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Bildu halla un salvavidas en el PSE

La coalición logra aprobar los presupuestos de las principales instituciones de Gipuzkoa gracias a su sintonía económica y fiscal con los socialistas

Mikel Ormazabal
El alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, pasa por detrás de Susana García Chueca y Ernesto Gasco, del PSE, en el último pleno municipal.
El alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, pasa por detrás de Susana García Chueca y Ernesto Gasco, del PSE, en el último pleno municipal.JAVIER HERNÁNDEZ

Los hechos están demostrando que los socialistas tienen un mayor grado de sintonía con Bildu que con el PNV en las principales instituciones de Gipuzkoa. La afinidad que mantienen aquellas dos formaciones en materia económica y fiscal ha posibilitado que la Diputación foral y el Ayuntamiento de San Sebastián, donde la coalición abertzale gobierna en minoría en ambos casos. hayan podido aprobar los presupuestos de este año.

“Estamos solos. Nos hemos quedado fuera de foco. Esto es un partido a dos” entre Bildu y el PNV. El PSE-EE ha visto en riesgo su protagonismo y las opciones por recuperar la primacía en Gipuzkoa —fue la fuerza más votada en las forales de 2007 y tuvo la alcaldía donostiarra durante 20 años hasta 2011—. Fue una de las conclusiones que extrajo este partido tras conocer los resultados de las elecciones autonómicas, las últimas celebradas en Euskadi y que dieron un empate técnico entre los nacionalistas en Gipuzkoa y un retroceso al partido liderado por Patxi López.

En las filas socialistas consideran que la estrategia de “beligerancia controlada” que el PNV ha venido desplegando contra Bildu persigue un efecto doble: por un lado, sacar rédito electoral del desgaste que podría sufrir la coalición abertzale por su “inexperiencia” en la gestión pública y, por otro, trasladar a los socialistas todo el peso de una oposición frentista en este territorio.

“Parecía que Gipuzkoa y San Sebastián iban a ser ingobernables en manos de Bildu, pero no es así”, asegura un edil de esta formación. La coalición abertzale, muy criticada por el resto de los partidos por la gestión que está realizando, se están beneficiando de las malas relaciones que hay entre el PNV y el PSE, dos formaciones que históricamente han tejido grandes consensos en Euskadi, pero que en Gipuzkoa se mantienen muy distantes. “Ahora mismo no hay cauces de entendimiento con el PNV”, admite un dirigente del PSE tras constatar que a los nacionalistas, “más allá de la palabrería, les da pavor enfrentarse directamente a Bildu”.

En el consistorio donostiarra, el portavoz de los socialistas, Ernesto Gasco, niega que haya existido un acuerdo con Bildu para sacar adelante las cuentas, aunque los abertzales aseguran que “el PSE se ha implicado mucho” para que esto fuera posible. Gasco lo matiza: “No se puede hablar de pacto ni de entendimiento. Hemos votado más veces con el PNV y con el PP que con Bildu” en el pleno que sancionó los presupuestos de 2013.

El equipo que dirige el alcalde Juan Karlos Izagirre, que suma ocho de los 27 concejales de la corporación, aceptó las 52 enmiendas parciales del PSE, lo que hizo más fácil su objetivo presupuestario. Un año antes, Bildu se vio forzado a retirar su proyecto y prorrogar las cuentas porque no consiguió ningún apoyo.

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“No se puede hablar de pacto ni de entendimiento con Bildu”, afirma Gasco

En esta ocasión, recuerda Gasco, la situación ha sido diferente “desde el momento en que el PNV anunció que no iba a presentar una enmienda a la totalidad obedeciendo al lehendakari Urkullu”. Los socialistas quieren evitar que a la opinión pública llegue la idea de que son el mejor aliado de los soberanistas —PNV y PP consideran que el PSE es el “socio preferente” de Izagire—, como sucedió cuando a finales del año pasado apoyaron los presupuestos del Gobierno foral de Martin Garitano, lo que entonces provocó mucho malestar en la dirección federal del PSOE, según confiesan fuentes del partido en Gipuzkoa.

La realidad, según la visión de los socialistas, es que “Bildu gobierna Gipuzkoa y muchos pueblos y ciudades del territorio porque así lo decidió el PNV. Y hoy es el día en que Bildu sigue gobernando porque el PNV quiere que así sea”, según Iñaki Arriola, secretario general del partido en Gipuzkoa.

Esas palabras pronunciadas tras su reelección, a mediados de febrero pasado, venían a significar el pistoletazo de salida hacia la carrera electoral, prevista para dentro de dos años y a la que el PSE-EE se presentará como “un partido con vocación de gobierno que quiere liderar las instituciones”, manifiesta Gasco, quien pone el acento en la negativa del PNV a secundar una moción de censura contra Garitano e Izagirre. “El PNV está castigando a Gipuzkoa con su dejar hacer a Bildu”, aseguran los socialistas, en cuyo seno hay también visiones diferentes y “alguna tensión” a la hora de determinar si el principal adversario político son los peneuvistas o la coalición abertzale.

"Todos pactamos con todos"

“La normalidad ha llegado a la política vasca”, afirma un concejal de donostiarra de Bildu para explicar la situación creada en este Ayuntamiento tras la aprobación, este pasado martes, de los presupuestos municipales. “Aquí, todos pactamos con todos”, añade. “Con los socialistas hemos aprobado la reforma fiscal en Gipuzkoa y los presupuestos de la Diputación; con el PNV se pactó el plan de inversiones de San Sebastián, y con el PP hay sintonía en la política de los peajes”.

La coincidencia entre Bildu y los socialistas también se ha trasladado a Navarra. Esta pasada semana, la coalición abertzale y el PSN sumaron sus votos para arrebatar la alcaldía de Egüés a los regionalistas de UPN y nombrar regidor a Alfonso Etxeberria, de Nafarroa Bai. Los socialistas de este municipio justificaron su decisión por el deseo de "poner fin a una década nefasta y oscura" mientras UPN gobernó en la citada localidad.

Los acuerdos se producen cuando la lupa de la justicia vuelve a situarse sobre los líderes de la formación independentista tras las declaraciones de la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Laura Mintegi, en las que afirmó que el asesinato a cargo de ETA del socialista Fernando Buesa fue "una muerte por causas políticas". La Fiscalía ha abierto una investigación por un posible enaltecimiento del terrorismo.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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