Continúa la búsqueda del niño de 11 años desaparecido el sábado en una colchoneta en el río Cabriel
El chico, de origen guineano, fue a bañarse a Venta del Moro (Valencia) con familiares y amigos
La Guardia Civil, el servicio de Emergencias de la Generalitat y los bomberos continúan buscando este lunes al niño de 11 años desaparecido desde el sábado a última hora de la tarde, cuando se lanzó con una colchoneta hinchable al río Cabriel y la corriente lo arrastró.
"El caudal iba ese día muy fuerte, porque el embalse de Contreras había hecho una suelta, y el agua, que suele ser muy limpia, bajaba más turbia por las lluvias que ha habido más arriba", afirma Luis Francisco López, alcalde de Venta del Moro, el municipio del interior de Valencia en cuyo término desapareció el menor.
El niño, de origen guineano, estaba con su madre, otros familiares y un grupo de amigos en la orilla del río cuando, alrededor de las siete de la tarde, se lanzó al agua con una colchoneta de plástico. La fuerza de la corriente lo arrastró rápidamente y un poco más adelante cayó al agua, según la reconstrucción de los hechos que ha realizado la Guardia Civil. La colchoneta fue encontrada al poco tiempo, pero el chico, que no sabía nadar muy bien, todavía no ha sido encontrado.
"El Cabriel no es peligroso, es un río muy noble, pero hay que bajarlo con neopreno, chaleco, una balsa de rafting o piragua y un monitor o alguien que lo conozca bien. La temperatura del agua baja de ocho a nueve grados en un momento cuando hacen una suelta en el embalse. A los cinco minutos de estar dentro hace mucho frío", afirma Carlos Valle, que lleva 14 años trabajando en Avensport, una de la quincena de empresas de deportes de aventura que hay en Venta del Moro (1.290 habitantes).
Desde la misma tarde del sábado, cuando los familiares del menor dieron el aviso, se puso en marcha un importante dispositivo de búsqueda que ha incluido medios aéreos y terrestres, así como embarcaciones y buzos, coordinados desde un puesto avanzando de mando instalado en el pueblo.
"Guardia Civil y Emergencias de la Generalitat, de la mano, llevan muchas horas buscando al niño. La Guardia Civil participa con unidades especializadas de montañismo y subacuática, además de con la de seguridad ciudadana", ha señalado el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues.
El sábado, la Confederación Hidrográfica del Júcar redujo el caudal de 12,50 metros cúbicos por segundo a 2,50 metros cúbicos por segundo para favorecer la búsqueda. Uno de los objetivos de la medida era que las ramas de los árboles que quedan sumergidas cuando el río va alto, emergieran, para comprobar si el cuerpo del niño había quedado atrapadas en ellas. Pero no dio resultado. El domingo por la tarde la Confederación volvió a elevar el caudal del río —que salvo en casos de emergencias se rige por parámetros ecológicos—, pero poco después, a petición del operativo de búsqueda, lo volvió a reducir.
Sueltas de agua
Las sueltas en el Cabriel desde el pantano de Contreras, situado entre las comunidades valenciana y de Castilla-La Mancha, son frecuentes a esta altura del año porque del río depende el agua que se consume en Valencia y su área metropolitana, así como el riego en zonas de naranjos y arrozales.
Un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Júcar explica que el aumento del caudal que se produjo el sábado, equivalente a que 12.500 litros de agua pasen por un mismo punto cada segundo, implica un fuerte aumento de la corriente, un descenso significativo de las temperaturas y un aumento de nivel que puede alcanzar un metro en ciertos puntos.
Cuando el río va tan alto, señala Carlos Valle, muchas ramas de los árboles de la orilla quedan sumergidas y existe el riesgo de golpearse contra ella o, si se va en una embarcación inapropiada, que esta vuelque y quedar atrapado bajo el agua. La empresa de Valle, como muchas otras de la zona, ha participado en las labores de búsqueda del niño.
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