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La crisis en el gobierno de Barcelona pone en jaque los presupuestos del Ayuntamiento

La aprobación del tranvía, la ordenanza de civismo o la de terrazas, también se complica

Clara Blanchar
El tranvía de Barcelona, en la plaza de las Glòries.
El tranvía de Barcelona, en la plaza de las Glòries.Joan Sánchez

La crisis en el gobierno de Barcelona tras la ruptura del pacto de Barcelona en Comú con el PSC complica y mucho varios proyectos clave del equipo de la alcaldesa Ada Colau. El de Presupuestos para 2018, sin ir más lejos, peligra. Ayer, el todavía formalmente socio de la alcaldesa, el socialista Jaume Collboni, dejó claro que no había decidido si hoy en la comisión de Economía facilitará que se tramiten unas cuentas de las que es partícipe el PSC. Al ser preguntado sobre si las apoyará, Collboni respondió: “No está decidido el voto”.

Ante esta situación, Colau podría recurrir, por segundo año consecutivo, a la cuestión de confianza para sacarlas adelante. Un mecanismo por el que si, en el plazo de un mes la oposición no logra consensuar un candidato alternativo a la alcaldía —cuestión poco probable por la aritmética del pleno—, las cuentas del gobierno quedan automáticamente aprobadas.

La falta de apoyo explícito en estos momentos del PSC a las cuentas es un aviso a navegantes cuando falta un año y medio para que termine el mandato de las últimas elecciones municipales. Colau tiene por delante 18 meses para gobernar con la cifra más baja de concejales que ha conocido Barcelona: 11 de 41 (el 26%). El ejecutivo deberá afrontar durante este tiempo proyectos de gran envergadura que tienen que pasar por el pleno. Y se ha quedado sola con nada menos que siete grupos municipales enfrente: el PDeCAT, Ciudadanos, ERC, el PSC, el PP, la CUP y el concejal no adscrito Gerard Ardanuy (de Demòcrates, que abandonó el PDeCAT).

Entre los planes que podrían verse afectados figura la unión de los dos tranvías existentes por la Diagonal de Barcelona. La ciudad tiene dos tramos de tranvía separados por solo tres kilómetros en el centro de la ciudad y Colau considera estratégico unirlos para convertir este transporte público en metropolitano.

También están en juego dos nuevas ordenanzas: la de civismo, sobre la que antes de la crisis el ejecutivo aseguraba que había consenso, y la de terrazas, un proyecto que durante todo el mandato ha enfrentado al ejecutivo con los restauradores de la ciudad, a los que apoyaba precisamente el PSC.

La creación de una funeraria municipal también figura en la lista de proyectos de Colau que ya parecían complicados, pero todavía lo estará más sin los votos del PSC. También peligra la futura recalificación de los terrenos de la cárcel Modelo para construir vivienda pública.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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