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La campaña se vuelve autonómica

Los líderes dirigen cada vez más sus mensajes a las elecciones andaluzas de marzo

Javier Arenas y Dolores de Cospedal, en Jaén.
Javier Arenas y Dolores de Cospedal, en Jaén.JOSÉ MANUEL PEDROSA

Cada día que pasa, la campaña de las elecciones generales se vuelve más autonómica. Entre el mar de actos que se multiplican y apelmazan a velocidad vertiginosa conforme se aproxima el domingo (el día señalado para ir a las urnas), se puede oír ya con nitidez de boca de los dirigentes andaluces los mensajes pensados para la cita posterior, la de marzo, la que tiene el punto de mira en el Palacio de San Telmo.

Después de que este fin de semana las encuestas terminaran de despejar el presumible resultado del 20-N, con una mayoría del PP que en buena parte se apoya en el imponente avance de este partido en Andalucía, la estrategia se centra en ganar terreno para las autonómicas.

Mientras los populares pretenden asegurar para entonces el voto que logren conquistar en las elecciones generales, el PSOE sitúa su objetivo en la dirección contraria. Persiguen que quienes se abstengan u opten por otras fuerzas para la convocatoria nacional, se lo repiensen en marzo, una vez que en los cuatro meses que restan se vea el cariz de las medidas que habrá de tomar Mariano Rajoy, si gana, acuciado por la crisis económica. Y, especialmente, la repercusión que los supuestos ajustes tendrán en Andalucía.

Javier Arenas le dedicó ayer la mayor parte de su tiempo electoral al que será su rival en la competición autonómica, José Antonio Griñán, y a lo que hará él si logra presidir la Junta. El líder del PP —que estuvo en Motril (Granada) y Jaén, acompañado de la presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal— señaló que el socialista, “una persona inteligente”, lleva varios días diciendo “tonterías” para no hablar ni una palabra de empleo. “Y lo comprendo porque tiene que sentir vergüenza”, apostilló, por los 1,2 millones de parados de Andalucía. “No es una maldición bíblica, sino que durante 30 años han estado gobernando los mismos”, explicó, para luego avanzar que si llega a sentarse en San Telmo se irá a su casa cuando cumpla dos legislaturas.

El PP pretende asegurar los votos que consiga el 20-N para la cita de marzo

Arenas mantiene la misma calculada ambigüedad que Mariano Rajoy respecto a los proyectos concretos e insiste en el manual genérico que ha diseñado el PP: nada puede ir a peor, y el método para dar un vuelco a la economía consiste en la confianza que generará su partido. Pero no deja pasar una ocasión para meter una pulla a Griñán, a la gestión del PSOE en la Junta e, incluso, cuando habla de la victoria de Rajoy en el 20-N lo hace desde la óptica del papel de Andalucía, con la vista puesta en las elecciones de marzo. Ayer señaló que la comunidad tiene que ser el motor que encabece el cambio político en España porque es la que peor lo ha pasado con la crisis por culpa de la hegemonía de 30 años de los socialistas.

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Los mandos intermedios del PP aprovecharon el nuevo episodio del caso de los ERE para cargar contra Griñán. El secretario general, Antonio Sanz, consideró que está “absolutamente inhabilitado” para seguir en política.

La secretaría de Organización del PSOE, Susana Díaz, colocó también en su diana al líder del PP andaluz. Los dardos más afilados fueron para él, si bien metió a José María Aznar en el saco y, por supuesto, a Mariano Rajoy. “Nunca han sido políticos de fiar”, dijo, y cuando estuvieron en el Gobierno “no respondieron a nuestra tierra”. La socialista agregó que los andaluces conocen muy bien a Arenas desde 1979. “Saben lo que ha hecho, y sobre todo, lo que no ha hecho por Andalucía”. Según ella, al líder popular le ha pasado lo mismo en 30 años: “Gana las encuestas pero luego pierde las elecciones”.

En un mitin en Motril, José Antonio Griñán suscribió las palabras de Susana Díaz y dijo que oculta su programa. “Todo lo que hace es meterse conmigo, no es de fiar”. Centró su intervención en hablar del empleo y recordó que la Junta andaluza ha puesto 1.000 millones de euros en el Presupuesto de 2012 para prestar a pequeños empresarios y que puedan crear empleo. “No somos un banco, pero vamos a actuar de banco”, aseveró. Y agregó: “Vamos a ganar empleo por la calidad, no desplomando los salarios ni haciendo que la jornada laboral sea más larga”.

Del líder del PP andaluz habló solo indirectamente: “Se puede dar un mitin sin insultar a nadie y sin contestar a Arenas”.

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