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Los permisos de paternidad, en el centro de la agenda política

Podemos pide al PSOE que estas bajas sean iguales e intransferibles, pero los socialistas ya tienen ese modelo. Las diferencias son otras

Carmen Morán Breña
Dos padres miran a su recién nacido.
Dos padres miran a su recién nacido. Getty Images

Los permisos de paternidad se han colocado en el centro de la agenda política, en una carambola propia de estos días. Podemos ha pedido al PSOE, que ahora estará en el Gobierno, que priorice este asunto y no es difícil que el acuerdo en esta materia sea uno de los que se alcancen en breve. El partido de Pablo Iglesias ha adoptado el modelo de bajas de maternidad y paternidad diseñado por las expertas de la plataforma PPiiNA, que durante años llevan trabajando en esto. Iguales e intransferibles son las palabras clave.  Y tanto en el modelo diseñado por el PSOE como en el de Podemos, estas bajas son idénticas para ambos progenitores e intransferibles, es decir, que las semanas de baja no se las puede ceder el uno al otro.

¿Dónde está, entonces, la diferencia?  En el modelo de Podemos la pareja puede tomar esas semanas como quiera, juntos o por separado. En el diseño del PSOE, sin embargo, es obligatorio que ambos progenitores simultaneen las seis primeras semanas. No es un abismo. Si no logran consenso en esto será difícil que alcancen un acuerdo en nada.

El tiempo y las estadísticas han demostrado en varios países europeos que si las semanas son transferibles, el padre toma unas pocas (o ninguna) y cede la mayor parte a la madre, que acaba cuidando al bebé ella sola y alejada del mercado laboral mucho tiempo. El 50% de las mujeres que cuidan largo tiempo no vuelve a su trabajo, según las expertas. En España, donde es la madre la que puede transferir semanas al padre, no llegan al 2% los hombres que toman alguna de estas. Se limitan a coger aquellas que son intransferibles para él, cuatro en la actualidad (cinco con los presupuestos recién aprobados). Si no las toman, sencillamente las pierden.

La nueva vicepresidenta y ministra de Igualdad (a la espera de tomar posesión), Carmen Calvo, ya sabe cuál es el modelo que pide Podemos, PSOE y Podemos han trabajado juntos en este asunto. “No tenemos una reunión fijada, pero ya le mandé un tuit de enhorabuena donde nos ponemos a su disposición. Todo se puede dialogar y matizar. Creo que nos entenderemos en la política feminista que demanda la ciudadanía”, dice Sofía Castañón, portavoz de igualdad de Podemos en el Congreso.

El modelo de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento y Adopción, PPiiNA, es sencillo. Contempla dos semanas obligatorias al nacer el niño para ambos progenitores y se mantienen las otras cuatro semanas obligatorias de la madre a las que también tendrá derecho el otro progenitor en las mismas condiciones: pagadas y obligatorias, pero no necesariamente simultáneas. Quedan, siguiendo este modelo, otras 10 semanas voluntarias para cada uno, que serán intransferibles, pero se podrán repartir como se quiera, siempre en el primer año del nacido. En total, si no se simultanean, este diseño permite atender en casa al bebé 30 semanas. Y este es el modelo que solicita Podemos.

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“Si se quiere erradicar la división sexual del trabajo, es decir, que el trabajo de la mujer no se vea como un riesgo [por parte del empresario] estos permisos han de ser iguales para padres y madres, intransferibles y remunerados al 100%. Y, desde luego, que la simultaneidad no sea obligatoria”, dice Castañón.

Ciudadanos tiene un modelo en el que 10 de las semanas son transferibles y de las ocho restantes que han planificado, cuatro deben tomarlas a la vez de forma obligatoria el padre y la madre al nacer el bebé. “Las experiencias nos indican que si los hombres cuidan al bebé esas primeras semanas en casa toman cariño a esa experiencia y se acostumbran y suelen compartir el resto de semanas. Si se implican, después tienden a compartir más las semanas transferibles”, explica Antonio Roldán, portavoz de Economía de Ciudadanos en el Congreso. Ciudadanos tiene la intención, dijo Roldán, de presentar una proposición de ley en unos días. "Lo importante es que se perciba la igualdad por parte de la empresa", sostiene el portavoz, quien opina que al ser transferibles la empresa entenderá que lo mismo puede faltar al trabajo el uno o el otro.

Sin embargo, desde la PPiiNA alertan de que simultanear obligatoriamente estos cuidados impide al padre ejercerlos solo, acostumbrarse a cuidar sin la tutela de la madre. “Además, es un derroche de dinero público, porque si las semanas se toman de forma consecutiva, el bebé está más tiempo atendido en casa”, dice María Pazos, de la PPiiNA, aunque su modelo no prohíbe que se tomen conjuntamente, sencillamente no se les obliga. “Es necesario que ellos cuiden solo, que se hagan cargo de los problemas, las dudas, el aprendizaje”, añade también Castañón.

En el modelo que ha planteado el PSOE, el segundo progenitor iguala las seis semanas obligatorias que tiene la madre actualmente y se añaden otras 10 para cada uno a coger en 12 meses, siempre pagadas al 100% e intransferibles. La criatura podría pasar, siguiendo este plan, un mínimo de 16 semanas cuidada en casa y un máximo de 26 a 28. Pero todo depende de la simultaneidad. El PSOE obliga al segundo progenitor a simultanear las primeras seis semanas. “Creemos que se necesita a los dos y que es la forma de que sea igualitario”, según Rocío de Frutos, portavoz socialista de Empleo en el Congreso. Ahora, el panorama político ha cambiado, y puede que también cambie esto.

El PSOE propone, además, un incentivo. Si ambos progenitores toman sus 10 semanas, tendrán una más cada uno. Parece extraño que si alguien puede tomar 10 semanas pagadas para estar con su bebé no lo haga, pero eso ocurre, porque la presión empresarial sobre los hombres es aún muy fuerte (también sobre las mujeres, y quizá sobre los partidos políticos). Tradicionalmente se entiende que los cuidados son cosa de las madres. “Tendremos que hacer también campañas de sensibilización”, reconoce De Frutos.

El coste económico de esta medida lo calcula la PPiiNA en algo más de 1.200 millones de euros hasta completar el calendario que, por ahora, se ha fijado en el año 2022. “Son 100 millones cada semana. Si a las que ya hay se añaden 12, pues rondará más o menos eso”, dice Pazos. Afinar es difícil porque la casuística es variada. Tampoco se han tenido en cuenta en este artículo las diferencias que se incorporan en los permisos cuando el nacimiento es múltiple, por ejemplo, o en caso de adopciones. Y sobre el PP, este partido no tiene un modelo propio. Aprobó los presupuestos que incluían una semana más para los padres, como propuso Ciudadanos.

La libertad para la pareja, dice Pazos, “consiste en no obligar a los progenitores a simultanear las semanas, como obliga el modelo de Ciudadanos y el del PSOE. ¿Qué se persigue con esto? ¿Que el hombre no cuide solo? En ese caso ejercerá, en muchas ocasiones, el papel de ayudante”, vaticina esta experta. “Pero que dejen a cada pareja que se organice como le convenga y la mayoría se turnará, porque así tienen más semanas para cuidar a su bebé en casa, la mujer se incorpora antes al trabajo y ellos aprenden a cuidar”.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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