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Las exigencias de Mas debilitan a Fabra en su búsqueda de mejor financiación

El PP se escuda en el marco legal para rechazar rebrotes autonomistas en su Escuela de Verano

Serafín Castellano, Alicia Sánchez Camacho, Alberto Fabra y Esteban González Pons, en Gandia.
Serafín Castellano, Alicia Sánchez Camacho, Alberto Fabra y Esteban González Pons, en Gandia.natxo francés

El camino hacia la independencia que ayer tomó el presidente catalán, Artur Mas, complica aún más la débil posición del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para reclamar al Gobierno una financiación justa para la Comunidad Valenciana.

Fabra inauguró ayer en Gandia la Escuela de Verano del PP nacional en compañía de la presidenta del partido en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, y el vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons.

Bajo unas estrictas medidas de seguridad para evitar protestas como la registrada esta misma semana en la Universitat Jaume I de Castellón —la policía nacional y la policía local rodearon todo el perímetro del hotel donde el PP celebra las jornadas—, Fabra argumentó que “los mensajes de algunos están haciendo un flaco favor”. “No hay otra posibilidad que no sea contribuir al Gobierno”, sentenció.

Los que se manifestaron perjudicarán a la gente normal, dice González Pons

Así, mientras Mas proponía en Barcelona una reivindicación de máximos en una primera fase hacia la independencia, Fabra se conformó en Gandia con “revisar el Estado autonómico para que no haya duplicidades y reclamar la financiación adecuada para poder cumplir con las competencias asignadas desde la solidaridad”. “Solo con el compromiso de todos los españoles y de todas las comunidades autónomas podremos salir adelante, nadie puede salir solo de esta crisis”, sentenció el jefe del Consell.

Fue la última de una serie de intervenciones que tuvieron como telón de fondo el nuevo escenario político planteado por Cataluña y la presencia de Sánchez Camacho, como invitada principal, de la inauguración de la Escuela de Verano del PP. Unas jornadas que se tenían que celebrar en julio y que se trasladaron a septiembre para que pudiese acudir el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Ni lo hará Rajoy, ni lo hará la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, a quien ayer excusó González Pons. Si participarán en las jornadas los ministros de Justicia, Empleo y Hacienda, junto con otros altos cargos del PP. Pese a ello, la sesión inaugural despertó poco interés entre los populares valencianos que dejaron medio vacío el aforo de 300 plazas.

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En los discursos de apertura de la Escuela de Verano del PP, tanto González Pons como Sánchez-Camacho enhebraron un discurso muy del gusto del PP valenciano. El vicesecretario de Estudios y Programas del PP afirmó: “Los españoles somos todos lo mismo, comprometidos con ser españoles y obligados a ser solidarios unos con otros”. González Pons aseguró que quienes se manifestaron a favor de la independencia en Barcelona “perjudican a la gente normal”. “No podemos permitir que se añada desconfianza política y constitucional”, dijo González Pons, que advirtió que la reivindicación de independencia de Cataluña mina la credibilidad internacional en España.

Sánchez-Camacho abrió su discurso con una apelación al orgullo de ser tan catalana como española y advirtió que quienes tomen proyectos independentistas se encontrarán “con el Estado de derecho”.

Los populares achacan el malestar a los efectos de la crisis económica

Sin embargo, las reivindicaciones planteadas por Cataluña, que incluyen un concierto económico, y que ayer centraron la reunión popular, deja también en evidencia la estrategia seguida por el PP valenciano para obtener una mejor financiación autonómica. Tras aprobar un nuevo Estatut en 2006, las Cortes Valencianas aprobaron la legislatura pasada una nueva reforma estatutaria para exigir que mejore la inversión del Estado en la Comunidad Valenciana, que todavía no han tramitado en el Congreso.

El secretario general del PP valenciano y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, optó ayer por vacunarse frente a posibles reivindicaciones valencianistas y señaló: “El PPCV está orgulloso de nuestras señas de identidad, de nuestra cultura, de nuestra lengua valenciana, de lo que somos y del cumplimiento de la Constitución y los Estatutos de Autonomía como normas básicas institucionales que deben ser respetadas por todos”.

Sin embargo, de todos los oradores valencianos que intervinieron ayer, solo el presidente del PP provincial y de la Diputación de Valenciana, Alfonso Rus, se atrevió a intervenir en valenciano.

Rus fue el único que evitó hablar de las reivindicaciones catalanas. El dirigente provincial se mostró más preocupado por la necesidad de empezar a crear empleo y por la tensión social que mascan ahora los cargos populares en las calles. Rus pidió a los populares que no agachen la cabeza y calificó de “traidores y malas personas” a quienes arrojaron huevos contra el presidente de la Generalitat en el acto celebrado esta semana en la UJI. Aunque reconoció que parte del malestar de la ciudadanía está justificado por la situación económica.

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