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Zapatero revela las cartas de la sucesión

El presidente, satisfecho, se asegura la secretaría general hasta 2012

El lehendakari, Patxi López, interviene en el comité federal ante José Blanco y José Luis Rodríguez Zapatero
El lehendakari, Patxi López, interviene en el comité federal ante José Blanco y José Luis Rodríguez ZapateroINMA SALA (EFE)

José Luis Rodríguez Zapatero está satisfecho del equilibrio alcanzado en el Comité federal de ayer, tras numerosas consultas con líderes territoriales y de la ejecutiva, según su entorno. Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido propuesto candidato como deseaba la mayoría del partido; y el congreso del PSOE se celebrará después de las elecciones generales, lo que permitirá a Zapatero asegurar su liderazgo como secretario general y presidente del Gobierno y a Carme Chacón darle la posibilidad de presentarse en el Congreso del 2012 como una candidata del futuro. Y además, habrá una conferencia política en septiembre para elaborar el nuevo programa, lo que satisface la petición de los socialistas vascos.

“Mi confianza en Alfredo Pérez Rubalcaba está forjada a prueba de bombas y yo sé lo que digo”, suele decir José Luis Rodríguez Zapatero a sus próximos para reflejar su complicidad con quien va a sucederle como candidato a La Moncloa. Rubalcaba forma parte, junto a José Blanco, del primer círculo de confianza política de Zapatero, de tal manera que en los momentos difíciles por los que ha pasado el presidente del Gobierno estos años, ha solido confesar a sus más próximos la seguridad que le daba tener cerca a Rubalcaba.

Asegura que continuará las reformas y agotará la legislatura

El compromiso de Zapatero con las elecciones primarias del PSOE para elegir candidato a la Presidencia le llevó a la equidistancia entre Rubalcaba y Chacón, una vez que la ministra de Defensa, a la que tiene gran afecto y considera un gran activo, le anunciara en febrero su voluntad de participar en ellas.

Zapatero sabía que la inmensa mayoría del PSOE pensaba que Rubalcaba era el candidato idóneo para este momento, pero era preso del respeto al procedimiento de las primarias para elegir al candidato, puesto al que también aspiraba Chacón. Tras el desastre electoral del 22-M, esta situación generó tensiones que terminaron con la renuncia, el jueves pasado, de la ministra de Defensa, cuyo gesto reconoció ayer Zapatero. Pero no hizo ningún reconocimiento a Patxi López, cuyo reto de convocar un congreso disgustó en La Moncloa. El entorno del lehendakari se ha querido justificar diciendo que su meta era la renuncia de Chacón, no la de Zapatero.

Demanda para Pérez Rubalcaba “todo el apoyo” del partido
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El presidente reveló ayer claramente su posición ante el comité federal al reconocer que Rubalcaba ofrece “la confianza y credibilidad que necesita el partido en este momento. Es la persona que quieren nuestros compañeros y nuestros votantes”. “En el partido nos piden unidad y que cerremos cuanto antes”, prosiguió, refiriéndose al debate sobre la sucesión, sobre todo, tras los desastrosos resultados del pasado domingo.

A su vez, la dura realidad se ha impuesto sobre los ideales de Zapatero al descafeinarse las primarias, con el apoyo de Rubalcaba como candidato nada menos que por el comité federal del PSOE. En este caso, por la presión de los desastrosos resultados del 22-M, que han desatado el pánico en el partido y un clamor para no embarcarse en un debate de un mes para elegir a un candidato.

Zapatero reconoció ayer ante el comité federal del PSOE que en la derrota del 22-M fueron determinantes la situación económica, las políticas de respuesta a la crisis y el paro. Recordó que ya había advertido que sus decisiones “tenían costes electorales”, cuando en mayo de 2010 anunció las medidas de ajuste y afirmó que fueron adoptadas para evitar una intervención exterior de la economía española.

Pero Zapatero fue también tajante al asegurar que “los resultados electorales no deben cuestionar el trabajo del Gobierno”. “El trabajo que hemos desarrollado, con errores, es el que necesita la economía española, el bienestar de nuestro país para recuperar la actividad y para crear empleos y cuyos resultados están por llegar”. Es decir, Zapatero confirmó ayer su decisión de completar la política de reformas emprendidas hace año y medio por su Gobierno, como la negociación colectiva, las pensiones, el retraso en la edad de jubilación, el mercado laboral, la igualdad de trato y la ley de muerte digna. Y para ello se comprometió a agotar la legislatura hasta marzo, lo que consideró necesario para la recuperación económica y la estabilidad financiera. Aunque no se refirió a ello, cuenta con que dispondrá de apoyos parlamentarios suficientes para poder hacerlo.

Zapatero, con Rubalcaba como candidato, tendrá que compaginar su papel al frente del Gobierno y del PSOE, como secretario general, hasta el congreso posterior a las elecciones. El vicepresidente tendrá como competencias básicas la elaboración de un programa y la dirección del comité electoral para los comicios generales, que se celebrarán en 10 meses. Ayer Zapatero pidió para Rubalcaba todo el apoyo del partido.

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