CiU de Tarragona se rebela y confía en un pacto con el PP

La candidata de Ciu en Tarragona, Victòria Forns, ha anunciado esta mañana que sigue negociando un acuerdo con el Partido Popular para gobernar durante los próximos cuatro años en Tarragona. La sección local de CiU no acata así la decisión de la dirección nacional de respetar la lista más votada, y confirma que están “avanzando” para que desde la cúpula del partido no se opongan a la alianza. Los convergentes de Tarragona tienen como prioridad absoluta arrebatar la alcaldía al socialista Josep Fèlix Ballesteros, con 12 concejales (CiU y PP tienen siete ediles cada uno). El anuncio llega después de que ayer Oriol Pujol, secretario general adjunto de CDC, apostara por respetar la lista más votada como filosofía general. Sin embargo, Pujol matizó que podría haber “excepciones”, y a este clavo ardiendo se aferra el equipo de Forns.

“Estamos negociando con el PP y aspiro a ser alcaldesa de Tarragona”, ha explicado Forns, que es independiente, a la vez que sostiene que los términos del acuerdo están avanzados y que aún deben solucionar cómo se reparten la alcaldía. La candidata dice que conoce desde el primer día la postura de su partido, pero que aspira a gobernar la ciudad pese a no ser la lista más votada. “Ballesteros tendrá que esperar, hemos hecho una propuesta equilibrada al PP y estamos esperando su respuesta” , afirma Forns. 

La candidatura convergente cosechó los terceros peores resultados en la historia en Tarragona y ese mal resultado pesa en la cúpula del partido. Ayer Alejandro Fernández, cabeza de lista del PP en Tarragona, expresó su repulsa por la decisión de la dirección nacionalista y sostuvo que las ejecutivas locales de los dos partidos ya habían llegado a un principio de acuerdo para gobernar en la ciudad y que incluso este ya había sido aprobado por la dirección del PP en Cataluña. De hecho, se especuló con que podrían repartirse la alcaldía dos años cada uno. “Un gobierno en minoría de Ballesteros es plenamente legítimo, pero un gobierno del cambio tiene una sólida mayoría y generaría una gran estabilidad”, expresó Fernández.

En caso de no producirse el pacto, Forns confirma que paralelamente están trabajando con el PSC para garantizar un gobierno socialista sin sobresaltos. El pasado fin de semana el actual director del Servei Català de Trànsit, Joan Aregio, quien dirige las negociaciones de CiU, ya se curó en salud y acercó posiciones para permitir una legislatura socialista sin vaivenes si finalmente CDC desde Barcelona imponía su criterio. Acordaron una serie de medidas, como adelgazar los gastos de las empresas municipales o disminuir el número de concejalías (de 15 a 12), con lo que se eliminarían las de Licencias y Sociedad de la Información. En la mesa de negociaciones también estaría presente reducir la participación del Ayuntamiento en la televisión pública provincial, o sustituir el director ejecutivo de la candidatura de los Juegos Olímpicos Tarragona 2017, Mario Rigau, por el expresidente de la Federación Española de Tenis Agustí Pujol.

SI finalmente Ballesteros revalida la alcaldía, esta podría peligrar tras las elecciones generales de marzo del 2012. El plan inicial de la dirección de CiU era el siguiente: dar la alcaldía ahora a los socialistas y arrebatársela después con una moción de censura, con lo que repetirían el mismo escenario que en 1989. Ese año Joan Miquel Nadal (CiU) se alzó la con alcaldía de la ciudad tras prosperar una moción de censura contra el entonces alcalde socialista, Josep Maria Recasens. Por otro lado, CiU y PP ya gobernaron unidos en Tarragona del 1999 al 2007, aunque Fernández ya se ha opuesto públicamente a urdir una moción de censura.