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Ibarra se compadece del sufrimiento "tremendo" de Camps

El nuevo consejero de Estado siente "lástima" y "cierta solidaridad" por el popular

Juan Carlos Rodríguez Ibarra, rodeado por Fernández de la Vega y Lavilla, durante su toma de posesión en el Consejo de Estado.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra, rodeado por Fernández de la Vega y Lavilla, durante su toma de posesión en el Consejo de Estado.LEONARDO WEN (EFE)

El eco de la dimisión de Francisco Camps llegó ayer al Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno. Allí tomó posesión Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente socialista durante 24 años de Extremadura. El nuevo consejero, que no recibirá sueldo por su cargo, reconoció que sintió "lástima" y “cierto malestar” al conocer la noticia de la renuncia del presidente de la Generalitat Valenciana, al que consideró culpable. “No sé por qué sentí eso. No sé si será por cierta solidaridad con el que sufre. Tiene que ser tremendo lo que le ha pasado a este hombre”.

El expresidente, que dejó el poder en 2007, estimó que el político del PP es responsable, al menos, de un delito de "financiación ilegal". Aun así, no se alegró de su situación porque la "herida ya es bien profunda". Por eso no quiso ahondar en la cuestión. Mientras paseaba por los pasillos de la institución, que cuenta con 27 consejeros y un presidente, Ibarra reflexionaba sobre las consecuencias electorales del adiós de Camps. Y no llegaba a ninguna conclusión. “Es que no sé cómo interpretarlo”, admitió sin adivinar todavía si la renuncia beneficiará o perjudicará a Mariano Rajoy en las elecciones generales.

“Un joven alemán o norteamericano sin herencia tiene más futuro que un joven español con herencia"

Poco antes, frente al resto de los consejeros, Ibarra leyó su discurso de toma de posesión. Fue una defensa en diez páginas del Estado autonómico. En su intervención, afirmó que ha llegado el momento de “cerrar el debate del siglo pasado” sobre las autonomías. A su juicio, la clase política no debe “detenerse” en discutir más sobre la configuración del Estado porque lo importante, en “crisis”, es tratar de dejar a las próximas generaciones “un gran país”.

“No cabe duda de que un joven alemán o norteamericano sin herencia de ninguna clase tiene en estos momentos más futuro que un joven español con la herencia clásica del pisito y unos cuantos euros”, opinó. “Es así porque los primeros han sido capaces de conseguir un gran país mientras que nosotros estamos dejando que se devalúe”.

El expresidente extremeño contó que en los sesenta él también fue “un joven indignado que quería cambiar el sistema” y “no deseaba participar en su construcción”. Sin pedir "jamás un puesto de responsabilidad", acabó ocupando un escaño en las Cortes Constituyentes y gobernó su comunidad durante 24 años.

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No piensa lo mismo el PP, que criticó en un comunicado el nombramiento de Ibarra. "El Partido Socialista está convirtiendo las instituciones del Estado en una oficina de colocación", criticaron los populares en la nota al conocer que el Gobierno había elegido al extremeño como consejero. El expresidente ocupará el cargo cuatro años, con posibilidad de renovación, en una institución que cuenta también con miembros vitalicios. La acusación del PP de enchufismo es "una mala frase, despectiva", replicó Ibarra, que aseguró que no cobrará más que las dietas para desplazamientos.

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