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Copiloto de la economía

Uno de los termómetros para medir el nivel de euforia del PP es la asistencia de simpatizantes

Desde esta noche, lo que ha empujado a Mariano Rajoy hacia el triunfo electoral será a la vez lo que le lastrará como presidente. Tiene que enfrentarse a la crisis económica, a la presión de los mercados, a las cifras de paro y a la urgencia de tener que tomar medidas que, con toda seguridad, provocarán protestas en la calle. "No habrá milagros", advirtió ayer.

El líder del PP tiene previsto desde hoy mismo incrementar los contactos con el presidente del Gobierno y con su vicepresidenta, Elena Salgado, para coordinar ya el análisis de la situación y el traspaso de poderes. Tiene pendiente aún desvelar quién será la persona que se encargue en su Gobierno de la economía, sobre un esquema como el de la etapa de Aznar que él siempre alabó porque había una referencia, Rodrigo Rato, para cualquier decisión o anuncio económico.

Según sus previsiones, el día después de tomar posesión como presidente, hacia el 20 de diciembre, convocará al resto de partidos, a los sindicatos y a la patronal para intentar consensuar medidas urgentes. Tendrá mayoría suficiente para aprobarlas por sí solo, pero su objetivo es buscar el consenso.

Desde el lunes su equipo estará en contacto con el actual Gobierno para tener información de la marcha de los datos económicos, de las medidas que hubiera que tomar y de la posición que mantenga Zapatero en la cumbre Europea del día 9.

Esta noche, Rajoy ha recibido ya las llamadas del francés Nicolas Sarkozy y de los dirigentes europeos Jose Manuel Durao Barroso y Van Rompuy.

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