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LOS ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA

Hasta 20.000 menores sufrieron abusos en la Iglesia holandesa desde 1945

Las violaciones de alumnos en centros religiosos ascendieron a un millar Los agresores son más de 800 La comisión Deetman constata el silencio de la jerarquía eclesiástica y el abandono de las víctimas

Isabel Ferrer
Wim Deetman presenta el informe sobre abusos del clero en Holanda.
Wim Deetman presenta el informe sobre abusos del clero en Holanda.PHIL NIJHUIS (EFE)

El informe oficial sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica holandesa desde 1945, presentado hoy, arroja cifras demoledoras: entre 10.000 y 20.000 menores fueron víctimas de agresiones que oscilaron entre la violación (un millar) y los tocamientos no deseados. Los autores fueron unos 800 religiosos responsables de internados, colegios, orfanatos y seminarios. Un centenar está todavía vivo.

Wim Deetman, antiguo ministro de Educación democristiano y responsable de las investigaciones, ha constatado “el silencio de la Conferencia Episcopal y las congregaciones religiosas, y el abandono de las víctimas”. “Se buscaron soluciones, incluida una supuesta cura para la pederastia, dentro de las órdenes. Pero la jerarquía tenía en su agenda desde 1945 el problema de los abusos de menores. Lo sabían”, ha dicho.

Si bien las cifras superan las previsiones de la comisión, el propio Deetman ha subrayado que el grado de abusos sexuales en el conjunto de la sociedad holandesa es también chocante. Según sus datos, uno de cada 10 holandeses mayor de 40 años (9,7% de la población) sufrió antes de los 18 años una agresión de este tipo fuera del contexto familiar. “Aunque el riesgo de asalto era dos veces mayor en los internados, la cifra general nos ha dejado atónitos”, ha reconocido Deetman. “¿Cómo ha podido suceder algo así?”, se ha preguntado.

A lo largo de 1.200 páginas, el informe describe la forma de actuar de la curia ante los abusos. “Los comunicados dictando normas para evitar estos comportamientos existen desde el principio. No puede hablarse de ocultamiento deliberado, ni de destrucción en masa de archivos eclesiásticos. Hemos tenido carta blanca para consultarlos. Eso sí, los trapos sucios se lavaron en silencio”, ha apuntado el exministro. Al tratarse la Iglesia católica de una institución muy jerarquizada, tanto los obispos como los superiores de las congregaciones religiosas debían informar a Roma. “No siempre lo hicieron. Han aplicado soluciones internas pensando más en el agresor que en las víctimas”.

La Conferencia Episcopal pide perdón a las víctimas y asegura que las indemnizaciones se harán pronto efectivas

En la búsqueda de explicaciones a lo ocurrido, la comisión ha llegado a una conclusión reveladora sobre la percepción del celibato en Holanda. “No está científicamente demostrado que fomente los abusos. Pero muchos de los religiosos a cargo de menores entre 1950 y 1960 pensaron que sería abolido. Cumplirlo de por vida les puso en una situación delicada a la hora de frenar su conducta. Hemos visto casos de clara necesidad sexual”, según Deetman.

En conjunto, la Comisión ha recibido 2.000 denuncias de víctimas de abusos, 1.800 de las cuales eran de índole sexual. La identidad de todos los implicados ha sido protegida, porque los investigadores se han centrado en las víctimas. “Los obispos deberán tomar las medidas que crean oportunas. Son unas conclusiones tristes y frustrantes para un pasado incompleto”.

Las asociaciones de víctimas se han mostrado “asombradas” por las cifras desveladas. “El rostro de la Iglesia católica en el pasado no da ánimos para pensar en un futuro mejor”, han declarado. Guido Klabbers, uno de sus portavoces, ha exigido “que pidan perdón y compensen por el daño hecho”. Desde el punto de vista de las indemnizaciones, los abusos no prescriben. 

La Conferencia Episcopal holandesa y la Asociación de Órdenes Religiosas han pedido perdón a las víctimas de los abusos. “Las familias de los afectados, y ellos mismos, confiaron en la integridad de los religiosos y sus instituciones, y hemos fallado. Es doloroso para toda la sociedad constatar que un grupo de sacerdotes y religiosos se ha comportado de forma indigna con los menores. Lo ocurrido nos llena de vergüenza y dolor”, reza el comunicado emitido hoy por el obispado. Willem Eijk, arzobispo de Utrecht, ha dicho que “los obispos que conocieron en su día los abusos deben renunciar a su cargo”. También ha anunciado que las indemnizaciones se harán efectivas “dentro de seis semanas”. El montante de las mismas oscilará entre los 5.000 y los 100.000 euros, en función de la gravedad de los hechos.

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