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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Apretemos los glúteos

El CGPJ recomienda a los jueces unos ejercicios de relajación que pueden servir para toda España

SOLEDAD CALÉS

Los jueces están estresados. ¿Quién los desestresará? El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se ha puesto manos a la obra y ha preparado un manual de relajación para ayudarles a sobrellevar las tensiones que genera la profesión. Siempre habrá algún exigente que diga que, para rebajar el estrés, nada como contar con más medios. Pero como los tiempos no están para alegrías, unos consejos harán el apaño. Menos da una piedra.

Pretende el órgano de gobierno de los jueces que sus señorías mantengan “un estado de ánimo positivo” con unos sencillos ejercicios: respirar profundamente mientras se piensa “estoy tranquilo, estoy tranquilo”. Apretar los párpados durante cinco segundos. Levantar las piernas y tensar los muslos. Y contraer y relajar los glúteos.

Con estos simples movimientos musculares, los jueces verán la luz. También verán, probablemente, rostros de desconcierto en la sala.

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No es de extrañar que el estrés judicial preocupe en las altas esferas. Entre los casos de corrupción, los tejemanejes bancarios y los desahucios, más la entrañable delincuencia común, los tribunales no dan abasto. Que se lo digan a la juez Alaya, buceando sin mascarilla en ese lodazal que es el fraude de los ERE. Y cuando no están enredados, se enredan ellos solos. Javier Gómez Bermúdez y Pablo Ruz viven sin vivir en sí, a la greña por un expediente.

Con la que está cayendo, las recomendaciones del CGPJ pueden ser de suma utilidad. Por ejemplo, para la asediada clase política. Para el presidente Rajoy cada vez que ve un micrófono. O para Pérez Rubalcaba en las reuniones de la ejecutiva del PSOE. A Bárcenas tal vez los ejercicios de relajación le dejen frío. Él parece muy poco estresado. En cambio, a algunos de sus correligionarios del PP no les llega la camisa al cuerpo y deberían practicarlos. También los dirigentes sindicales. Y los preferentistas. Y la Plataforma de Afectados por las Hipotecas antes de un escrache. Y los ahorradores. Y los médicos. Y los maestros de primaria. Y los funcionarios. Y los que no lo son. Y los seis millones de parados. Españoles todos: apretemos los glúteos y contengamos la respiración.

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