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Unos 1.500 indignados se hacen oír por el centro de Madrid tras el cierre de Sol

El Movimiento 15-M celebra una manifestación desde Atocha hasta la céntrica plaza madrileña Metro ha cerrado la estación del kilómetro cero a partir de las seis de la tarde

Los indignados protestan en la calle Preciados ante el cordón policial activado en la Puerta del Sol.
Los indignados protestan en la calle Preciados ante el cordón policial activado en la Puerta del Sol.Carlos Rosillo

Unos 1.500 indignados han participado esta tarde por segundo día consecutivo en una movilización por el centro de Madrid contra los desalojos del paseo del Prado y de la Puerta del Sol. Tras el cordón policial montado en Sol desde el martes para impedir la entrada de los simpatizantes del Movimiento 15-M, estos han optado por organizar una manifestación desde la glorieta de Atocha hasta Sol.

La protesta se ha gestado en la asamblea celebrada a media tarde en la plaza Jacinto Benavente. Unos 200 integrantes del 15-M decidieron por mayoría celebrar la movilización por diferentes calles y plazas de Madrid, estableciendo como llegada la Puerta del Sol, que permaneció acordonada desde primera hora de la mañana. La Policía Municipal pidió la documentación durante todo el día a todos los transeúntes que querían entrar a la plaza. Ante el anuncio de la manifestación tras la asamblea, decidieron prohibir definitivamente el acceso, tanto a peatones como a vehículos.

La decisión policial se sumó a la que ya había tomado la Delegación del Gobierno de cerrar la estación de Sol por segundo día consecutivo. El Metro y los trenes de Cercanías no se detuvieron en esta terminal desde las seis de la tarde fruto de una controvertida decisión que ya el martes se había recibido con incredulidad. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) emitió un comunicado por la tarde en el que advertía que once líneas de autobuses podían sufrir modificaciones en su trayecto por el centro. El servicio municipal no detallaba cuáles serían las rutas que cambiarían debido al desconocimiento de la hoja de ruta de la marcha.

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Sobre las ocho de la tarde, tal y como se había decidido en la asamblea, unos 300 indignados se dirigieron hacia Atocha, donde la policía se vio obligada a cortar el tráfico. Después de dar varias vueltas a la rotonda, y desde que el número de simpatizantes se había incrementado de forma notable y ascendía a unos 1.000, los integrantes del 15-M iniciaron el trayecto hacia la Puerta del Sol por el paseo del Prado.

Después de alcanzar la plaza de Neptuno, los indignados se desviaron hacia la Carrera de San Jerónimo para protestar ante el Congreso de los Diputados. Un fuerte dispositivo policial se había desplegado en la zona para impedir el paso de la manifestación, por lo que se vivieron ciertos momentos de tensión. El nivel de la protesta se elevó y, mientras que los participantes en la marcha movían las vallas, los policías antidisturbios llegaron a ponerse los cascos. Finalmente, la manifestación continuó por el paseo del Prado hacia la plaza de Cibeles.

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Al llegar a la glorieta, los cánticos se dirigieron a la sede del Banco de España. "!!Culpables, culpables¡¡", gritaron los indignados mientras que continuaron con la protesta por la calle Alcalá y la Gran Vía. Una vez en la plaza de Callao, se dirigieron por la calle Preciados hacia la entrada del Corte Inglés, donde el cordón policial activado en Sol les frenó. Aunque en los accesos en la calle Carretas y en la calle Mayor también se reunió un elevado número de gente, los momentos más delicados se vivieron en Preciados.

Los indignados llegaron a derribar las vallas que la policía había instalado y se encararon con las Fuerzas de Seguridad, que habían vigilado el acceso a la plaza durante todo el día. La fuerza de la marcha se trasladó a un cuerpo a cuerpo con los antidisturbios, que intentaban impedir a toda costa que los manifestantes entrasen en el bastión del movimiento desde su nacimiento el pasado 15 de mayo. Debido al elevado tono que adquirió la protesta, los bares de la zona se vieron obligados a recoger sus terrazas más temprano de lo habitual.

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