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CiU gana por primera vez unas municipales y el PSC naufraga

Los nacionalistas superan en más de 200.000 votos a los socialistas. -El PP gana en Badalona y será determinante en Barcelona y Tarragona

Àngels Piñol

El mapa político de Cataluña ha sufrido en estas elecciones una fuerte sacudida que ha venido a confirmar la tendencia marcada en los comicios autonómicos: la consolidación de Convergència i Unió (CiU) como fuerza hegemónica; el hundimiento del PSC y la tendencia al alza del Partido Popular (PP). Los convergentes arrasaron en las elecciones del 28-N y hoy han ganado por primera vez en la historia en unas municipales,  territorio hasta ahora acotado acotado de los socialistas. Con el 100% de los votos escrutados, CiU ha obtenido el 27% (774.902 sufragios) frente al 25% del PSC (718.654). “Hemos superado por primera vez en votos a los socialistas. Tenemos opciones de gobernar las cuatro Diputaciones”, ha proclamado eufórico Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, en el hotel Majestic, tradicional cuartel general de los nacionalistas en las noches electorales.

CiU no ha acusado el peaje de los recortes sociales que proyecta el Gobierno de Artur Mas y, por  primera vez en 32 años, ha conquistado la alcaldía de Barcelona pero también la de Girona, otro de los históricos feudos de los socialistas. La victoria de CiU ha contrastado con el descalabro socialista, que en global ha perdido 206.000 votos y ha pasado de gobernar en las cuatro capitales a un paisaje desolador: ha perdido los Ayuntamientos de Barcelona y Girona;  solo ha mantenido el de Lleida y deberá esperar a los pactos para ver qué sucede en el de Tarragona. El socialista Josep Felix Ballesteros (12 concejales) ha ganado pero CiU y PP (7 cada uno) podrían desplazarle de la alcaldía. El Consistorio de Tarragona refleja de alguna forma el escenario que se ha visto en toda Cataluña: fuerte subida y eventual papel determinante del PP (ha pasado de 4 a 7 ediles); la caída libre de Esquerra Republicana (de dos a cero) y un ligero aumento de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), que ha recogido el descontento del electorado de izquierdas y vuelve a entrar de nuevo al Consistorio.

Alicia Sánchez Camacho, presidenta del Partido Popular (PP), vivió en noviembre un sueño al lograr los mejores resultados de la historia del partido y en estas elecciones ha logrado la cuadratura del círculo. Ha conseguido su objetivo de ser poder ser determinante en Barcelona y Tarragona pero también, por primera vez, ha logrado una alcaldía de una ciudad importante: Badalona. El popular Xavier García Albiol, cuyos rivales políticos le acusan de tener un discurso que roza la xenofobia, ha logrado 11 regidores aunque socialistas (9) y convergentes (4) podrían desplazarle de la alcaldía.

Esquerra Republicana aspiraba a resistir en estas elecciones pero ha fracasado en el intento: ha perdido concejales en Tarragona, Lleida y Girona y solo ha obtenido dos regidores en Barcelona, la mitad de los que tenía. Los ecosocialistas de Joan Herrera han conseguido aguantar el tirón y han registrado un amargo aumento de concejales en Barcelona (de cuatro a  cinco) que, tras la caída de los socialistas, no les servirán para gobernar. Paralelamente, el partido xenófobo Plataforma per Catalunya (PxC) ha conseguido penetrar en varios municipios del área metropolitana.

 

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