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Conflicto en la bahía

Los pescadores se quedan en puerto para evitar conflictos con el Peñón

Los armadores se echan atrás y plantean movilizaciones como alternativa a la prohibición de faenar

Un pesquero en aguas de La Línea en abril de 2011.
Un pesquero en aguas de La Línea en abril de 2011.

Los pescadores de La Línea de la Concepción y Algeciras (Cádiz) que suelen faenar en aguas próximas a Gibraltar no se han acercado este miércoles a este caladero para así evitar más tensiones con el Gobierno gibraltareño. El martes, los pescadores anunciaron que saldrían a faenar y que esperaban que la Guardia Civil permaneciera en la zona para evitar apresamientos y multas por parte de las autoridades de Gibraltar. Los pescadores se plantean ahora la posibilidad de emprender movilizaciones de protesta ante el Gobierno de la colonia británica.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de la Línea, Leoncio Fernández, ha explicado que los pescadores y armadores de esta flota, un conjunto que forman unas setenta embarcaciones, han decidido no faenar en esas aguas porque "no queremos incidentes".

Mientras, se plantean la posibilidad de realizar movilizaciones de protesta por la actitud del Gobierno de la colonia británica, con el que el martes rompieron el diálogo que mantenían para solucionar el conflicto pesquero desatado en la zona el pasado marzo, cuando la Royar Gibraltar Police comenzó a impedir a los pesqueros españoles faenar en aguas próximas al peñón.

Las autoridades de Gibraltar rompían así unilateralmente un acuerdo suscrito en 1999 y que permitía a los pescadores españoles faenar en esas aguas, como hacían tradicionalmente.

Gibraltar quiere ahora que se cumpla al cien por cien una legislación local de Medio Ambiente de 1991 que prohíbe la pesca con algunas de las artes que emplean los pescadores españoles, como el cerco, el trasmallo y el rastro remolcado.

Los pescadores españoles sostienen que todas ellas son legales dentro del ámbito de la Unión Europea y señalan que, a pesar de haber intentado mejorar el acuerdo de 1999, el nuevo gobierno de Gibraltar, que preside Fabian Picardo, ha tenido una actitud "intransigente" desde el inicio del conflicto, lo que les llevó ayer a romper el diálogo y a reclamar la ayuda del Gobierno español.

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