_
_
_
_
_

“Después de lo de Cospedal, nos tiemblan las piernas”

Míriam Ollero, empleada municipal, cree que se tolera el fraude de ley en los contratos

Miriam Ollero, miembro del 15-M y empleada municipal.

Míriam Ollero, de 52 años, sabe por experiencia lo que es la precariedad y la imposibilidad de encontrar trabajo. Esta empleada del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) tiene dos hijos: un abogado y una arquitecta. El primero ha tenido que emigrar y trabaja ahora en una tienda de Inglaterra. La segunda está intentando salir del paro. Desde el primer día participa en las acampadas y movilizaciones del 15-M.

“Después de lo que ha dicho María Dolores de Cospedal, nos tiemblan las piernas”, afirma en respuesta a las palabras de la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, quien dijo: “Vamos a tener la calle llena de manifestaciones, de pancartas. No importa. Estamos preparados”.

Ollero asegura que ellos también están preparados, pero lamenta que haya esta actitud previa de desprecio a las protestas. “Si no les importa nuestra lucha pacífica, nos queda lo que hemos tenido siempre los trabajadores: la huelga”.

Esta integrante del comité laboral del 15-M en Sevilla cree que merece la pena la idea de “repartir lo que hay, siempre que se garantice un nivel de vida mínimo, para que todo el mundo tenga trabajo”. También aboga por eliminar las subcontrataciones para “evitar intermediarios” y por “blindar al trabajador”.

Si no les importa nuestra lucha pacífica, nos queda lo que hemos tenido siempre los trabajadores: la huelga

Lamenta que, desde que se creara el contrato de aprendizaje con la promesa de que todo iba a ir a mejor, todo ha ido a peor. Y afirma que una de las consecuencias es que el “trabajador no siente la empresa”. “Cuanto más precario sea el empleo, menos se identificará con el objetivo común”, asegura.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Culpa del abuso de los contratos temporales a los patronos, que no cumplen las normas. “El fraude de ley es habitual”, asegura. Admite la existencia de relaciones labores temporales, siempre que sea para algo circunstancial. Dice que es normal que haya empleos para una campaña, pero no que se utilicen para hacer indefinido algo circunstancial.

Insiste en que sus palabras son propias y no representativas del 15-M. Explica que es en la coordinadora de las asambleas donde se deciden las estrategias específicas. Y con esta advertencia, también afirma que “los sindicatos han vendido a los trabajadores”. El sistema sindical es como el electoral: se basa en un mandato para cuatro años y olvídate”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_