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Un castellonense que gusta en Génova

Alberto Fabra, alcalde de Castellón y militante del PP desde 1982, sucederá a Camps. Tiene el beneplácito de la dirección nacional del partido por su nula relación con Gürtel

Alberto Fabra, en la rueda de prensa tras ser ratificado como sucesor de Francisco Camps.
Alberto Fabra, en la rueda de prensa tras ser ratificado como sucesor de Francisco Camps.JUAN CARLOS CARDENAS (EFE)

La dimisón de Francisco Camps situará a Alberto Fabra, al frente de la Generalitat y del Partido Popular de la Comunitat Valenciana. El actual alcalde de Castellón dará además el salto con el beneplácito de Génova.

Este arquitecto técnico de 47 años, casado y con dos hijos, siempre ha sonado entre los favoritos en las quinielas para suceder a Camps desde que se le imputó un delito de cohecho pasivo impropio por recibir supuestamente regalos de la trama Gürtel, precisamente porque no tiene ningún tipo de relación con este asunto.

La dirección nacional del PP ve un valor en alza en este afiliado al partido desde 1982, aunque no fue hasta 2005 cuando dio el salto a la primera línea de la política autonómica al convertirse en alcalde de Castellón de la Plana. Posteriormente accedería a la dirección del partido como coordinador general coincidiendo precisamente con la remodelación que Camps se vio obligado a hacer tras la salida de Ricardo Costa.

Fabra es diputado autonómico desde la primera legislatura, condición indispensable para poder ser designado presidente de la Generalitat, y cuenta con el apoyo de uno de los grandes barones del partido, el presidente provincial del PP en Castellón, Carlos Fabra, con el que no comparte parentesco pese a llevar el mismo apellido.

Aunque nunca ha eludido hacer una defensa cerrada de Camps desde su imputación, Alberto Fabra no ha tenido problemas en admitir que las sospechas de corrupción que recaen sobre algunos dirigentes de su partido podían causar "desconfianza" en el electorado. En una entrevista con Efe, defendió que "los ciudadanos deben entender" que "no todos" los políticos son iguales y que se trata de personas que "de forma vocacional" intentan en cada momento comprometerse con los ciudadanos "para poder mejorar su calidad de vida".

La llegada de este castellonense a la Generalitat da un mayor peso específico a su provincia, la menor poblacionalmente de las tres que componen la Comunidad Valenciana, en el Gobierno autonómico. Llevará así algo de consuelo a algunas voces críticas dentro del partido que denunciaban que la única castellonese del <i>Consell</i> era la titular de Infraestructuras y Transporte, Isabel Bonig, exalcaldesa de la Vall d'Uixò.

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Está por ver la opinión que esta designación merece entre otros barones provinciales, como el presidente de la Diputación de Valencia y del PP en esta provincia, Alfonso Rus, quien no tiene con Alberto Fabra la estrecha relación que mantenía con Camps.

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