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La hija de Patxi Zabaleta dice que Otegi pretendía acabar con la "violencia política"

Rufi Etxeberria: “Fue un debate histórico. Decidimos trabajar sin la lucha armada” El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, dijo ayer: "Si apostar por la paz y las vías políticas es delito, soy culpable"

Un momento de la manifestación que recorrió ayer las calles de Elgoibar (Guipúzcoa) en contra del proceso Bateragune.
Un momento de la manifestación que recorrió ayer las calles de Elgoibar (Guipúzcoa) en contra del proceso Bateragune.JAVIER ETXEZARRETA (EFE)

La presidenta del tribunal encargado de juzgar al ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y otras siete personas por integrar el proyecto de reconstrucción de Batasuna Bateragune ha pedido hoy a una de las acusadas, la abogada Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar Patxi Zabaleta, que ofreciera a la sala su definición de violencia política. "¿Un tiro en la nuca o un atentado a seres inocentes, eso es violencia política?", ha inquirido.

Este enfrentamiento se ha producido al término del interrogatorio del abogado de Zabaleta, Kepa Landa, y después de que la joven expusiera en varias ocasiones que la intención de Otegi antes de su detención era plantear un debate que rompiera con "la violencia política", en referencia a la desarrollada por ETA.

En respuesta a la juez Zabaleta ha precisado que la "violencia" a la que ha hecho referencia es aquella "motivada por razones políticas". "Puedo llamarle violencia también sin ponerle ningún adjetivo calificatico, o sea las causas de esa violencia son el conflicto que vive Euskal Herria pero si quiere no hace falta ni que le pongamos adjetivos", ha respondido la hija del líder de Aralar. "No, si se lo ha puesto usted, yo no", ha dicho entonces la juez en una nueva intervención.

La pregunta de Murillo ha puesto en aprietos a la acusada. "No me parece relevante que haya puesto esa coletilla o no, si quiere la quito y así no da margen para la utilización tergiversada de lo que yo quería decir. La izquierda abertzale apuesta por vías exclusivamente pacíficas, exclusivamente democráticas y hace una apuesta porque no se utilice ningún tipo de violencia, me da igual el calificativo que se le pueda poner a esa violencia", ha agregado.

Zabaleta acababa de explicar que el líder de la formación ilegalizada "hizo la luz" sobre la pertinencia de debatir un alejamiento de la banda terrorista ETA y "planteó la necesidad de abrir el melón".

La acusada había detallado que la tesis planteada por Otegi antes suponía una ruptura con la violencia que hasta el momento "nadie se había atrevido a plantear en voz alta" y expuesto que el ex portavoz batasuno planteó entonces "que lo que tenía que cambiar no era tanto la actitud del Estado como la propia estrategia de la izquierda abertzale, dejando de lado la violencia".

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Además, la acusada ha explicado que fue invitada a participar en el debate iniciado tras la salida de prisión del ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, y quedó sorprendida por "la dimensión" del mismo. Así, ha reconocido que se implicó en la reflexión y participó en distintos encuentros, recabando opiniones personales de distintas personas. Y ha recordado que había personas contactadas por el grupo que "abrían mucho los ojos" al conocer el contenido del debate y ha destacado que en ningún momento los participantes en la reflexión ocultaron sus encuentros. "No había ningún secreto", ha destacado.

“Fue un debate histórico”

Fue el debate con mayúsculas. El que llevó a la izquierda abertzale a distanciarse de ETA y dejar de lado la estrategia armada para acumular fuerzas en la creación de un polo independentista que rechazara de plano la violencia. Y sus principales impulsores fueron Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga y los otros seis acusados de pertenencia a organización terrorista en el ‘caso Bateragune’.

El dirigente de la ilegalizada Batasuna Rufi Etxeberria, también detenido en la operación que desarticuló lo que el fiscal y el juez instructor calificaban de “comisión de coordinación de la izquierda abertzale” a las órdenes de la organización terrorista, fue liberado poco tiempo después debido a que, cuando actuaba dicho órgano (Bateragune) se encontraba en prisión por el intento de refundación de la Mesa Nacional de Batasuna en Segura (Guipúzcoa) realizado en 2007.

