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Encaramada a la muralla

La actriz reivindica la cultura y el cine a través de un recorrido en el que además recomienda mercados y una sesión de escalada en una construcción del siglo IX

Alba Flores posa en el Ateneo de Madrid.
Alba Flores posa en el Ateneo de Madrid.KIKE PARA

1. Ateneo de Madrid. Este emblema cultural, en pleno centro, tiene mucha historia y zonas donde se pueden hacer actividades. Se podría explotar más. Lo descubrí en un evento al que vine invitada y creo que tendrían que dejar paso a gente joven que sacase adelante propuestas culturales como conciertos o certámenes de poesía. Además, el restaurante es precioso (Prado, 21).

2. Teatro Albéniz. Es el teatro donde debuté en Madrid con la obra El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Era una de las grandes plazas, era barato y acercaba el teatro a la gente. Le tengo mucho cariño y me muero de pena al pasar y verlo cerrado y abandonado. El Albéniz, inaugurado en 1945, cerró en 2008. (Calle de la Paz, 11)

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3. Jardín del Museo del Romanticismo. Aquí huele a primavera todo el año. Está en la bulliciosa calle Fuencarral, pero al pasar a este lugar, apareces en otra dimensión. Además, tiene tartas estupendas y es perfecto para tirarse la tarde leyendo. (San Mateo, 13).

4. Estatua del Ángel Caído de El Retiro. Tengo un pasado de gótica en la adolescencia y para mi esta estatua es la hostia. Es de las pocas de que representan al demonio, un trabajo de 1878 de Ricardo Bellver. Visitarla me sirve como excusa para recorrer los rincones del parque.

5. La Suite del hotel Vincci Capitol. Me llevaron de sorpresa, pero no te voy a decir más... Mi vida está ligada a la Gran Vía más allá de lo que yo pueda recordar: de pequeña me llevaban al cine; he vivido y he trabajado ahí muchos años. La habitación brilla porque está detrás del cartel de Schweppes. (Gran Vía, 41).

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6. Escuelas Pías. Me gusta porque están medio derruidas y te choca cuando paseas por Lavapiés. Es un edificio con historia y una biblioteca de la UNED. Me estoy sacando la carrera de Antropología a distancia y, aunque estudio en el teatro, me gusta tener este centro a mi disposición. (Tribulete, 14).

7. Mercado de Antón Martín. Este mercado, que el año pasado cumplió 75 años, tiene lo de toda la vida y cosas modernas. Me gusta por esa diversidad. Tiene una escuela de flamenco en la planta superior, un japonés y un puesto de cereales. Además, los cines Doré están al lado. Se está convirtiendo en una zona guay a la que ir. (Santa Isabel, 5).

8. Cine Doré. Si te gusta el cine, aquí puedes ver muchas películas que no puedes encontrar en ningún otro lado, ni siquiera en Internet. Desde clásicos hasta interesantes creaciones fuera del circuito comercial. Hoy en día es tan fácil ver una película en un ordenador que esta sala fomenta que la gente se reenamoré del séptimo arte. (Santa Isabel, 3).

9. Centro Cultural Conde Duque. Otro lugar donde he actuado y donde programan actividades muy interesantes. Desde el cine de verano a los conciertos, pasando por las salas de ensayo o las clases de teatro abiertas de Juan Carlos Corazza que son toda una experiencia. Este lugar es un epicentro cultural (Conde Duque, 9).

10. El muro de la Cuesta de la Vega. Este muro, erigido en la época árabe, en el siglo IX, y remodelado en 1849 por los arquitectos Sánchez Pescador y Pascual Colomer, tiene vías para escalar. Hubo una época que me dio por la escalada y me parecía genial encaramarme a esta muralla.

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