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La oposición fuerza un pleno para que el independentismo se defina ante la investidura

Los grupos secesionistas afrontan divididos la sesión convocada para el jueves

El presidente del Parlament, Roger Torrent, en el centro, al fondo, preside la reunión de la Junta de portavoces.
El presidente del Parlament, Roger Torrent, en el centro, al fondo, preside la reunión de la Junta de portavoces.Albert Garcia (EL PAÍS)

Los grupos de la oposición en el Parlament han empujado al presidente de la Cámara, Roger Torrent, a convocar un pleno para el próximo jueves, que abordará el bloqueo de la investidura. Cinco de los siete grupos —todos menos ERC y la CUP— han presentado otras tantas propuestas de resolución para buscar una salida a la parálisis. La sesión obligará a los grupos independentistas, ahora divididos, a definirse ante la investidura o a buscar un pacto in extremis. Junts per Catalunya reclama en solitario la legitimidad de Carles Puigdemont para ser restituido.

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El pleno arrancará a las diez de la mañana del jueves y todos los grupos dispondrán de 15 minutos para defender sus posiciones, salvo los dos del Grupo Mixto —CUP y PP— que se repartirán el tiempo. En la práctica, la jornada no implicará ninguna medida efectiva pero aclarará desde la tribuna la posición del independentismo, visiblemente dividido. El pleno será el primero que celebra el Parlament desde que el 27 de octubre aprobó la declaración de independencia.

Junts per Catalunya y ERC desean evitar la imagen de división y apurarán las negociaciones. La oposición pide a Torrent que acabe con el bloqueo —el caso de Catalunya en Comú y de Ciudadanos— mientras el PSC y el PP coinciden en que a partir del jueves se active el reloj de la investidura y los meses de plazo para elegir presidente. Esta medida no prosperará porque el independentismo y los comunes asumen el dictamen de los letrados de la Cámara de que los plazos están congelados.

Ciudadanos fue el primer grupo que propuso el debate y se atribuye el éxito de la convocatoria. Después vinieron las propuestas de los comunes y el PSC. Este es un resumen de las posiciones.

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Catalunya en Comú. Su propuesta lleva por título El restablecimiento del autogobierno, la soberanía del Parlament y el desbloqueo. Sin embargo, en el texto no aparece la palabra soberanía. En la exposición de motivos, reclama la abolición del artículo 155. El texto insta a Torrent a lograr un “desbloqueo efectivo” y pide que el Parlament declare “la urgencia” de formar un Govern que acabe con la intervención. Xavier Domènech se atribuyó el éxito de la convocatoria —“Es la vía de los comunes”— y apuntó: “Ante la incertidumbre y la oscuridad, el pleno tiene que implicar claridad”.

PSC. Bajo el título Por el acuerdo y el cambio, los socialistas avisan de que los resultados del 21-D constatan que no existe ningún mandato para la secesión unilateral y advierten que reconocer, aunque sea de forma simbólica, una “legitimidad paralela” solo llevaría al fracaso al representar a una parte de la sociedad y negar a otra. Su proposición plantea que el Parlament abra el plazo de dos meses para nombrar un presidente y, en caso contrario, convocar elecciones. El documento reclama la abolición del 155 en cuanto se forme gobierno y que haya diálogo.

Junts per Catalunya. El grupo considera “ilegal e ilegítima” la destitución de Carles Puigdemont y sostiene que dispone en el Parlament de la mayoría para “ratificarle la confianza”. Exigen que cesen “las injerencias” del Gobierno del PP y del Tribunal Constitucional para impedir que se materialice esa voluntad. Fuentes de ERC mostraron sus discrepancias con ese punto y su malestar por no haberse consensuado el texto. El documento pide la abolición del 155 y que se acabe la “deriva autoritaria” del Estado. El portavoz adjunto, Eduard Pujol, afirmó que el texto pretende marcar “el kilómetro cero” de la legislatura. “Es un acto de dignidad para dejar claro que Puigdemont tiene todo el derecho del mundo y la fuerza para ser presidente”, dijo  desvinculando esta propuesta de resolución de las negociaciones que mantienen ambas formaciones para lograr un pacto de gobierno.

Ciudadanos. La formación naranja aboga por el desbloqueo de la investidura. “Observamos con vergüenza y sonrojo cómo la formación del Govern es un intercambio de cromos”, dice el texto. La propuesta denuncia “la patrimonialización” de las instituciones; recuerda a Torrent que son “insustituibles” los principios de diligencia y de buena fe en el cargo y le insta a acabar con el bloqueo de la investidura.

Partido Popular. Los populares constatan que ante el bloqueo de una propuesta de candidatura “imposible” se ha generado un bloqueo institucional que debe acabar y da por abierto el plazo de dos meses para la investidura. “Más allá de buenas intenciones y literatura, la única medida eficaz será esa”, dijo el diputado Santi Rodríguez.

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