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El PP no logra la mayoría absoluta y Griñán podría gobernar con IU

El PP gana las elecciones con 50 escaños de los 109 que tiene el Parlamento Andaluz Los populares se quedan si gobernar y Arenas fracasa por cuarta vez en su asalto a la Junta El PSOE pierde sus primeras autonómicas, pero podría gobernar con el apoyo de IU La abstención ha rozado el 40%

El PSOE ha sufrido la derrota más dulce que podría imaginar y Andalucía sigue siendo una isla roja en el mapa de España gracias a Izquierda Unida. El PP ha ganado por primera vez las elecciones autonómicas, pero con 50 parlamentarios se queda bastante lejos de la necesaria mayoría absoluta para gobernar, que se situaba en 55 escaños. Una victoria con sabor a hiel. Con estos resultados se abre la posibilidad de un pacto entre los socialistas, que obtienen 47 parlamentarios, e Izquierda Unida, que pasan de 6 a 12 y se vuelven vitales para gobernar.

El PSOE vivió el momento con euforia, al igual que Izquierda Unida. Las dos fuerzas de izquierda juntas lograron frenar lo que parecía imposible. El cambio de Javier Arenas no ha logrado convencer a la mayoría de los andaluces. Los nueve puntos de ventaja que el PP sacó al PSOE en las pasadas elecciones generales se han reducido a uno.

José Antonio Griñán e Izquierda Unida han logrado lo que se propusieron: impedir la mayoría absoluta del Partido Popular. Por los pelos. Esas eran sus expectativas. Ni el caso del fraude de los ERE, ni el insoportable paro del 31% ni el cansancio por los 30 años de gobiernos socialistas ni la crisis interna en el PSOE han sido suficientes para que Javier Arenas en su cuarto intento como candidato alcance el Gobierno de la Junta de Andalucía. “No quiero ganar, quiero gobernar”, ha dicho el popular durante la campaña y parece que no podrá ser. Al PSOE, el único partido que pierde votos y escaños, la derrota le sabe a victoria y de las grandes. La llave la tiene IU, que duplica resultados.

Ahora se abrirá un escenario apasionante y duro para ver si es posible que un pacto entre las dos fuerzas políticas de izquierdas, algo que no fue posible en 1994 cuando el PSOE también perdió la mayoría absoluta. El coordinador de IU, Diego Valderas, ha dejado claro que no reeditará la pinza que él mismo protagonizó con Javier Arenas en la cuarta legislatura (1994-1996) ni tampoco optará por una salida como la de sus compañeros de IU en Extremadura, que optaron por dejar gobernar a la lista más votada del PP.

Con estos resultados es irrelevante lo que haga su diputado más díscolo, el cabeza de lista por Sevilla y alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo. Este es contrario a un pacto de coalición pero ha dejado dicho que no impedirá la investidura del socialista José Antonio Griñán en la que sería su última legislatura.

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Aunque ha ganado las elecciones, Javier Arenas aparece como el gran derrotado. El popular ha basado toda su campaña más que en propuestas en los errores del contrario. Su partido pedía que se votara arrinconando la ideología, más por higiene democrática que por los méritos propios. Las duras reformas emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy no le han ayudado, sobre todo, la de la reforma electoral. Tampoco los recortes emprendidos en las comunidades del PP le han dado votos. Además, ha contado con otro adversario que no concurría a estas elecciones: la campaña que han agitado los sindicatos UGT y Comisiones Obreras contra la reforma laboral. Ambas centrales han participado como activos agentes electorales de los partidos de izquierda.

Y al contrario que Arenas, Griñán, que ha perdido las elecciones, no aparece como el claro derrotado. Su mensaje en esta campaña ha sido el de frenar a la ola conservadora y advertir del retroceso que, según él, se produciría en Andalucía si ganaban la derecha.

La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, felicitó al PP por su victoria en unas elecciones que calificó de “reñidas”, pero apenas podía ocultar su alegría por los resultados. Durante toda su comparecencia ante los medios de comunicación lució una sonrisa.

