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Lamela imputa por sedición al exdirector de los Mossos y al ‘número 2’ de Forn

Pere Soler y César Puig han sido citados por la magistrada para declarar el próximo 9 de marzo

Pere Soler, en primer plano, seguido de Trapero, en una imagen de archivo.
Pere Soler, en primer plano, seguido de Trapero, en una imagen de archivo.Carles Ribas

La magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha imputado a este martes al exdirector de los Mossos d'Esquadra Pere Soler y al ex secretario general de Interior César Puig, en la causa abierta contra el exjefe del cuerpo policial catalán Josep Lluis Trapero por el delito de sedición. Los imputados tendrán que declarar ante la juez en calidad de investigados el próximo 9 de marzo.

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Con esta decisión, la juez accede parcialmente a la petición formulada por la Fiscalía. El Ministerio Público justificó en un escrito que la actuación de ambos fue "decisiva" en los hechos que se investigan, en referencia los incidentes ocurridos durante el registro de la Consejería de Economía de Barcelona en el mes de septiembre y la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.

En el auto, la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 acuerda citarles a las 9.00 horas, si bien rechaza practicar el resto de diligencias formuladas por el Ministerio Fiscal porque están incorporadas en la causa.

Hace menos de una semana, el exjefe de los Mossos Josep Lluís Trapero aseguró ante Lamela que, en los días previos al referéndum mantuvo dos reuniones con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Según sus propias declaraciones, Trapero planteó al político que mantener la consulta, que ya había sido prohibida por el Tribunal Constitucional y los jueces, suponía un riesgo para la seguridad ciudadana, porque iba a congregar en las calles a dos millones de personas. Además,  de acuerdo con su declaración, Trapero también le expresó a Puigdemont su malestar por las manifestaciones públicas de algunos miembros del Govern, entre ellos el propio consejero de Interior, Joaquim Forn, que garantizaban que los Mossos facilitarían y promoverían el referéndum ilegal.

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