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Puigdemont empuja a ERC a otro choque con el Estado

El independentismo se asegura el control de la Mesa al conseguir cuatro de los siete puestos

Carme Forcadell saluda a Roger Torrent este miércoles en el Parlament.Foto: atlas | Vídeo: M. MINOCRI / QUALITY

La nueva legislatura catalana ha superado este miércoles su primer acto. Los votos independentistas impusieron una Mesa del Parlament donde ellos son mayoría (cuatro de los siete puestos) y que presidirá Roger Torrent (ERC). El foco se desplaza ahora al debate de investidura del presidente de la Generalitat. Junts per Catalunya, la candidatura liderada por Carles Puigdemont, insistió en que solo este puede ser presidente, pese a estar fugado en Bruselas y a que el reglamento no permite la elección telemática. La investidura a distancia de Puigdemont abocaría a un nuevo choque con el Gobierno, que ya ha advertido de que la recurriría.

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“Confiamos en que en dos semanas podremos traer al debate de investidura al president Puigdemont. Entendemos que es lo que refleja la voluntad de las urnas”, afirmó al acabar la sesión de constitución del Parlament la diputada Elsa Artadi, que fue directora de campaña de Junts per Catalunya. Esta candidatura recuerda que existe un pacto con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para la elección de los órganos del Parlament y la investidura. Desde las filas republicanas, sin embargo, insisten con la boca pequeña en que se trata de un apoyo al nombre de Puigdemont, pero que no hay nada cerrado sobre la fórmula legal para investirlo.

Artadi puso este miércoles presión sobre Roger Torrent, que como presidente de la Cámara catalana tendrá la última palabra sobre la interpretación del reglamento sobre una posible investidura telemática o delegada, lo que implicaría que otro diputado lea el discurso en nombre del candidato, que está en Bruselas. Se trata de una opción que los servicios jurídicos del Parlament ven inviable.

“Los letrados hacen informes que asesoran, pero la Mesa o el Pleno en su conjunto son soberanos para ver cómo se aplica”, insistió Artadi. “No vamos a renunciar de ningún modo a concretar el mandato de la ciudadanía”, dijo a su vez el exconsejero de Territorio Josep Rull a EL PAÍS TV. Sobre una hipotética repetición de las elecciones si no hay luz verde para Puigdemont, Rull señaló que “no se puede descartar pero no es prioritaria”.

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El nuevo presidente del Parlament dijo el pasado día 8 que el debate sobre la interpretación del reglamento era un aspecto técnico que correspondía resolver a los letrados. Queda por ver ahora si mantiene ese criterio ante la presión de Junts per Catalunya. El empecinamiento de este grupo por investir a Puigdemont será, pues, una de las primeras pruebas de fuego a las que tendrá que enfrentarse Torrent.

Pero no será la única, con el horizonte del pleno de investidura, que tiene que celebrarse antes del 31 de enero. Al sucesor de Carme Forcadell le tocará decidir si es posible que los cinco diputados huidos en Bruselas deleguen su voto. Por lo pronto, en la sesión de este miércoles, la Mesa del Edad del Parlament permitió que el exvicepresidente Oriol Junqueras, el exconsejero  de Interior Joaquim Forn y el expresidente de la ANC Jordi Sànchez delegaran el voto, después de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena dejase a su consideración esta posibilidad únicamente respecto a esos tres encausados.

La sombra de los ocho diputados ausentes, encarcelados o huidos, ha planeado durante la sesión de constitución de la Cámara

Desde hace días, las filas republicanas envían señales que piden a Junts per Catalunya una propuesta alternativa a la de Puigdemont. La última se realizó el pasado martes. El diputado republicano en el Congreso Joan Tardà dijo que “el bien superior es un Gobierno independentista”, más allá de los nombres.

Por el momento, el nuevo presidente del Parlament comenzó en el cargo con un discurso moderado en el tono y un mensaje que nada tuvo que ver con la intervención áspera del presidente de la Mesa de Edad, Ernest Maragall, también de ERC.

“Coser la sociedad”

“Quiero contribuir a coser la sociedad catalana”, dijo Torrent, que desde este miércoles es la segunda autoridad autonómica. También recordó que Cataluña es una sociedad de “identidades cruzadas” y “un país plural” e invocó su experiencia como alcalde de Sarrià de Ter (Girona). “Siempre ha tendido la mano a todo el mundo y me comprometo a seguir haciéndolo ahora como presidente de la Cámara”, dijo.

Torrent cambió este miércoles su perfil de Twitter, en el que ahora se presenta como “15º presidente del Parlament de Cataluña”. Hasta ayer se definía de manera distinta: “Padre. Politólogo y urbanista. Diputado del Parlament de la República catalana”, decía. A lo mlargo de su discurso Torrent evitó cualquier referencia a la república catalana o a la proclamación de la independencia.

Vídeo: QUALITY

Torrent anunció que trabajará “sin descanso para restituir el conjunto de las instituciones catalanas” y recordó a los ocho diputados ausentes en la sesión porque se encuentran encarcelados o huidos. “No sería honesto si no denunciásemos este hecho con contundencia”, afirmó. En esa línea se propuso defender los derechos de todos parlamentarios, “especialmente los de los que no están”.

Torrent, de 38 años, es el presidente más joven que ha tenido la Cámara catalana, sustituye en el cargo a Carme Forcadell y no está imputado en ningún proceso judicial, algo que sí sucede con 19 de los parlamentarios de la nueva Cámara. El presidente también recordó que el Ministerio de Hacienda tiene “intervenidas” las finanzas catalanas y aseguró que otro de sus objetivos será también finalizar con la intervención de la autonomía catalana por aplicación del artículo 155 de la Constitución.

El dirigente de ERC abogó por que los diputados destierren la bronca que caracterizó algunas sesiones de la pasada legislatura. Por eso les reclamó “respeto a la institución y a la voluntad popular”, aunque precisó que no renunciaría a sus principios. “Quiero hacer de la democracia y la convivencia los principios de mi mandato”, añadió.

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