Esta mañana ha declarado como testigo en el juicio contra sus compañeros. En su declaración, Etxeberria ha seguido la estrategia de las defensas de los acusados. Es decir, que Bateragune, como nueva mesa nacional, no existía. Y que sus supuestos integrantes, en realidad, eran un grupo informal de militantes que estaban llevando a cabo el debate que condujo a la izquierda abertzale a distanciarse de la estrategia armada de ETA.

“Ha sido el debate más importante en mis años de militancia en la izquierda abertzale”, ha dicho Etxeberria a preguntas del letrado Iñigo Iruin. “Considero que fue histórico y de extraordinaria importancia, sencillamente porque, por primera vez, los militantes toman posición contra la estrategia de ETA. La posición que adoptan es que la izquierda abertzale debía trabajar sin lucha armada. Que el ciclo de la lucha armada se tenía que cerrar”.

Etxeberria también ha explicado que, al tiempo que se debatía la propuesta pacífica de los acusados, otros sectores de ese mundo trataron de introducir una ponencia continuista –titulada Mugarri- en la que se apostaba por la continuidad en la estrategia seguida hasta entonces. La de compaginar la actividad política con los atentados. Sin embargo ese documento no fue sometido a las bases.

El resultado de ese debate fue el documento Zutik Euskal Herria, que recoge expresamente que los únicos instrumentos políticos son “la lucha de masas, institucional e ideológica”, ha recordado Etxeberria. Nada de pistolas y bombas, solo “vías políticas y democráticas”.

El exdirigente de Batasuna ha asegurado que en ese proceso de reflexión, ETA no tuvo ningún papel. “Fue un debate autónomo”, ha dicho. “Los que lo protagonizaron fueron las bases militantes de la izquierda abertzale”. En total, ha cuantificado el número de participantes en 7.200 personas.

Además, el dirigente abertzale ha hecho referencia a la política de alianzas que llevaron a los contactos con Eusko Alkartasuna y, en último lugar, a la fundación de Bildu. “El acuerdo estratégico con EA responde a una de las grandes conclusiones del debate. Acumular fuerzas políticas, sindicales y sociales con el fin de alcanzar la paz y la normalización política”.

Al igual que hizo Otegi ayer, Etxeberria ha situado el inicio de esta reflexión en el atentado de la T-4 de Barajas que dio al traste con el proceso de paz. “En el proceso de negociación [con el Gobierno], tanto Arnaldo [Otegi] como yo éramos miembros de la comisión negociadora. Los dos reflexionamos sobre lo que había acaecido. Teníamos la visión de que la izquierda abertzale debía sumirse en un debate en profundidad. Que estaba inmadura para recorrer el camino de cierre definitivo al conflicto político”.

En LAB solo para pedir trabajo

El juicio contra Otegi y otros siete acusados de intentar reconstruir Batasuna ha arrancado este martes con la declaración de un ex miembro de Batasuna dedicado a la propaganda del partido, José Manuel Serra Ugarte, que ocupó en los noventa el cargo de concejal en el Ayuntamiento de la localidad de Astigarraga.

Serra ha explicado que en la actualidad preside una ONG de ayuda al desarrollo, además de realizar labores como electricista y músico ocasional. Cuando se produjo su detención, en octubre de 2009, se encontraba en el paro, en una situación bastante crítica a nivel económico, ha dicho.

En cuanto a su presunta participación en las reuniones en la sede del sindicato LAB en San Sebastián con miembros del 'grupo de Otegi', Serra ha explicado que acudió allí en distintas ocasiones para ofrecer sus servicios y pedir trabajo dada su delicada situación. "Estuve allí sólo diez o quince minutos", ha expuesto, desmintiendo su participación en ningún encuentro o reunión.

El exportavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, afirmó ayer en la Audiencia Nacional que su actividad política tras el atentado de la T-4 de Barajas (que supuso la muerte de dos personas y la ruptura de tregua y de las conversaciones entre ETA y el Gobierno) “estuvo dirigida a cambiar radicalmente de estrategia, es decir, la renuncia a la lucha armada y la apuesta por vías políticas y democráticas en un escenario de paz. Si eso es delito, nosotros somos culpables, y si no, seríamos inocentes”.

