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El Gobierno de Camps generó 3.344 millones de deuda en 2010 y amortizó 136

La Generalitat valenciano pagó 362 millones de euros en intereses bancarios en un año

La caída de ingresos públicos aparejada a la crisis económica que golpea a las familias y empresas españolas desde finales de 2007 obligó al Consell valenciano a recurrir a préstamos y emisiones de deuda para poder cubrir sus gastos a lo largo de 2010. La Cuenta General de la Generalitat, el detalle de la liquidación del presupuesto del año pasado, revela que la Administración general de la Generalitat pidió prestados 3.344 millones de euros. Y apenas amortizó 136 millones de euros.

Según los datos que recoge la Cuenta General, la deuda de la Administración general de la Generalitat pasó de 8.985 millones de euros a 12.193.

Perlas de una cuenta general

  • Valmor, la empresa promotora del Gran Premio de Europa de fórmula 1 en Valencia, debe a la Sociedad del Motor y Promoción Deportiva, dependiente de la Generalitat, un total de 12.131.000 euros al cierre del ejercicio 2010, por la organización de la competición en los años 2008, 2009 y 2010.
  • El Palau de les Arts Reina Sofía ha cerrado el ejercicio 2010 con un excedente negativo, pérdidas, de 8.346.912 euros. Este excedente negativo viene originado, exclusivamente, por la minoración de las subvenciones de explotación concedidas por parte de la Generalitat y por la no concesión del canon por los derechos de explotación del edificio.
  • El Instituto Valenciano de la Exportación adeuda 5,2 millones de euros a las empresas que obtuvieron ayudas a la internacionalización, consolidación de marcas o asistencia a ferias, vinculadas a los programas Exit y Afin, durante el ejercicio 2010.
  • La sociedad pública Valenciana de Aprovechamiento Energético de Residuos (Vaersa) sobrepasó en 2010 el límite del presupuesto aprobado para gastos de personal en 16,5 millones de euros, ya que el importe presupuestado inicialmente era de 28,4 millones de euros y, finalmente, el reconocido al cierre de las cuentas del ejercicio ascendió a 44,9 millones.

La deuda a corto plazo se duplicó a lo largo del ejercicio. A 1 de enero, sumaba 1.535 millones de euros. A 31 de diciembre, se elevaba a 3.382. Hacienda amortizó 127 millones de euros de una colocación privada de 180 millones que había acordado con el BBVA.

El Instituto Valenciano de Finanzas emitió pagarés y papel comercial a corto plazo por un total de 5.373 millones. Y logró amortizar otros 4.900 que vencieron a lo largo del año pasado. La deuda a largo plazo, que sumaba 5.186 millones de euros a principios de años, se redujo en algo más de 11 millones de euros a lo largo del ejercicio para quedar en 5.175.

Las dos emisiones de bonos patrióticos que ejecutó la Generalitat en 2010 no computan como deuda porque se anotan en el capítulo de préstamos a corto plazo. Las dos emisiones a un año, de 1.000 millones cada una, se cerraron con la venta de 1.744 millones de euros, que vencerán a lo largo del presente ejercicio.

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Los préstamos a largo plazo sumaban 1.321 millones a principios de año. La Generalitat generó 100 millones de euros en préstamos a lo largo del ejercicio, pero renegoció vencimientos por un valor total de 415 millones. En el lado positivo, fue capaz de reducir amortizar nueve millones de euros.

El calibre de la deuda y los préstamos que maneja la Generalitat para sostener todo el entramado de la Administración autonómica, sin tener en cuenta las empresas públicas, genera unos intereses que, el año pasado, se elevaron hasta casi 363 millones de euros, una cantidad que supera el presupuesto para 2011 de todas las consejerías excepto Sanidad, Educación y Bienestar Social.

Además de la deuda propia de la Administración autonómica en sí, la Generalitat ejerce como avalista de todas las empresas públicas que tiene adscritas. A finales de 2010, el riesgo vivo de las empresas públicas avalado por la Generalitat ascendía a 5.010 millones de euros.

La primera empresa pública por volumen de avales de Ciegsa (Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat Valenciana, SA), la entidad constituida por el Consell para gestionar la construcción de centros educativos públicos. Por su naturaleza, el único cliente de Ciegsa es la propia Generalitat. A finales de 2010, el riesgo vivo de Ciegsa avalado por la Generalitat ascendía a 1.523 millones de euros.

Por orden de importancia, el segundo lugar corresponde al ente público de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV). A final de año, la Generalitat avalaba 1.043 millones de riesgo vivo de RTVV.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ocupa el tercer lugar. Todos los avales concedidos por la Generalitat a FGV en 2010 fueron para ejecutar obras, una perversión consolidada hace tiempo, puesto que FGV debería ser mera operadora de las líneas y la Consejería de Infraestructuras debería asumir el coste de las mejoras o reparaciones de la línea. A final de 2010, la Generalitat avalaba un riesgo vivo de FGV que ascendía a 568 millones de euros.

"El gran problema son los mercados"

Enrique Verdeguer, consejero de Economía, salió ayer al paso de la difusión de la abultada deuda (19.276 millones de euros) y los cuantiosos impagos (2.000 millones) con los que la Generalitat cerró el año 2010, asegurando que el Gobierno valenciano está comprometido en racionalizar su nivel de endeudamiento.

El consejero de Economía abordó la situación de las empresas públicas: solo la deuda a corto y largo plazo de cuatro de ellas (Aeropuerto de Castellón, Ciudad de las Ciencias, Proyectos Temáticos y Ciegsa) sumaban a finales de diciembre 3.800 millones de euros. Verdeguer consideró que dicho “endeudamiento es un endeudamiento razonable, acorde con las necesidades actuales de cada una de las empresas”.

El “gran problema”, prosiguió, no es ese, sino “la falta de financiación de los mercados internacionales, que condiciona nuestra actuación y está fuera de nuestro control”. El consejero recordó que la Generalitat aprobará en septiembre un plan para reestructurar las empresas públicas mediante la creación de una corporación pública que centralizará la toma de las decisiones de las distintas sociedades (salvo Ràdio Televisió Valenciana y la Agencia Valenciana de Turismo).

Verdeguer atendió a la prensa tras un acto en el centro de distribución de Iberdrola en Torrent, después que de los periodistas intentaran sin éxito que fuera el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, quien respondiera las preguntas.

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