_
_
_
_
_

Las meteduras de pata de Aguirre

Del “hijoputa” a la pena de muerte para los arquitectos

Lo ha dicho ella misma en su despedida. De lo que menos se enorgullece de su carrera política es “de todas las meteduras de pata que habré hecho”. Y es que la relación de Esperanza Aguirre y los medios ha estado trufada de momentos difícilmente olvidables, algunos por sonoros despistes de la expresidenta, a quienes los micrófonos le han jugado muchas malas pasadas. 

Alberto Ruiz-Gallardón ha sido el objeto de muchas de los deslices de la lideresa. Y el más sonoro aconteció en 2010, en plena batalla por el control de Caja Madrid tras la elección de Rodrigo Rato como su presidente. Aguirre apartó a un representante puesto por Gallardón y los micrófonos grabaron el momento en que comenta la jugada con su vicepresidente, Ignacio González: “Yo creo que hemos tenido una inmensa suerte de poder darle un puesto a IU quitándoselo al hijoputa”. Aguirre intentó aclarar que el "hijoputa" al que se refería no era Alberto Ruiz-Gallardón, como creyeron casi todos, sino a un ex consejero de Caja Madrid llamado Fernando Serrano. El objetivo final de sus invectivas, pese a estas aclaraciones, seguía siendo el mismo, pues el hombre de confianza de Ruiz-Gallardón en la comisión de Control de Caja Madrid era justamente Fernando Serrano. Aguirre decidió quitar al representante del alcalde en ese órgano para darle a Ruben Cruz (IU) su puesto, uno de los dos que le correspondían por votos al PP.

Ya en 2006, en el libro La presidenta, la biografía autorizada de Aguirre escrita por Virginia Drake y que fue revisada por el gabinete de la presidenta, se recogen varios dardos de esta al actual ministro de Justicia. La presidenta regional señala en uno de los pasajes: "Él quiere hacer creer a todo el mundo que representa al centrismo y yo, a lo más rancio y conservador de la derecha". Con esa premisa, Aguirre se despacha a gusto acusando a Gallardón de saber que los diputados regionales socialistas Tamayo y Sáenz se fugarían de la votación en la Asamblea: "La primera faena fue cuando nos enteramos de que la noche anterior al 10 de junio, él ya sabía lo que iba a pasar y no nos dijo nada".

En el libro Aguirre también deja entrever que Ruiz-Gallardón fue elegido como candidato a la alcaldía de Madrid en 2003, no por los buenos resultados que iba a obtener, sino porque había posibilidades de que perdiese la Comunidad. Según la presidenta regional, su decisión de presentarse a la presidencia del partido en Madrid provocó la siguiente situación: "Alberto estaba enfadado y comenzó a decirme que cómo se me ocurría presentarme si tenía menos votos que él. Ante su creciente indignación, decidí tomarme las cosas con mucha calma. Lo que más le molesta a Gallardón es que yo no me altere con sus amenazas. Terminó diciéndome que si yo era presidenta del partido, él no se presentaba a las elecciones de 2007".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Esperanza y las "mamandurrias"

Finalmente, en mayo de 2008, durante una protesta de empleados del Hospital Ramón y Cajal contra la política de privatización de la sanidad pública, Aguirre no pudo reprimirse y las cámaras captan el momento en que se encara con una enfermera que gritaba “¡Viva Gallardón!”.

La cultura le ha jugado varias malas pasadas. En mayo de 2006, la presidenta regional acompañó a los Príncipes de Asturias en Fuenlabrada durante una visita al colegio público Dulce Chacón, que lleva el nombre de la escritora de La voz dormida, que falleció el 3 de diciembre de 2003 a los 49 años por un cáncer. En el centro les esperaban la hermana gemela de la escritora, Inma Chacón; la madre de ambas, María Gutiérrez, la hija mayor de Dulce, Dolores, y su bebé. Según confirmaron dos personas presentes en el encuentro, Aguirre preguntó a la madre de la escritora fallecida: "¿Dónde está Dulce, en Cuba? ¿Por eso no ha venido?". "La mujer no entendía lo que le decía la presidenta; se quedó muy confundida. Luego le ha tenido que decir: 'Mi hija murió", comentó uno de los testigos. "No sabemos a qué se debió esta confusión. Quizá Aguirre ha mezclado a Dulce Chacón con la escritora cubana Dulce María Loynaz", explicó la misma fuente. Pero es que esta escritora cubana también falleció: en 1997.

El dinero también ha protagonizado perlas por parte de Aguirre. La más conocida es del 2011, cuando, en la inauguración de un Centro de Innovación del BBVA, interpeló por lo bajini a Alberto Ruiz-Gallardón sin percatarse, una vez más, de los micrófonos que estaban cerca: “He visto que te vas a gastar 25 o 35 millones de euros...”, le espeta la presidenta. “Viene en el periódico. Menos mal que tenéis dinero, qué suerte tenéis. Nosotros no tenemos ni un puto duro”. "Y nosotros tampoco", respondió el alcalde. En mayo de 2010, preguntada sobre el posible nuevo impuesto de patrimonio a partir del millón de euros, Esperanza Aguirre, la presidenta de Madrid, cuyo alto nivel de patrimonio es conocido, sentenció: "Lo pagará Bono, me imagino; yo soy pobre de pedir".

En pleno mes de julio, la presidenta hirió muchas sensibilidades al declarar "Se tienen que terminar los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias". "Yo por mi parte no soy partidaria de subir impuestos. Creo que es contraproducente", añadió Aguirre, en clara oposición a las últimas medidas adoptadas por su partido, que ha subido el IRPF y más recientemente el IVA una media de tres puntos.

En el último mes, Aguirre ha dejado dos grandes meteduras de pata para el recuerdo, ambas captadas por cámaras. Y las cometió el mismo día. En el primer vídeo en trascender, Aguirre se encara con un equipo de Telemadrid desplazado para informar de su visita a Robledo de Chavela y Valdemaqueda dos días después de que se iniciara el incendio más relevante del verano en la comunidad. "¡Qué pelmazos! ¡Pero si yo he dicho que no dijeran nada!", dice la presidenta regional, que también se despacha con su jefa de prensa desde 2003, Isabel Gallego. "Estoy llamando a la Gallego, por supuesto está dormida".

Días más tarde se hacía público un segundo vídeo, si no aquel del que más se ha arrepentido, sí por el que más se ha disculpado. ¿Tú sabes por qué habría que poner pena de muerte? Me caen mal los arquitectos porque sus crímenes perduran más allá de su propia vida", le dice al alcalde de Valdemaqueda durante su visita a la localidad al no gustarle la sede consistorial. No es la primera vez que Aguirre censura un edificio o una obra de arte. En 2010, durante un acto en Becerril de la Sierra, preguntó al alcalde que cómo podía haber autorizado "esta puta mierda", en referencia a un monolito. En 2011, se quejó al inaugurar el policlínico del Doce de Octubre porque no tenía ventanas. "Si no lo digo, reviento".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_