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El Gobierno de CiU saca adelante los presupuestos con la abstención del PP

Los populares sacan pecho por haber "evitado que Cataluña haya quedado bloqueada"

Lluís Pellicer
La presidenta del PP catalán, Alicía Sánchez-Camacho, poco antes de la votación de los Presupuestos.
La presidenta del PP catalán, Alicía Sánchez-Camacho, poco antes de la votación de los Presupuestos.CARLES RIBAS

El Gobierno de CiU ha sacado hoy adelante los presupuestos de 2012 gracias a la abstención del PP y el voto a favor de Joan Laporta. Sobre el papel, los presupuestos que ha aprobado el Parlament suponen un recorte del gasto del conjunto de los departamentos de la Generalitat del 3,8% y consagran la creación de una batería de tasas, entre ellas la que se aplicará a los turistas y el copago farmacéutico, para reducir el déficit público hasta el 1,3% del producto interior bruto (PIB) a finales de año desde el 3,3% actual. Pero eso sobre el papel, porque la rapidez con la que Cataluña está entrando en una nueva recesión y se destruyeo empleo, por una parte, y los pactos alcanzados con el PP, por otra, han acabado por desvirtuar el proyecto que llevó a la Cámara en diciembre el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell.

El Ejecutivo catalán no ha querido cuantificar el coste que suponen los acuerdos con el PP. Por ahora, el Gobierno de Artur Mas asegura que el efecto de ese acuerdo, por el que se que prevé rebajar los tributos que Mas-Colell propuso para aumentar los ingresos y realizar nuevas inversiones, será "neutro" porque se compensará con el recorte de otras partidas. Por ejemplo, si en virtud de ese acuerdo la tasa turística entra en vigor en noviembre, el Ejecutivo deberá revisar la partida para promoción turística. Aun así, las nuevas tasas previstas por Mas-Colell no podrán aplicarse hasta que el Consejo de Garantías Estatutarias emita su dictamen, después de que así lo hayan solicitado ICV-EUiA, Ciutadans y SI.

El Ejecutivo catalán no ha querido cuantificar el coste que suponen los acuerdos con el PP

El Gobierno también sostiene públicamente que se mantiene el objetivo de déficit del 1,3%, aunque espera que Bruselas decida relajar los plazos para que los Estados vuelvan al equilibrio presupuestario ante la caída del PIB del 0,3% que experimentó la eurozona en el cuarto trimestre de 2011. En caso contrario, el consejero ya sugirió que estudia una segunda ronda de recortes para este año.

El PP de Cataluña, cuya presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, ya ha sacado pecho esta mañana por los acuerdos alcanzados con CiU, ha evitado que "Cataluña haya quedado bloqueada" sin presupuestos para este año. El diputado del PP José Antonio Coto se ha jactado de nuevo de ser el principal socio de CiU y ha presentado a su formación como el principal partido de la oposición al haber arrancado "compromisos y acuerdos" del Gobierno de Mas a cambio de una "abstención condicionada". Coto ha atribuido al "poder determinante" del PP en el Parlament la reducción de la tasa turística a un tributo "simbólico", pero también ha explicado que ha permitido reducir la "tasa sanitaria" y que ha acordado que los tributos que gravan los trámites jurídicos sean limitados en el tiempo.

Los partidos de izquierdas han cargado contra el pacto de CiU con el PP, que consideran estable, y contra el Gobierno de Mas por haber realizado profundos recortes sociales sin haber conseguido reducir el déficit más allá del 3,7% (el 3,3% sin la deuda del Estado). La diputada socialista Rocío Martínez-Sampere ha recordado que el Ejecutivo catalán cerró 2011 con un déficit y una desviación "similar" a la que registró el Gobierno tripartito en 2010. "Con la diferencia de que han abierto el país. En lugar de cirugía, amputación", ha lamentado. La diputada ha afeado al Ejecutivo de Mas que no haya recogido ninguna enmienda de las 728 presentadas por su grupo parlamentario, tampoco para explorar nuevos ingresos como el impuesto para grandes patrimonios que CiU propuso en las pasadas elecciones generales. "No digan que quieren un impuesto a las grandes fortunas, porque lo tenían en forma de enmiendas", ha recordado.

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Martínez-Sampere ha coincidido con el diputado ecosocialista Joan Boada en que la crisis de Grecia pone de manifiesto el peligro de una política indiscriminada de recortes. Boada, que ha vuelto a tildar a los convergentes de "fundamentalistas del déficit", se ha jactado de que "el gobierno de los mejores" solo haya conseguido un déficit "cinco décimas inferior" al que logró el tripartito. El Gobierno catalán cerró 2011 con un déficit del 3,3% del producto interior bruto (PIB), en lugar del 2,6% previsto. Sin embargo, si se añaden los 759 millones que el Estado adeuda por la disposición adicional tercera del Estatuto, el déficit llega al 3,7%. Boada, no obstante, ha asegurado que la diferencia entre el tripartito y el Gobierno de Mas está en que el Gabinete en el que participó mantuvo el gasto social. "Crean el mismo déficit, pero extienden el dolor entre los ciudadanos del país", ha denunciado.

También ERC ha lamentado que el Ejecutivo catalán haya rechazado sus enmiendas, con las que, a su juicio, pretendían repartir los costes de la crisis entre quienes más tienen. El diputado republicano Sergi de los Ríos ha hecho referencia a los recortes en educación, que han llevado a profesores a encerrarse como medida de protesta. Precisamente, varios representantes sindicales de la educación pública han acudido esta mañana al Parlament con las camisetas amarillas que los identifican. El diputado de Ciutadans Albert Rivera ha puesto énfasis en el deterioro de la imagen de los funcionarios que han supuesto los argumentos que ha esgrimido la Generalitat para rebajar sus salarios y condiciones laborales, que permitirán un ahorro de 650 millones de euros.

El diputado de CiU Antoni Fernández Teixidó ha defendido los presupuestos y ha considerado que el debate sobre "ajustes presupuestarios versus políticas de estímulo" es hoy "estéril". "Los recursos son los que son y los ajustes también", ha afirmado el diputado, que ha defendido la necesidad de seguir con las reformas que ha emprendido el Gobierno central en los mercados financiero y laboral. "Tenemos la esperanza de estar en el buen camino", ha zanjado.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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