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La quinta conferencia en 10 años

Las otras citas lanzaron el proyecto de Zapatero y avalaron los programas electorales

Francesco Manetto
José Luis Rodríguez Zapatero, en la conferencia política de 2001.
José Luis Rodríguez Zapatero, en la conferencia política de 2001.ULY MARTÍN

La conferencia política del PSOE que empieza esta tarde es la quinta en una década. Las otras sirvieron para empezar a elaborar el programa de Zapatero, lanzar su proyecto de país y preparar las elecciones autonómicas de 2007 y las generales de 2008. Según los estatutos socialistas, tiene que haber por lo menos una conferencia política entre congresos y el órgano que las convoca es el Comité Federal.

Preparar el terreno

Convocada para los días 20 y 21 de julio de 2001, la primera conferencia política tras la proclamación de José Luis Rodríguez Zapatero tenía como objetivo preparar el terreno para el programa electoral y las reformas internas de carácter organizativo en el PSOE. En definitiva, se trataba de adaptar el discurso del partido a la sociedad del siglo XXI y actualizar la ideología y las esencias de la socialdemocracia. El título: Ciudadanía, libertad y socialismo.

La conferencia de 2001 actualizó la ideología de la socialdemocracia

Emilio Pérez Touriño fue el encargado de presidir la mesa de la conferencia, en la que participaron unos 800 militantes y que logró un grado de acuerdo muy elevado y abrió un nuevo camino político. Los socialistas decidieron consolidar el sistema de elecciones primarias y limitaron a tres los mandatos y las compatibilidades de cargos de los dirigentes. El partido, además, decidió dar un paso más hacia la paridad en las listas para la elección de los delegados en los congresos y las abrió a las minorías.

"La mayoría suficiente"

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La de enero de 2004 fue la conferencia política que bajo el lema Soluciones ahora avaló las orientaciones de base del programa electoral de Zapatero. Los 1.500 asistentes discutieron un documento marco elaborado por el futuro ministro de trabajo ahora responsable de la Fundación Ideas, Jesús Caldera.

Magdalena Álvarez presidió la mesa de esa cita en la que, en cualquier caso, se evitó concretar el apartado fiscal de la propuesta del candidato, ya que según Miguel Sebastián era imposible adoptar compromisos sin conocer el estado real de la economía, “lo que contenga el ordenador de Hacienda”. En la conferencia de 2004 se vivió también la despedida de Felipe González como diputado.

Zapatero animó a los asistentes a ir por “la mayoría suficiente”. Entonces, a finales del segundo mandato de José María Aznar, el exlíder del PSOE consideraba que existían las tres condiciones para lograrla: “Proyecto de país, equipos adecuados y energía para llevarlo adelante”.

Inmigración y oposición

Las exigencias de apuntalar el proyecto socialista ante las elecciones municipales y autonómicas de 2007 motivaron la celebración de la conferencia política de septiembre de 2006.

“Cada día laborable se convierten 5.000 empleos eventuales en fijos”, enfatizó Zapatero en 2007

Las ponencias se centraron en la inmigración y en las críticas al Partido Popular, pero sobre todo fue la última conferencia política antes de que apareciera la sombra de la crisis financiera. Por eso Zapatero se mostró seguro: 2007 será “un gran año”. En el horizonte de entonces, aún libre de recortes sociales, estaba la Ley de Dependencia, la de igualdad, y a punto de salir del tintero la del cine, del libro, la música... “Cada día laborable se convierten 5.000 empleos eventuales en fijos”, enfatizó Zapatero poniendo en valor la lucha contra la precariedad.

Hace un mes, el Gobierno revocó el límite al encadenamiento de los contratos temporales instaurado entonces con una reforma laboral que, en palabras del ministro de Trabajo, Valeriano Corbacho, prefiere “un trabajador precario antes que un parado”.

La crisis y ETA

En 2008, cuando se celebró la conferencia política antes de las elecciones generales, las circunstancias ya eran distintas. Bajo el lema Motivos para crecer, el entonces vicepresidente y titular de Economía, Pedro Solbes, fue el encargado de abordar cuestión más delicada, una posible crisis que muy poco entonces reconocían.

La conferencia, presidida por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, entonces la persona más valorada del Ejecutivo, acabó convirtiéndose en un foro de debate sobre ETA y el terrorismo debido a una propuesta de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. La conferencia aprobó que se incluyera en el programa que no hay expectativa de diálogo con la banda terrorista, aunque se evitó utilizar la palabra “rechazo”.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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