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Controlado el incendio de Barx tras quemar 266 hectáreas

El consejero de Gobernación apunta al lanzamiento de petardos como posible causa del fuego El siniestro obliga a desalojar preventivamente una residencia y dos urbanizaciones

Ferran Bono

“Restos de muchos petardos”. Es lo que han encontrado las fuerzas de seguridad en el lugar donde se inició el foco del incendio que entre el domingo y este lunes obligó a desalojar a unas 300 de personas en la localidad valenciana de Barx. El consejero de Gobernación, Serafín Castellano, confirmó la hipótesis de una negligencia como causa del fuego, ya controlado tras arrasar 266 hectáreas de monte bajo y matorral, pero tampoco quiso afirmar nada con rotundidad a la espera del informe “concluyente”. El lanzamiento de petardos es una costumbre muy arraigada entre los ciudadanos de la provincia de Valencia durante las fiestas falleras, que finalizaron el pasado 19 de marzo.

De momento, no hay detenidos. Tampoco se han producido heridos ni daños en las viviendas, a pesar del temor que provocó la rapidez con que se propagaron las llamas impulsadas por el fuerte viento. Por prevención, el domingo por la tarde se evacuó una residencia con 168 ancianos y discapacitados del núcleo de La Drova, a unos dos kilómetros de Barx. En los casos de personas con falta de movilidad, los traslados a la Casa de Cultura del municipio se realizaron uno a uno con ambulancias. El protocolo de evacuación funcionó y la operación se desarrolló sin incidentes, según dos trabajadores.

"En Barx ya no se ven llamas, pero con el fuerte viento que hay tenemos que estar muy alerta porque se pueden reavivar Maria Hernandiz, alcaldesa de Barx

El fuego azotó por cuarta vez en diez años a esta zona enclavada en el valle de La Valldigna, que desciende hasta las playas de Gandia, distante 15 kilómetros, entre bosques de pinos y montañas escarpadas.

“Es un lugar espléndido”, comentaba el británico Brian que, sentado en vehículo aparcado, vigila su casa de La Drova. “De aquí no me muevo”, añadió este jubilado de Bath, cuya familia “está en Inglaterra”. Su urbanización fue desalojada en la madrugada de ayer por el riesgo de que las llamas alcanzaran las viviendas. En Barx residen numerosos jubilados del norte de Europa, entre sus 1.500 vecinos censados.

Al final, el fuego no llegó a las casas. La intervención de medios aéreos y terrestres desde el amanecer fue determinante para que el incendio se diera por estabilizado sobre el mediodía y por controlado a las 19.00.

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Este siniestro se suma a los fatídicos incendios que arrasaron 50.000 hectáreas el pasado verano en la provincia de Valencia, más hacia el noroeste.

Pedro Martí, vecino de la zona, explica cómo comenzó el fuego.Vídeo: FERRAN BONO

Las llamas arrancaron el domingo por la tarde, sobre las 17.00, justo en la ladera recayente al núcleo urbano de Barx, y se extendieron por los términos de Simat de la Valldigna, Xeresa, y en menor medida a Xeraco. Quemaron sobre todo monte bajo y se salvaron de ser carbonizados los bosques de pinos de las laderas de las peñas Migdia y Peñalba, que anuncian el conocido macizo del Montdúver.

"Se les fue de las manos"

F. B.

El vecino de la urbanización de La Drova de Barx Pedro Martí explicó cómo se inició el fuego en el núcleo de la localidad y cómo se extendió por la montaña que rodea la localidad. Relató que algunos vecinos que se percataron del incendio "intentaron en un primer momento apagar las llamas". "Pero se les fue de las manos y tuvieron que llamar a los bomberos", lamentó este vecino. El fuego remontó por un barranco y en pocos minutos se acercó a la urbanización. El viento cambió entonces de sentido y el frente del fuego se alejó hasta las cuatro de la madrugada, cuando volvió a amenazar las casas.

El vecino de Barx Pedro Martí relató que los vecinos que se percataron del incendio “intentaron en un primer momento apagar las llamas”. “Pero se les fue de las manos. Soplaba mucho viento y tuvieron que llamar a los bomberos”, lamentó. El fuego remontó por un barranco y en pocos minutos se acercó a la urbanización de La Drova.

En la zona continúan trabajando para consolidar y refrescar el perímetro. “En Barx ya no se ven llamas, pero con el fuerte viento que hay tenemos que estar muy alerta porque se pueden reavivar”, explicó la alcaldesa de Barx, María Hernandis.

Los cerca de 300 vecinos que fueron desalojados de varias urbanizaciones, que no del núcleo de Barx, pudieron volver a sus casas este lunes por la tarde.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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