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Defensa suspende de funciones al teniente imputado por acoso sexual

El jefe de la Armada ha ordenado el cese fulminante del oficial Estaba destinado a la Dirección de Asuntos Económicos, uno de los órganos clave

Miguel González
Interior del cuartel general de la Armada.
Interior del cuartel general de la Armada.BERNARDO PÉREZ

La Armada y el Ministerio de Defensa han reaccionado de forma fulminante ante la difusión por EL PAÍS del escándalo protagonizado por el teniente I. E. M., imputado por abuso de poder y acoso sexual a media decena de soldados. A primera hora de la mañana, el Mando de Personal de la Armada ha comunicado el cese administrativo del oficial, que desde 2006 estaba destinado en un puesto clave: la Secretaría de la Dirección de Asuntos Económicos de la Marina de Guerra.

La medida dejaba al oficial pendiente de la asignación de un nuevo destino, pero pocas horas después el subsecretario de Defensa, Vicente Salvador Centelles, ha decretado —por delegación de la ministra Carme Chacón— la suspensión de funciones de I. E. M., en aplicación de la ley de la Carrera Militar por un plazo máximo de seis meses.

La suspensión podía haberse adoptado el pasado día 11, cuando el teniente compareció ante el juez militar acusado de un presunto delito de abuso de autoridad pero Defensa ha alegado que hasta hoy no había tenido conocimiento de la imputación del oficial. El jueves, al irse a publicar la noticia, la Armada preguntó al juez.

Para la Armada, el caso es embarazoso porque I. E. M. estaba destinado en su propio Cuartel General y porque, desde principios de septiembre, tenía conocimiento al menos parcial de los hechos a través del parte presentado por B., quien los denunció. Como el parte no estaba firmado no se abrió ninguna investigación —a pesar de que el jefe de la Asesoría Jurídica de la Armada, el general Ángel Montero, mantuvo varias reuniones con el denunciado— hasta que el soldado B. y otro compañero suyo acudieron al fiscal, ya el 29 de septiembre.

En su declaración ante el juez, I. E. M. reconoció que mantuvo relaciones sexuales con varios de sus subordinados, aunque insistió en que fueron consentidas. También admitió que utilizó sin autorización medios oficiales, como vehículos del parque móvil de la Armada, para usos privados.

Esta noche, la Armada ha difundido un comunicado en el que asegura que “ante un proceso judicial en marcha sobre asuntos que pudieran resultar lesionados el honor y la intimidad de las personas, ha querido actuar con prudencia y discreción y ateniéndose, únicamente, a los hechos que le han sido comunicados de forma oficial”.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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