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Un gravamen que pagaba el 5% de los contribuyentes

El Estado ingresó el último año del impuesto 2.121 millones por patrimonio. De ese total, 1.527 millones (el 72%) los pagó el 9,6% de los contribuyentes

En 2007 —último año de aplicación del impuesto de patrimonio antes de que el PSOE lo suspendiera alegando que recaía sobre la clase media— declararon por ese impuesto 981.498 personas; es decir, el 5,2% del total de contribuyentes de IRPF. De ellas, 94.066 personas (el 9,6%) declararon en los cuatro tramos más altos: más de un millón de euros. Y 143.530 (el 14,6%) en los tramos más bajos: hasta 150.000 euros.

Estaba obligado a presentar declaración todo aquel que tuviera un patrimonio superior a 601.000 euros o un patrimonio neto (la diferencia entre el valor de los bienes y el de las deudas) superior a 108.000 euros —aunque, al ser un impuesto cedido, varias comunidades habían elevado ese mínimo—. La vivienda habitual estaba exenta hasta un valor de 150.200 euros. El tipo del impuesto, dividido en ocho tramos, iba del 0,2% al 2,5%.

El Estado ingresó aquel último año 2.121 millones por patrimonio. De ese total, 1.527 millones (el 72%) los pagó el 9,6% de los contribuyentes (los que declaraban más de un millón). El 50% declaró menos de 300.000 euros, y aportó el 4% de lo recaudado. Esos pagaron 176 euros de media; los patrimonios de entre uno y 2,5 millones, 8.330 euros; y quien declaró más de diez millones pagó, de media, 169.000 euros.

Tras suspender el impuesto, el Gobierno compensó a las comunidades transfiriéndoles cada año un monto (similar a lo que han dejado de recaudar) que sale ahora de la recaudación general.

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