Otegi, el ex secretario general del sindicato LAB Rafael Díez Usabiaga y otros seis integrantes de la izquierda abertzale están siendo juzgados por ser presuntamente integrantes de Bateragune, una estructura creada por ETA para tratar de reflotar la ilegalizada Batasuna. El fiscal considera que los hechos constituyen delito de pertenencia a banda terrorista y pide para cada uno de ellos penas de 10 años de prisión. La asociación Voces contra el Terrorismo solicita 14 años por el mismo delito, mientras que las defensas reclaman la absolución.

Otegi aseguró nada más iniciar su declaración que ninguno de los ocho imputados pertenece a Bateragune —lugar de encuentro, en euskera—, sencillamente porque se trata de una estructura de Ekin destinada a defender la estrategia política militar (la lucha armada), es decir, lo contrario que los miembros de su grupo defienden, entre los que están todos los imputados.

Añadió que tras la ruptura de la tregua y el atentado de la T-4, Díez Usabiaga, Rufi Etxeberria y él hablaron de la necesidad de un debate en profundidad para un cambio de estrategia. “La T-4 nos corroboró en una conclusión que era que la utilización de la violencia o la amenaza de la utilización de la violencia, lejos de solucionar los problemas, los enquistan”, explicó. Por ello, su grupo —no estructurado y sin dependencias jerárquicas— consideraba que la estrategia de la lucha armada era un esquema que ya no funcionaba.

Preguntado por el fiscal si para ETA la lucha armada sigue vigente, Otegi contestó: “Creo que es un esquema superado también por ETA, pero yo no lo puedo afirmar”.

Otegi dijo que el cambio radical de estrategia no quiere decir que hayan renunciado a sus fines o a sus objetivos. “Defendemos un Estado vasco en Europa, construido desde la izquierda, con gran apoyo social y que se imponga a la oligarquía de los mercados”.

Considera que el cambio de estrategia tiene que ver con los instrumentos que emplea, que son la lucha de masas o la lucha institucional, que no tiene nada que ver con la estrategia anterior. De esa forma se han conseguido muchas mayorías democraticas en América Latina al servicio del cambio social.

Ese tipo de actuación es adecuada porque “hoy en Europa es posible crear Estados si hay mayorías democráticas suficientes y desde posiciones pacíficas”.

Otegi aseguró que apostaron por el debate en profundidad “porque creíamos que la gran mayoría de la izquierda abertzale, la heredera de la antigua Herri Batasuna, era partidaria de nuestras posiciones. Y ETA, no”.

Por tanto, afirmó: “No solo había que decir que la lucha armada estaba equivocada, sino que otra estrategia era posible y además demostrar que lo era. Y fuimos dando pasos hacia la nueva estrategia, con los contactos con Eusko Alkartasuna, el Aberri Eguna y la huelga general”.

“Seguir con la lucha armada era un suicidio político, porque para nosotros era estratégica la acumulación de fuerzas con EA y otras fuerzas soberanistas, que nos permitía avanzar en la construcción nacional”. Si hubiera habido un atentado después de eso, “estaríamos frente a un fraude y nosotros tenemos una virtud: la honestidad revolucionaria”.

Otegi explicó cómo desde ETA se intentó parar al grupo, con la ponencia Mugarri, que proponía seguir con la lucha armada hasta 2013, pero dijo que fueron al debate y lo ganaron. Afirmó que la diferencia entre ETA y ellos es que “ETA piensa que es posible la concentración de fuerzas soberanistas manteniendo la lucha armada, y nosotros, no”.

Esta mañana, la portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, ha afirmado que las declaraciones sobre la supuesta “ruptura” de la izquierda abertzale con ETA realizadas por Otegi, han sido “muy claras” y que al Ejecutivo le hubiera gustado que se las hubiera realizado hace cinco años y no ahora. La portavoz ha considerado que las declaraciones de Otegi “no aportan nada sustancialmente nuevo” y ha considerado que aunque sus palabras han sido “muy claras”, al Ejecutivo vasco le hubiera gustado que las hubiera realizado “hace cinco años y no ahora”.

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