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La alcaldesa pidió a Urdangarin un evento que se convirtió en el Summit

Torres declara al juez que Barberá tuvo la iniciativa de contratar a Nóos

“Me dijo el señor Urdangarin que a la alcaldesa le había interesado mucho, que esto era muy interesante”. El exsocio del yerno del Rey, Diego Torres, declaró en calidad de imputado ante el juez José Castro, instructor sobre el fraude del instituto Nóos, que la idea de celebrar en Valencia un evento internacional “sobre la gestión de grandes encuentros deportivos” fue de Rita Barberá. Surgió en un encuentro en el que Iñaki Urdangarin explicó a Barberá las gestiones que había hecho en Suiza para resolver algunos problemas con la organización de la futura Copa del América en Valencia. El duque de Palma le habría comentado lo que hacía el Instituto Nóos y la alcaldesa se interesó mucho por el proyecto de un encuentro supuestamente previsto en Boston. “¿Por qué esto no se celebra en Valencia en lugar de Boston?”, habría preguntado.

Siempre según la declaración de Diego Torres ante el juez Castro, el interés de la alcaldesa de Valencia desembocó en 2003 en una reunión, cuya fecha no fue capaz de precisar, en el mismísimo palacio de la Zarzuela, a la que asistieron Urdangarin, Diego Torres, Rita Barberá y Francisco Camps, recién elegido presidente de la Generalitat.

Allí, los dos socios de Nóos explicaron el proyecto a los dos cargos públicos valencianos. “Al cabo de una semana aproximadamente”, señaló Torres, “don Iñaki me comunica que ha hablado, no recuerdo si con la alcaldesa o con el presidente, no lo recuerdo, y que me da una lista de entidades, de instituciones de la Comunidad Valenciana que podrían ser susceptibles de interesarles el proyecto”.

Como consecuencia, el socio del duque de Palma se paseó durante un mes por Valencia, donde cosechó buenas palabras para concluir: “Hay dos instituciones que son las que manifiestan un interés más claro por el patrocinio, que son CACSA y la Fundación Turismo Valencia”. Exactamente las dos que dependen de Camps y de Barberá. El resultado fue la celebración de tres congresos Valencia Summit, en 2004, 2005 y 2006 que costaron al menos 3,1 millones de euros, un gasto actualmente bajo investigación judicial. Torres se entrevistó con Luis Lobón, hoy imputado y entonces responsable de grandes proyectos de la Generalitat.

“El señor Urdangarin podía firmar, pero prefería no salir”

En relación con los denominados Juegos Europeos, por cuyo estudio de viabilidad se pagaron a Nóos cerca de 400.000 euros, Diego Torres declaró al juez que “en esencia” es un proyecto de Miguel Zorío, responsable de Lobby Comunicación, una empresa de asesoramiento, que también está imputado en el caso. Torres aseguró al juez que, su primera impresión, como la del empleado de Nóos Juan Pablo Molinero, fue que era “muy difícil”, “casi inviable” el proyecto, aunque Zorío insistió hacer el estudio de viabilidad y una “hoja de ruta sobre cómo se podría si se quisiera organizar”. “Acompañamos al señor Zorío”, añadió el exsocio de Undargarin, que explicó que ya no participó en “una segunda fase” en la que se les pidió que “cambiaran las tornas” y que llevara la candidatura el Instituto Nóos.

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El juez le preguntó a Torres por qué firmó él los papeles con Zorío y el exsocio del duque de Palma respondió que “el señor Urdangarin podía firmar, por supuesto, pero prefería no firmar para no salir en las firmas”.

La aventura de los Juegos Europeos, que intentaron reconvertir en unos Juegos de la Juventud cuando el proyecto no salía adelante, involucra al que fuera vicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, que ha declarado como testigo en la investigación. A diferencia de los Valencia Summit, en esta iniciativa la Generalitat frenó pagos que reclamaba el Instituto Nóos, pero también hubo reuniones con altos cargos.

El juez le recordó una comida en Castellón, a la que asistieron Urdangarin, el propio Torres, Rambla y la entonces consejera de Cultura Trini Miró. Castro le preguntó si habían reclamado el pago de facturas por dos millones de euros que la subsecretaria de Presidencia, Isabel Villalonga consideraba falsas y se había negado a pagar. “Reclamar no, llorar un poco, obviamente sí”, respondió Torres, que dijo no recordar otra comida, esta vez en Valencia, a la que habrían asistido Urdangarin, Barberá, Zorío y “el delegado o el regidor de deportes del Ayuntamiento”.

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