encuentra formado por seis grandes accionistas. Dos de ellos, Francisco López Guijarro, del denominado Grupo de Utrera (empresarios de esta localidad sevillana que tienen un importante paquete de acciones), y el ex presidente Roberto Alés tienen previsto mantener hoy una reunión para analizar la situación tras la condena a Del Nido.

Fuentes del Sevilla aclaran que es muy complicado que los grandes accionistas presionen al dirigente para que presente la dimisión. Primero porque ninguno de ellos desea constituirse en la alternativa. En segundo lugar, porque Del Nido viene avalado por sus éxitos deportivos, tiene mucha fuerza entre la afición y carece de oposición. Si decidieran forzar su marcha, deberían convocar una junta de accionistas y destituirlo. Todas las miradas estarán puestas por tanto en la alocución pública de Del Nido. En el apartado deportivo, el entrenador de la primera plantilla, Marcelino García Toral, expresó su apoyo al presidente. Hoy hay partido de Copa y la afición emitirá su veredicto particular.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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