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“No estoy orgulloso de adjudicar en funciones dos edificios del Gaiás”

Núñez Feijoó asume los errores de Fraga en los contratos de la Cidade da Cultura El alcalde de Santiago advierte que no tendría sentido dejar el complejo sin acabar

Feijóo, junto a Conde Roa, a las puertas del Hostal dos Reis Católicos.
Feijóo, junto a Conde Roa, a las puertas del Hostal dos Reis Católicos.ANXO IGLESIAS

La finalización o no de la Cidade da Cultura, con los seis edificios y su forma de vieira tal cual la dibujó el arquitecto Peter Eisenman en su plano original, la decidirán los ciudadanos en 2014, cuando remita la crisis. Hasta entonces el macrocomplejo se quedará como está. Que sea o no amputado el conjunto arquitectónico ya no incumbe a corto plazo al Gobierno gallego. Lo confirmó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó, en uno de esos desayunos informativos que proliferan cuando se acercan las elecciones. “Serán los gallegos los que nos indiquen el camino a seguir en 2014 cuando puede empezar a variar el crecimiento. Entonces tomaremos la decisión definitiva”, aseveró el mandatario.

Será pues su sucesor el que decida, con lo que la tramitación del proyecto que nació en 1999 de la mano de Manuel Fraga habrá ocupado a cinco Gobiernos, cuatro del PP y el del bipartito. El penúltimo de los populares, con Feijóo como vicepresidente primero, tomó la víspera de la jornada de reflexión en junio de 2005 una decisión trascedente, que ahora le puede salir cara y de la que el presidente dijo estar arrepentido. Nadie ni en la Consellería de Cultura, ni en el gabinete del presidente, ha explicado aún cuánto costará demorar el proyecto otra vez más.

Su titular, Roberto Varela, aseguró ayer que la prórroga hasta 2014 está pactada con las constructoras, pero evitó explicar los términos de dicho acuerdo. Tampoco lo hizo Feijóo, por más que ayer se le preguntase directamente por ello en el coloquio en Santiago. En él, trató de sincerarse y admitió que no repetiría la decisión que la Xunta de la que era vicepresidente primero adoptó en junio de 2005.

“Sobre si me parece razonable contratar en funciones esos dos edificios, sabiendo lo que sé, por supuesto que no me parece razonable. Y sin saber lo que sé no me siento orgulloso de contratar en funciones edificios”, se retractó, antes de hacer propósito de enmienda: “Hay antecedentes de gobiernos que toman esas decisiones que comprometen presupuestos. Espero que el mío no tome decisiones sobre inversiones que afecten a presupuestos futuros cuando esté en funciones”. La decisión de posponer sine die lo que queda del Gaiás y la puerta abierta a dejar la obra inconclusa para siempre, que el alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, evitó comentar el fin de semana, cuando EL PAÍS adelantó la noticia, fue aceptada a medias por el regidor compostelano.

Conde Roa entendió ayer que no es momento de invertir en obras de más edificios porque toca priorizar a todas las Administraciones, pero subrayó que “amputar el proyecto arquitectónico no tiene sentido”. Aceptó de buen grado que la decisión se adopte en 2014 y confió en que para entonces se pueda retomar, una postura opuesta a la que mantuvo antes de llegar al poder cuando arremetió contra el Gobierno de Touriño cuando decidió aplazar las obras.

Ni siquiera la oposición en Santiago optó por hacer ruido ante el anuncio de la Xunta. El PSOE local, comandado por Xosé Sánchez Bugallo, exalcalde de la ciudad y que siempre avaló el proyecto aun cuando su partido estuvo en contra, tampoco puso peros a la prórroga pero se opuso a que la Consellería de Cultura rescinda los contratos con las constructoras. Calculó que dar marcha atrás al contrato implicará pagar una indemnización de 20 millones de euros a las firmas adjudicatarias, informa Europa Press. “Es mucho pagar por no construir”, se quejó.

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