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Rubalcaba: “El PP no es cambio, es marcha atrás”

Rubalcaba pide en su ‘sprint’ final el voto útil de izquierdas para “un PSOE fuerte” que evite el “monopartidismo de la derecha”

Natalia Junquera
Rubalcaba, en su mitin de cierre de campaña, en Fuenlabrada.
Rubalcaba, en su mitin de cierre de campaña, en Fuenlabrada.DANI POZO (AFP)

Lo dijo de mil formas distintas —“cuando los progresistas fragmentamos el voto, nos debilitamos”; “solo un PSOE fuerte puede hacer frente a esta derecha de Rajoy”...— y en ninguna estaba pidiendo ya el voto para ser presidente del Gobierno sino para ser un buen líder de la oposición. Alfredo Pérez Rubalcaba volvió ayer por cuarta vez en 15 días a Andalucía para dar los últimos mítines y pedir el voto para “un PSOE fuerte”, no ganador. Para evitar “el monopartidismo del PP”.

Ha sido una campaña rara. La emoción, esto es, la intriga alimentada durante cuatro años por saber quién será el próximo presidente del Gobierno, ha brillado por su ausencia y si algún día la hubo, llegó un domingo y fue fulminada en una encuesta. La contundencia de los sondeos ha convertido la campaña en un trámite para el candidato del PP y en un esforzado intento —hasta seis mítines en un día— del socialista por evitar que el voto de izquierdas se disgregara aún más y el 20-N, descontada ya la derrota, el resultado no sea tan malo como para impedir al perdedor hacer bien su trabajo de oposición en el Congreso, ejercer las tareas de control a un Gobierno que ya sabe que no presidirá él.

Sin dejar de hablar de su programa y de lo que está convencido de que oculta Rajoy en el suyo, Rubalcaba ha dedicado sus últimas apariciones a intentar que esa mayoría del PP no sea tan abrumadora como la que predicen las encuestas. “Me preocupa que la derecha se alce con el poder absoluto”, reconocía en una entrevista anteayer a este periódico. ¿Y qué es el poder absoluto? “El poder absoluto es todo el poder: en los Ayuntamientos, en las comunidades, en el Estado, más el poder institucional, más el mediático, el económico, que la derecha española no ha perdido nunca...”.

Rubalcaba sabe bien por dónde sangra su partido. Sabe que sangra por la derecha y por la izquierda. Que parte de su electorado ha decidido votar ahora al PP con la convicción de que los socialistas no han sabido gestionar la crisis y hace falta un cambio. Y que otra buena parte de sus tradicionales votantes se han ido a otras opciones de izquierdas porque consideran que la política del PSOE de la última legislatura no es muy diferente de la que esperarían del PP. A estos dos grupos, y a un tercero, el de los desencantados que ni siquiera piensan acercarse a una urna el 20-N, se ha dirigido el candidato socialista toda la campaña y especialmente al final. Con el mensaje de que “el cambio por el cambio” no es la solución, y el ejemplo de Portugal o Reino Unido: “Han cambiado de Gobierno y ahora tienen la misma crisis pero menos prestaciones sociales”, ha repetido de norte a sur. “No es cambio, es marcha atrás”, remató ayer. Y con la advertencia de que “cuando la izquierda se fragmenta, se debilita”, y que el único “voto útil” posible este domingo es el de la izquierda socialista.

Al tercer grupo, el de los que planean quedarse en casa este domingo, les ha pedido hasta la extenuación que voten. “La indiferencia no crea escuelas, ni hace hospitales” se ha cansado de repetir.

Y en cada mitin, esas reuniones donde solo acuden los ya convencidos, Rubalcaba ha pedido a los asistentes que movilizaran a la gente por todas las vías —“¿sabéis la cantidad de llamadas de teléfono que se pueden hacer de aquí al domingo?”— . “Explicad nuestro programa a los que no saben qué hacer. Explicadles que no es lo mismo el PSOE que el PP. Que estas son las elecciones más importantes desde 1977. Que nos jugamos mucho. Que podemos perder lo que nos ha costado 30 años conseguir. Que el cambio político es un retroceso...”.

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Su campaña en 10 frases: "Salimos todos o unos pocos"

  • "Pido a los españoles que comparen los modelos: nosotros queremos salir todos de la crisis; el PP solo unos pocos, y a quien Dios se la dé san Pedro se la bendiga".
  • "Rajoy dice que la Ley de la Dependencia no es viable, eso es que se la va a cargar".
  • "El PP va enseñando la patita y en su programa se ve que va a reducir las prestaciones por desempleo".
  • "Si Pablo Iglesias levantara la cabeza no entendería tantas referencias a las nuevas tecnologías, pero no le costaría reconocer que es un texto de su partido, porque los principios y los valores son los mismos".
  • "Hace cuatro años, Rajoy quiso llegar a La Moncloa de la mano de una niña y ahora de la mano de una prima, de riesgo".
  • "Vamos a cumplir nuestros compromisos de déficit, pero todos ya se dan cuenta de que el ajuste duro está llegando a su límite".
  • "Todos los cambios y la expansión de derechos en España tienen el alma, el nombre y el apellido del PSOE".
  • "Están en peligro los derechos de las mujeres: no vamos a consentir ni un paso atrás en la Ley de Igualdad y en la despenalización del aborto".
  • "Cada voto socialista será para defender la educación y la sanidad públicas; los derechos de los trabajadores; de los pensionistas; de los trabajadores de las pymes; de los estudiantes".
  • "España necesita un PSOE fuerte, para parar a una derecha que cuando tiene poder recorta, y si tuviera poder absoluto recortaría absolutamente".

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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