_
_
_
_
_

El alcalde 'verde' de Orihuela promete "limpiar" la ciudad

Guillén, de Los Verdes, señala que se acabó el ‘factótum Fenoll’ y se compromete a "devolver la dignidad" a la localidad

El nuevo alcalde de Orihuela, en la toma de posesión.
El nuevo alcalde de Orihuela, en la toma de posesión.DAVID RODRÍGUEZ

Monserrate Guillén (Orihuela, Alicante, 1956), de Los Verdes, se convirtió el sábado en la sorpresa de la jornada de constitución de los ayuntamientos. Pese a encabezar la lista menos votada, fue elegido alcalde un Ayuntamiento de la envergadura y calado político-judicial como Orihuela, merced al apoyo de apoyo del PSPV y Centro Liberar Renovador (CRL)-Claro. El regidor comparte la condición de alcalde verde en Alicante con su colega de Villena, Javier Esquesmbre. “Somos una formación progresista, que nos preocupa la tierra, pero también las personas”, comenta.

Guillén ha cogido la vara de mando en uno de los feudos históricos del PP, cuyos alcaldes [Luis Fernando Cartagena, José Manuel Medina y Mónica Lorente] han jalonado 25 años de gestión con sucesivos presuntos episodios de corrupción, y todos con un nexo común, según la investigación judicial: la connivencia entre el industrial Ángel Fenoll y el PP local.

El primer edil no vacila ante la prioridad del tripartito y el trato que deparará a Fenoll: “Lo primero que hay que hacer es devolver la dignidad a Orihuela y limpiar el municipio, como exigen los vecinos”, asevera. “Fenoll ha sido todo factótum. Ha dominado la vida política de la ciudad, como refleja la investigación judicial. Pero se ha acabado. Totalmente”, añade.

Guillén, consciente de que Orihuela es la génisis del caso Brugal, con el supuesto amaño de la contrata de basura, antepone esta máximas en su gestión: “Transparencia, participación ciudadana y honradez”. “Y, Por supuesto, que vamos a replantearnos la contrata de la basura”.

Pero el alcalde señala que no solo revisaran la contrata de la basura sino todo el Ayuntamiento. “Una vez aireadas todas las alfombras municipales, el objetivo número uno será el fomento y la creación de empleo, pero contando con todos, empresarios, autónomos, e incluso la oposición del PP, si quiere”, explica.

El alcalde justifica el retraso de los vecinos a reaccionar en las urnas a la larga y antigua sombra de corrupción que cubría el Ayuntamiento a “las costumbre que, a veces, se hacen leyes, y Orihuela, en ese sentido, siempre ha sido conservadora”, precisa. Y achaca "el tardío" resultado "a las presiones del PP sobre la ciudadanía en todos los niveles, con amenazas sobre que perderían el empleo o no tendrían tal o cual licencia. A final la gente ha explotado y ha apostado por el cambio, o Orihuela se quedaba atrás”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Guillén se incorporó a la política en las filas de Los Verdes en 2003. Entonces la formación logró un concejal. En 2007 ampliaron la representación a tres ediles, cuota que revalidó el 22 de mayo. La noche de ese día tuvo claro que el sueño de ser alcalde de Orihuela era casi quimérico. Por delante de Los Verdes estaban el CRL-Claro con cuatro ediles; el PSPV, con seis, y el PP, con 12, pero ya sin mayoría absoluta. “Nunca pensé ni me postulé para alcalde; al día siguiente de las elecciones dijimos que no pondríamos ninguna condición para que los otros dos grupos (PSPV y CRL-Claro) se entendieran y, lógicamente acceder a la alcaldía. El resultado final es otra circunstancia”.

¿Por qué el alcalde es Gullén, y no la candidata del PSPV, Antonia Moreno, o el número uno del CRL-Claro, Pedro Mancebo?. El regidor lo justifica así: “Cuando encima de la mesa se ponen unas opciones y no son aceptadas, legítimamente, ni por Moreno ni por Mancebo, entonces se ponen otras, que si fueron aceptadas. Y ambos han renunciado a mucho, el PSVP como grupo más votado, y el CRL-Claro”.

Guillén está convencido de que el tripartito no será flor de una día y que no surge para desalojar al PP. “Vamos a formar un gobierno para cuatro años, sin duda”. “La votación del CRL-Claro no fue para echar a Lorente. Eso es lo que interesa decir a ella. Tras el 22 de mayo, y teniendo en cuenta la sociología de Orihuela, lo que pedían los ciudadanos a gritos era el cambio. El tripartito no se conforma para que una formación mayoritaria como el PP quede fuera de la alcaldía”, concluye.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_