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Urdangarin propuso a la Generalitat una cumbre sobre salud en Barcelona

El duque proyectó unas jornadas “como las de Valencia” por 500.000 euros

Iñaki Urdangarin y Diego Torres planearon la organización, en Barcelona, de un gran evento similar a los que les reportaron ingresos por cinco millones de euros en Baleares y la Comunidad Valenciana. El instituto Nóos, la entidad sin ánimo de lucro del duque de Palma y de su mano derecha, propuso a la Generalitat la posibilidad de celebrar, en 2006, una cumbre donde el eje fundamental fuese la salud. Pero el Gobierno catalán, entonces en manos del tripartito de izquierdas, desechó la propuesta, una suerte de foro Davos de la salud que debía congregar a investigadores de primera línea, expertos en mecenazgo, empresarios del sector, políticos y otras personalidades públicas, según fuentes consultadas.

En 2005, el mismo año que Palma y Valencia acogían sendos foros sobre turismo y deporte, Urdangarin y su socio ideaban un proyecto para incluir Barcelona en su particular eje mediterráneo. Se trataba de buscar “nuevas oportunidades para el mecenazgo” vinculadas con la salud. Los responsables de Nóos contactaron con los consejeros de Economía, Antoni Castells, y de Salud, Marina Geli, ambos del PSC. El yerno del Rey mantuvo con cada uno de ellos, por separado, una breve cita en la que les expuso el plan de preparar “un foro similar al de Valencia”, que se abordó en “una o dos” reuniones posteriores con otros interlocutores.

El marido de la infanta planteó un foro internacional de tres días

El marido de la infanta Cristina había proyectado, inicialmente, una cumbre internacional de tres días de duración. El coste del foro rondaría el medio millón de euros. Pero la Generalitat descartó de plano la iniciativa, que aún estaba verde y falta de concreción. Lo hizo por tamaño y por precio. Según fuentes cercanas al caso, sí vio con buenos ojos dar apoyo económico a un evento de menor formato (una sola jornada) y, sobre todo, más barato.

Urdangarin era el yernísimo. Teníamos que mantener las formas y recibirle. Pero ya veíamos que aquello no iba a ningún sitio”, recuerda un ex alto cargo del tripartito conocedor de las reuniones preparatorias. La propuesta guardaba relación con la responsabilidad social corporativa, una de las áreas de trabajo de Torres, que fue profesor de Urdangarin en la elitista escuela de negocios Esade. “Ya había un proyecto en marcha sobre ese tema y el formato que nos ofrecían no nos interesaba. Eran unas jornadas que no iban a desembocar en nada más”, señala la misma fuente.

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Torres se apuntó al carro de la responsabilidad social como lo hizo también al del deporte o internet. Es un oportunista, sabe ver lo que está de moda en cada momento y lo explota”, explica un extrabajador. La perspectiva de los gestores de Nóos era que las empresas relacionadas con el sector colaboraran para aportar fondos a la cumbre.

La idea también cayó en saco roto en los despachos del Departamento de Salud, porque la cumbre “no era prioritaria” ni “encajaba” con sus necesidades, según fuentes de la Generalitat. La propuesta, que no se llegó a plasmar en ningún documento y que se abordó de forma superficial, trataba sobre “la promoción de la salud a través de una actividad deportiva, como podría ser la vela”, añaden esas mismas fuentes. Torres es aficionado a ese deporte.

Pese a la negativa de Geli y Castells sobre un macroevento de medio millón, Nóos siguió trabajando otras propuestas. Una de ellas preveía la participación de unas 100 personas para fomentar la investigación en biomedicina y potenciar su relación con el patrocinio y el mecenazgo. Al margen de una reunión en la que el personal de Nóos exhibió “algún power point”, los responsables de la Generalitat no llegaron a recibir documentación concreta del proyecto. Los primeros esbozos señalaban que la reunión iba a celebrarse en el mes de junio de 2006, e incluso apuntaban la posibilidad de celebrar una segunda edición, al año siguiente, “más global y con más ponentes”. En la inauguración del acto estaba prevista la participación de Urdangarin como presidente de Nóos.

Según la Generalitat, nunca se llegó a abordar ese foro, lo que no impidió que sí se cerraran otros tratos con el instituto que Urdangarin presidió dos años con poderes ejecutivos. En 2005, Nóos y Salud firmaron un convenio por valor de 30.000 euros. El juez de Palma que investiga el caso, José Castro, ha pedido al Ejecutivo autonómico que aporte la documentación sobre ese convenio para comprobar si, también en ese caso, se inflaron facturas o se facturaron servicios no realizados.

“Era el yernísimo, le recibimos, pero no nos interesaba”, dice un ex alto cargo

Hasta el momento, la investigación ha revelado que, a diferencia de lo que ocurrió en la Comunidad Valenciana y Baleares —entonces en manos de Francisco Camps y Jaume Matas, del PP—, la actividad del instituto Nóos fue poco fructífera en Cataluña, salvo por algunos acuerdos menores (inferiores a 12.000 euros) con la Diputación de Barcelona o los Ayuntamientos de Barcelona y Mataró.

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