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Un debate clásico del verano y una fotografía

Valeriano Gómez insiste en su propuesta de elevar los impuestos a las remuneraciones más altas Cándido Méndez: “Sobre los impuestos se han dicho muchas soplapolleces”

Manuel V. Gómez
Cándido Méndez (de espaldas) y Valeriano Gómez.
Cándido Méndez (de espaldas) y Valeriano Gómez.ULY MARTÍN

Es verano. Y vuelve un debate clásico desde que comenzó la crisis. ¿Hay que subir impuestos o no? La abrió el lunes el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Esta vez no ha sido el ministro de Fomento, José Blanco, el primero en abrir fuego. Es lo que manda la tradición. Aunque pronto se ha subido al carro. Y esta misma mañana, el mismo protagonista y el secretario general de UGT, Cándido Méndez, han protagonizado una nueva sesión. Gómez ha insistido en que los sueldos “obscenos” de los banqueros tendrían que tener unos impuestos más altos. Y Méndez ha terciado en la discusión pidiendo una reforma fiscal amplia y criticando: "Sobre los impuestos se han dicho muchas soplapolleces, que si subir impuestos es de izquierdas o bajar impuestos era de derechas".

Méndez y Gómez han llegado a la sesión inaugural de un curso de verano sobre reformas laborales precedidos de unas palabra de la vicepresidenta Elena Salgado en las que venía a decir que no es el momento de abrir el debate: "Hemos hecho unas modificaciones en los impuestos hace poco tiempo, ahora es necesario que el consumo se recupere y le puedo asegurar que a corto plazo no habrá ninguna modificación de los impuestos, ni directos ni indirectos". Pero ni uno ni otro se han sentido muy concernidos por estas declaraciones de la ministra de Hacienda.

El diálogo de Méndez y Gómez, viejos conocidos, había comenzado de forma informal y gestual (como puede verse en la foto) minutos antes. Las imágenes hablan de una conversación acalorada. Por el calor, más que otra cosa. Han hablado de los largos paseos del líder sindical los fines de semana o del simbólico significado que tiene que el rector de la Universidad Complutense sea el hijo del histórico dirigente comunista Santiago Carrillo, cuentan conocedores del encuentro.

El debate se ha trasladado al aula. Se trataba de hablar de reformas laborales, pero se ha acadado perorando de impuestos. Las “soplapolleces” de Méndez se han llevado los titulares en las páginas web. Han oscurecido la demanda de una reforma fiscal o sus ataques a la banca, a la que le ha recordado que es la segunda vez en 30 años que “la sociedad paga los platos rotos de una crisis financiera que necesitó el 12% del PIB entre 1978 y 1982”.

Con Gómez las cosas estaban más claras desde el principio. En su discurso ha habido tiempo para todo. 48 minutos. Pero lo que importaba era si contestaba a Salgado o no; si insistía en que había que subir los impuestos a los “obscenos” sueldos de los directivos de banca (lo ha hecho); si apuntaba a una próxima reforma fiscal (también se ha atrevido).

En la rueda de prensa posterior, el tema no ha cambiado. Gómez y Méndez han vuelto a hablar de impuestos. Los periodistas lo han demandado. Y allí el ministro se ha alineado con Salgado. La subida fiscal tiene que ser para todos los ejecutivos, banqueros o no, que cobran mucho y no se trata de hacerlo ya, “es una reflexión a largo plazo”. Con estas palabras ha hecho bueno el lamento de Méndez: “El debate de los impuestos se plantea en verano y se olvida en otoño”.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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