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Ascienden a 29 los casos de jóvenes que se precipitan por los balcones de hoteles en Baleares

Uno ha resultado herido de gravedad esta madrugada.- Tres turistas han muerto por la práctica conocida como 'balconing' este verano

Aún fuera de la temporada de verano y con las discotecas cerradas, en Sant Antoni, en la isla de Ibiza, epicentro del turismo inglés joven, apasionado de las barras after hour y las macro salas de música, se ha contabilizado esta madrugada el caso número 29 de caídos desde el balcón de la habitación del hotel, el llamado balconing. Un hombre de 25 años se precipitó anoche desde un balcón de la segunda planta de su hotel y resultó herido grave al estamparse contra el suelo.

Tres turistas jóvenes han perecido este verano en caídas parecidas en Ibiza y Mallorca, y una parte de los heridos sufre lesiones que afectan a la movilidad de sus piernas por afectación de la médula. La mayoría de los accidentes se da entre personas que sufren intoxicaciones por alcohol, vinculadas, además, al consumo de estupefacientes, en general pastillas de las llamadas de diseño.

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Las caídas al vacío desde la fachada del hotel, tras la pérdida del equilibrio, han sucedido por accidente, se supone que por falta de control sobre el centro de gravedad del cuerpo, al asomarse las víctimas a tomar el aire tras una noche de juerga. En ocasiones, los accidentes se deben a temerarias actitudes equilibristas y por demostraciones de resistencia en los muros y barandillas del balcón. También se han contabilizado casos de juegos de gran riesgo en estas circunstancias, según consta en grabaciones que los interesados realizan y cuelgan en Internet, como en la página de vídeos You Tube: saltos desde la habitación hasta la piscina del hotel, de noche. El balconing es un término que define además la práctica de pasar de una habitación a otra por el exterior, de balcón en balcón del hotel.

Años atrás se cambió la normativa sobre las barandillas de protección de los hoteles. Uno de los dueños de un establecimiento de Ibiza donde se han repetido varios accidentes clamó tras uno de esos episodios: "No podemos blindar con cristaleras las terrazas, ni sellarlas". Los hoteleros y las autoridades baleares intentan, pedagógicamente, frenar estos accidentes entre la clientela joven. Más de 11 millones de turistas visitan anualmente el archipiélago.

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