Griñán, de momento, ha conjurado que la crisis del PSOE estalle esta noche. Griñan ha hecho una campaña solo, sin el apoyo de los líderes históricos del PSOE, que han sido los que han ayudado a construir Andalucía durante 30 años. No ha llamado a los Beatles, como llamó Rubalcaba a Felipe González y Alfonso Guerra —el primero solo participó en el mitin de cierre y el segundo ha ido por libre en Sevilla—-. Tampoco se ha hecho una foto de familia con los que le precedieron en el cargo: Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla y Manuel Chaves. Esa ha sido su decisión personal. "He hecho la campaña que he querido hacer", dijo ayer tras depositar su voto. Griñán ha dicho que “pase lo que pase” seguirá al frente de la secretaría general, pero antes tenía prácticamente decidido lo contrario.

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A José Antonio Griñán la táctica de celebrar las elecciones andaluzas por separado respecto a las generales del pasado noviembre, cuando el PSOE perdió 750.000 votos en el que había sido su territorio más fiel, parece haberle dado buenos resultados.Si en las elecciones generales el PP obtuvo en el conjunto de Andalucía una diferencia de nueve puntos, en estos comicios, la ventaja popular se ha reducido a uno.

Los dos principales rivales en las elecciones andaluzas de hoy domingo ejercieron por la mañana su derecho al voto en una jornada marcada por la normalidad. El más madrugador ha sido el presidente de la Junta y candidato socialista, José Antonio Griñán, que acudió a las 10.30 a su colegio electoral en Mairena del Aljarafe. Griñán, que ha protagonizado una campaña casi en solitario, ha afirmado que tiene "la conciencia tranquila" por el esfuerzo que él y el partido han realizado. "No ha sido la campaña más cómoda, pero he hecho la campaña que creía que debía hacer", ha afirmado.

A mediodía ha acudido a votar Javier Arenas. El presidente del PP, y favorito para ganar las elecciones de hoy, ha emitido su voto en el Instituto de Educación Secundaria Politécnico de Sevilla junto a su esposa y su hija Marta. Arenas, que calificó de "cruciales" los comicios, señaló que esta mañana se ha vuelto a duchar en humildad, "como he hecho todos estos días y como mañana seguiré haciendo". Sobre las 18.00, el líder popular se trasladará a la sede regional del partido.

El tercer candidato en liza, Diego Valderas, de IU, ha votado en el colegio electoral de la calle Lope de Vega de Bollullos Par del Condado (Huelva), localidad de la que fue alcalde. El aspirante izquierdista ha apelado a "obedecer democráticamente el mandato de las urnas". Unas urnas que han recogido los votos en un clima de absoluta normalidad.

Los colegios electorales –un total de 3.871 en toda la región- se abrieron con casi total normalidad a las nueve de la mañana. La afluencia a primera hora, que suele ser baja en cualquier convocatoria, se redujo aún más debido al cambio horario de la pasada noche, que provocó también retrasos en la apertura de dos colegios. Las únicas anécdotas fueron la falta de papeletas en una mesa de la provincia de Huelva y la ausencia de todos los miembros de la mesa en una de Cádiz, lo que acarreó un retraso de media hora –en esos casos se suele formar la mesa con los primeros votantes que acuden a ejercer su derecho-.

La jornada ha transcurrido sin apenas sobresaltos: en Málaga, cinco militantes del Partido Humanista fueron detenidos por exhibir una pancarta de su formación en un colegio electoral de la barriada de Las Flores. En Huelva unos interventores de IU han tenido que quitarse las pegatinas de su partido y en Granada, el esposo de una presidenta de mesa ha pedido relevar a su mujer para que esta pudiera dar el pecho a su hijo. Al final se ha recurrido a uno de los suplentes.

Las novenas elecciones autonómicas son las cuartas en la historia que se celebran por separado desde 1990, cuando coincidieron con las europeas. Este hecho ha elevado el presupuesto destinado a las elecciones en cinco millones de euros, hasta los 16,.5 millones. Además de las tres formaciones con representación parlamentaria en la actualidad –PSOE, PP e IU- concurren a estos comicios un total de 33 grupos políticos. De ellos, 12 presentan candidaturas en las ocho provincias andaluzas. Son el PA, UPyD, Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), Escaños en Blanco (Eb), Centro Democrático Liberal (CDL), Unificación Comunista de Andalucía (U.C.E.), EQUO y HARTOS.org y Voto en blanco (HARTOS.org).

Para garantizar la normalidad de las elecciones, se ha movilizado a 2.867 policías locales, 5.521 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y 9.109 guardias civiles.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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