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Salgado, mano dura al frente de Economía

El presidente Zapatero asciende a la ministra a vicepresidenta primera

Miguel Ángel Noceda
Elena Salgado, nueva vicepresidenta primera.
Elena Salgado, nueva vicepresidenta primera. SAMUEL SÁNCHEZ

El presidente Zapatero ha ascendido a Elena Salgado de vicepresidenta segunda a vicepresidenta primera. Un cambio mínimo en comparación con la misión que le encomendó en 2009. Nada menos que liderar el "nuevo impulso" que el jefe del Ejecutivo quería dar a la política económica del país en la "fase decisiva" de la crisis. Durante estos dos años le ha tocado bailar con la más fea, y el baile más largo, la parte más dura de la crisis y cuando más se han notado sus efectos en el empleo, las empresas, las pymes...

Dirige el ministerio con mano dura. También es partidaria de una línea más dura en las reformas: en la reforma laboral le hubiera gustado ir más lejos. Y aunque era una veterana ministra (dirigió Sanidad y Administraciones Públicas), casi no tuvo tiempo de hacerse a su nuevo puesto. Pronto empezaron sus viajes a Bruselas, adonde va con mucha frecuencia a diseñar, con sus colegas de la UE, soluciones para la crisis. Ha tenido que defender a España ante ataques desde todos los frentes de quienes sostenían que había que intervenir la economía.   

Nada más llegar sufrió la importante baja de David Vegara, secretario de Estado de Economía, pero tuvo el acierto de colocar en el cargo a José Manuel Campa, que ha realizado una buena labor. Campa ha sustituido a la ministra tanto en España como en el extranjero. Las relaciones de Salgado con el Banco de España son correctas pero no demasiado fluidas, de modo que Campa se encarga de ello y gracias a sus conocimientos y a su inglés también se ha encargado de promocionar la economía española en el Reino Unido y otros países.    

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A diferencia de la época de su predecesor, Pedro Solbes, Salgado ha estado mucho más ligada a la Moncloa. Y se ha distanciado mucho de los periodistas españoles de información económica; prefiere salir en el Financial Times.  

Aseguran que su predecesor, Pedro Solbes, le recomendó para sustituirle, aunque existen serias dudas de que así fuera. Zapatero eligió a esta mujer menuda porque "conoce muy bien la Administración" y tiene "una visión amplia" de la realidad y "una acreditada eficacia en la gestión". Además de esa visión global que destaca Zapatero, Salgado sabe de economía, materia en la que se licenció tras hacerse ingeniera industrial. Ocupó varios cargos con Felipe González, sobre todo con José Borrell, uno de sus mentores. Como titular de Administraciones Públicas, se encargó del nuevo modelo de financiación autonómica y local, que precisamente le ha granjeado serios reproches desde Cataluña, donde se la acusa de centralista y dura.

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Decían en 2009 los críticos de Salgado, que no le faltan, que apenas tenía peso político y es elitista y opaca. No obstante en estos dos años como vicepresidenta se ha forjado. Su gestión como ministra de Sanidad, primero, y de Administraciones Públicas, después, la avalan también como seria y eficaz. "¿Qué peso tenía Solbes cuando, siendo ministro de Agricultura sustituyó nada menos que a Carlos Solchaga en Economía en 1993?", se pregunta un ex ministro.

Salgado es la primera mujer que pasa a engrosar la histórica lista de más de dos siglos de ministros de Economía y Hacienda. No deja de ser una anécdota para una mujer que siempre ha defendido la igualdad de género; pero que a buen seguro tratará de no dejar en mal lugar el suyo.

Para ello deberá emplear toda la tenacidad y persuasión que se le atribuye, como demostró con la polémica ley del tabaco, que fue contestada por algunas comunidades gobernadas por el PP, como la de Madrid de su amiga Esperanza Aguirre, que en 1996, nada más ser nombrada ministra de Cultura, obligó a Salgado a dimitir como directora del Teatro Lírico. Salgado se negó. Aguirre cortó por lo sano y abolió el cargo.

Como titular de Sanidad también intentó implantar la denominada ley del vino, proyecto de prevención del consumo del alcohol entre menores; se enfrentó con Burger King, a la que instó a retirar la publicidad de las hamburguesas XXL, y se mostró a favor de la selección genética de los embriones con fines terapéuticos, lo que provocó los ataques de la Iglesia y la derecha más recalcitrante. En 2006 optó y no logró la presidencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A esta gallega de Ourense, aficionada a la ópera y a la montaña, divorciada y con una hija, le encantaría desconectar el móvil y hacer sus largas marchas sin escolta. Su bautizo electoral fue en 2008 como candidata del PSOE por Cantabria, a donde llegó como cunera para sustituir a su amigo Alfredo Pérez Rubalcaba, pero se amoldó pronto.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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